Transfuguismo: La Traición a la Confianza Pública

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Por Redacción
CRDmedia

Transfuguismo en Dominicana
Caricatura que describe al transfuga. FUENTE EXTERNA.

La política en la República Dominicana atraviesa una crisis de valores sin precedentes. La práctica del transfuguismo, donde los políticos cambian de partido por conveniencia personal, ha desatado un debate nacional sobre la moralidad y la ética en el servicio público y partidario. Esta semana, la situación ha alcanzado un punto crítico, con acusaciones de que políticos están abandonando sus ideales y partidos no por convicciones, sino por ofertas monetarias o cargos gubernamentales.

La Ley No. 33-18 y el artículo 134 de la Ley 15-19, de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos, hecha el 13 de agosto del 2018, la cual procura ponerle fin a esta perversa práctica,  buscan erradicar esta práctica, prohibiendo a los precandidatos cambiar de afiliación durante el mismo proceso electoral. Sin embargo, el problema persiste, y ahora se extiende más allá de las elecciones, con políticos que se unen al partido gobernante, el PRM, en busca de beneficios personales.

Lo que estamos presenciando es una degradación masiva de la palabra “dignidad”, donde, en estos momentos, cada político y ciudadano dominicano tienen su precio. Eso revela los bajos niveles de compromisos sociales y políticos que tenemos como sociedad.

Esta tendencia ha provocado una devaluación masiva de la palabra “dignidad” en la política dominicana. Donde, en estos momentos, cada político y ciudadano dominicano tienen su precio. Eso revela los bajos niveles de compromisos sociales y políticos que tenemos como sociedad.

La Iglesia Católica, en su mensaje de Viernes Santo, El Sermón de las Siete Palabras, ha condenado esta degradación moral, y descrito las diferentes formas en que le faltamos a la palabra “dignidad”, de la siguiente manera:

 

– Cuando no somos honestos y no reconocemos que la violencia, en nuestro país, está hasta en nuestros íntimos pensamientos.

– Cuando nuestras manos no nos alcanzar para tapar nuestras vergüenzas, padecemos un despojo social a raudales. Necesitamos un mar de honestidad que nos bañe y nos devuelva dignidad, que nos haga sentir verdadero orgullo, que nos devuelva la verdadera alegría de ser dominicanos.

– Cuando vemos, que la honestidad es una prenda preciosa que no aparece en los cofres del mundo de los negocios, ni en las relaciones laborales.

 

Es un llamado a la acción para los políticos y ciudadanos íntegros que quedan: no podemos ser indiferentes ante este colapso moral. Debemos esforzarnos por recuperar la honestidad y la dignidad, las cuales son una condición exclusiva de nososotros los seres humanos, y exigir responsabilidades, dentro del marco de la ley y el orden a aquellos transgresosres. Solo así podremos restaurar el orgullo y la alegría de ser dominicanos, y asegurar un futuro donde la integridad sea la norma, no la excepción.

Redacción
Author: Redacción

Medio digital de comunicación de República Dominicana

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