Moscú (EFE).- Un comunista, un ultranacionalista y un supuesto liberal son los tres candidatos permitidos por el Kremlin para competir, con ninguna probabilidad de éxito, en las elecciones presidenciales de este fin de semana en Rusia frente al seguro vencedor: Vladímir Putin.
Ninguno de ellos tiene la más mínima posibilidad en los comicios presidenciales de los próximos días 15, 16 y 17, pero su presencia en las papeletas es vital para conferir legitimidad formal al proceso electoral.
A diferencia de 2018, cuando hubo ocho candidatos, en esta ocasión la oposición al Kremlin no tiene ningún candidato al que apoyar, ya que todos están a favor de la guerra en Ucrania.
Jaritónov, un candidato fogueado
Comunista, de 75 años, Nikolái Jaritónov no es nuevo en estas lides. En 2004 fue designado para competir con Putin en los comicios en los que el jefe del Kremlin fue reelegido por primera vez.
Consiguió el 13,69 % de los votos, el peor resultado obtenido hasta entonces por un candidato comunista.
“Estuvimos jugando al capitalismo, basta ya”, afirma el veterano político ahora en su cápsula electoral.
Promete reducir la edad de jubilación, aumentar el salario mínimo, reducir los impuestos y nacionalizar los activos extranjeros, los principales bancos y las empresas de sectores clave de la economía.
Jaritónov apoya la campaña militar en Ucrania y declara que la única manera de concluirla es con la “derrota aplastante de Ucrania”.
Expresidente de un sovjoz (empresa agrícola estatal soviética) en Siberia Occidental, sostiene que “Rusia tiene solo dos aliados: su Ejército y su Armada”, sentencia pronunciada en su tiempo por el zar Alejandro III.
Slutski, bajo la sombra de Zhirinovski
El líder del ultranacionalista Partido Liberal Democrático de Rusia, Leonid Slutski, de 56 años, concurre a los comicios bajo la sombra alargada del Vladímir Zhirinovski, el carismático fundador de la formación, fallecido en abril de 2022 durante la pandemia del coronavirus.
“La causa de Zhirinovski está viva”, se afirma en las vallas electorales de Slutski, un claro intento de aprovechar el tirón que tenía el desaparecido líder ultranacionalista y que remeda la consigna soviética “La causa de Lenin está viva”.
Vicepresidente de la Duma del Estado, doctor en Economía, respalda la campaña militar rusa en Ucrania, que ha calificado de “lucha geopolítica decisiva contra el nazismo, que es imprescindible ganar”.
El febrero de 2018 varias mujeres periodistas acusaron a Slutski de acoso sexual y el político, que fue apoyado por muchos de sus pares, denunció ser víctima de una provocación y de un intento de convertirlo en el Harvey Weinstein ruso.
“Quiero disculparme con esas chicas de la manera más sincera si dije o hice algo que las lastimó”, afirmó posteriormente.
Davankov, un rostro nuevo
El candidato de Gente Nueva, una formación de centro derecha de proclamado corte liberal creada en 2020, es el benjamín de los candidatos y, según una encuesta que da por ganador a Putin con el 75 % de los votos, podría situarse en segundo lugar con el 6 % de los sufragios.
Empresario y diputado desde 2021, Vladislav Davankov, de 40 años, se han convertido en la cara visible de un partido que según la oposición extraparlamentaria surgió con la venia del Kremlin.
Su ascenso comenzó en 2018 cuando fue nombrado subdirector de la organización sin fines de lucro ‘Rusia, un país de oportunidades’, creada por iniciativa de Putin para promocionar diversos proyectos nacionales.
Cinco años después, fue candidato en las elecciones a la alcaldía de Moscú, en las que obtuvo el 5,34 % de los votos.
Promotor en la Duma de leyes como la que prohíbe el cambio de sexo, Davankov se define como defensor de los valores tradicionales.
“La guerra es víctimas humanas, sanciones, el dólar a 150 rublos, aumento de los precios de los alimentos. En Rusia 16 millones de personas viven por debajo el umbral de la pobreza. ¿Estamos dispuestos a que sean más?”, afirmaba antes del comienzo de la operación militar rusa en Ucrania.
Dos días antes del comienzo de las acciones bélicas, el 22 de febrero de 2022, Davankov defendía el reconocimiento de las independencias de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk.
“El presidente (Putin) tomó la decisión correcta. La democracia es cuando discutimos y debatimos hasta que se toma una decisión. Pero una vez que se toma la decisión, hay que actuar”, dijo entonces.
Sobre el conflicto en Ucrania su programa es categórico: “Paz y negociaciones. Pero en nuestros términos, sin vuelta atrás” .