Presidente Colegio de Abogados acude a la Procuraduría General a elevar su instancia.
La querella fue interpuesta en la Procuraduría General de la República, por el presidente del CARD, Miguel Surun Hernández en contra del presidente del TSE, Ignacio Camacho, así como de los miembros Pedro Yermenos Forastieri y Rosa Pérez de García.
Considera que el pasado 29 de diciembre del 2023, los jueces del TSE, dictaron sentencia suspendiendo los efectos de la juramentación del presidente electo del gremio, en violación de la competencia de atribución contenida en el artículo 214 de la Constitución, que consagra que la alta corte solo es competente para los conflictos de partidos políticos.
Señala que con dicha decisión el TSE ha incurrido en prevaricación judicial para favorecer al Partido Revolucionario Moderno (PRM) en violación a su propia ley orgánica, la 29-11, la ley orgánica del Tribunal Constitucional.
“Dicho tribunal fue capaz de abrogarse una competencia inconstitucional e ilegal para conocer un amparo que es constitucionalmente competencia de otro, y que al conocer el fondo viola sus propios precedentes y del Tribunal Constitucional”, enfatizó Surun Hernández.
Asimismo, Surun Hernández informó que apoderó al Congreso Nacional de una solicitud formal de destitución de los jueces del TSE, mediante el proceso de juicio político, por las faltas graves cometidas contra la institucionalidad democrática en la República Dominicana.
Conflicto tras elecciones
En el CARD estalló una crisis interna luego de las elecciones del 2 de diciembre pasado, cuando dos candidatos a la presidencia de ese gremio se proclaman ganadores del proceso electoral. El local tuvo que ser militarizado.
Vidal Potentini, del partido Fuerza del Pueblo, fue declarado ganador por la comisión electoral, pero los resultados fueron desconocidos por Yohan López, del Partido Revolucionario Moderno (PRM), quien a su vez se auto proclamó como ganador y denunció un intento de fraude,
Tras la situación creada en las elecciones del gremio, sectores han recordado que los conflictos ya se ha hecho una costumbre en el Colegio de Abogados.