Por Jeffrey Medina Rivas
Ciudadanía RD Media

En los últimos años, República Dominicana ha vivido un notable auge en el sector construcción. Nuevos complejos residenciales, torres de apartamentos, proyectos turísticos y espacios comerciales se levantan por doquier. Este dinamismo ha traído consigo el crecimiento paralelo de las agencias inmobiliarias, protagonistas clave en la venta y promoción de estas obras. Sin embargo, una preocupante tendencia se ha normalizado entre muchos agentes del sector: la omisión absoluta de medidas de seguridad y salud al visitar o mostrar propiedades en construcción.
Un peligro invisible, pero real
Es cada vez más frecuente ver videos en redes sociales de agentes, algunos en tacones, otros en ropa casual, recorriendo pisos sin barandillas, estructuras sin terminar o techos sin protección, todo con el objetivo de mostrar un “avance de obra”. En estos videos se evidencia una realidad alarmante: personas sin cascos, sin botas de seguridad, sin chalecos reflectivos ni gafas de seguridad. Esta imprudencia no solo expone a los agentes, sino también a los potenciales compradores que los acompañan.
Según el Instituto Dominicano de Prevención y Protección de Riesgos Laborales (IDOPPRIL), las caídas, golpes y accidentes por falta de Equipos de Protección Personal (EPP) son algunas de las principales causas de lesiones en obras de construcción. Si estas estadísticas ya son preocupantes para los obreros capacitados, el riesgo se multiplica para personas no entrenadas que entran en la obra sin preparación alguna.
¿Qué dice la normativa?
El Reglamento 522-06 sobre Seguridad y Salud en el Trabajo establece claramente la obligación de garantizar condiciones seguras para cualquier persona que acceda a un área de trabajo en construcción. Esto incluye visitas ocasionales, tours guiados y demostraciones de avance.
Desde una perspectiva ética y profesional, permitir o promover el acceso a una obra en condiciones inseguras constituye una falta grave que pone en juego no solo la integridad física de los visitantes, sino también la reputación del proyecto inmobiliario y su desarrollador.
Medidas mínimas e indispensables
Para corregir esta conducta peligrosa, proponemos un protocolo básico de seguridad que todo agente inmobiliario debe seguir al visitar una obra en construcción:
- Capacitación básica en SST:Las agencias deben formar a sus agentes sobre los riesgos más comunes en obras y cómo mitigarlos.
- Uso obligatorio de EPP:Casco, botas de seguridad, chaleco reflectivo y protección ocular deben ser de uso obligatorio, tanto para el agente como para el visitante.
- Coordinación con el supervisor de obra: Las visitas deben ser autorizadas previamente y guiadas por personal responsable que conozca los riesgos del sitio.
- Restricción de acceso a zonas críticas:No se deben mostrar áreas sin barandillas, pisos sin vaciado completo, techos sin protección perimetral, o escaleras sin pasamanos.
- Señalización clara:Toda obra debe contar con señalización visible sobre los riesgos y el uso de EPP.
- Seguro de responsabilidad civil:Las agencias deberían contar con pólizas que cubran eventuales accidentes durante estas visitas.
La belleza de un proyecto no debe eclipsar la realidad de que una obra es, ante todo, un espacio de alto riesgo. Agentes inmobiliarios: mostrar un inmueble no puede convertirse en una ruleta rusa con la vida. Cada paso en una construcción sin las medidas adecuadas es una oportunidad para que ocurra una tragedia evitable.
La profesionalización del sector inmobiliario dominicano pasa también por asumir un compromiso serio con la seguridad. La vida vale más que una comisión. Y ningún video viral en redes justifica la imprudencia.
Es tiempo de que las agencias, constructoras y autoridades trabajen de la mano para garantizar que, en cada visita, el único “impacto” sea el de una buena impresión… y no el de un accidente.