Por Jeffrey Medina Rivas
Ciudadanía RD Media
El próximo viernes 25 de octubre, a las 10:00 de la mañana, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) convocará a toda la población dominicana a participar en la quinta edición del Simulacro Nacional de Evacuación por Terremoto, un ejercicio que busca fortalecer la cultura de prevención y la capacidad de respuesta del país ante un evento sísmico.
Bajo la dirección del general (r) Juan Manuel Méndez García, el COE reitera su llamado a instituciones públicas, empresas privadas, centros educativos y comunidades a inscribirse a través de la página www.coe.gob.do y a practicar su plan de emergencia familiar, laboral o institucional.
El objetivo es claro: que cada persona sepa cómo actuar antes, durante y después de un sismo, y que las organizaciones validen la efectividad de sus planes de contingencia.
¿Por qué las empresas deben sumarse?
En materia de Seguridad y Salud en el Trabajo (SST), los simulacros son una de las mejores prácticas para garantizar que los colaboradores y las instalaciones estén preparados ante una emergencia. Aunque República Dominicana no cuenta con una ley que establezca una frecuencia obligatoria, el Reglamento 522-06 y las exigencias del Ministerio de Trabajo recomiendan realizar al menos dos simulacros anuales, independientemente del tipo de riesgo.
Cada ejercicio representa una oportunidad de oro para evaluar la preparación real de la empresa, medir la capacidad de reacción de su Brigada de Emergencias, y comprobar si las rutas de evacuación, señalizaciones y medios de comunicación interna son realmente funcionales.
Claves para un simulacro exitoso
1. Planifique el escenario.
Defina un evento realista: un temblor de magnitud 7.2, por ejemplo. Determine los puntos de reunión, las rutas de salida y los roles de cada brigadista.
2. Comunique previamente el ejercicio.
A diferencia de un evento real, el simulacro requiere coordinación. Informe a todo el personal sobre la fecha, hora y protocolo, y asegúrese de que conozcan la señal de alarma.
3. Evalúe la participación y los tiempos.
Registre cuánto tarda la evacuación completa, si hubo obstáculos o zonas críticas, y cómo respondieron los líderes de piso.
4. Verifique las condiciones de seguridad.
Revise la iluminación de emergencia, señalización, escaleras y puntos de reunión. Estos detalles marcan la diferencia en una emergencia real.
5. Documente los resultados y mejore.
Ningún simulacro termina cuando suena la sirena: el verdadero valor está en el análisis posterior. Identifique oportunidades de mejora y actualice su plan.
Cinco razones para hacerlo cada año
1. Permite validar el plan de emergencia y adaptarlo a la realidad operativa.
2. Fortalece la preparación del personal y refuerza la coordinación de brigadas.
3. Evalúa las condiciones de seguridad de las instalaciones.
4. Identifica fallos y oportunidades de mejora antes de que ocurra una crisis real.
5. Optimiza el tiempo de respuesta y reduce el riesgo de lesiones o pérdidas humanas.
Los simulacros de evacuación no deben verse como un simple requisito, sino como una herramienta estratégica que salva vidas y fortalece la resiliencia organizacional.
Cada minuto invertido en prepararse es un minuto ganado frente al caos que puede generar un sismo real.
El COE ha demostrado que la práctica sostenida y la coordinación interinstitucional son las claves del éxito. Por eso, este 25 de octubre, cuando suene la alarma a las 10:00 a.m., participar es más que un gesto: es una declaración de compromiso con la vida.
Author: CRDMedia
CRDMedia es un medio digital de comunicación en República Dominicana, comprometido con la defensa de los derechos de los ciudadanos.