La empresa de medios sociales Twitter, que ahora es propiedad del multimillonario Elon Musk, está estudiando la posibilidad de introducir funciones de pago en su plataforma, incluso para enviar mensajes directos, según informó este jueves The New York Times, citando fuentes familiarizadas.
Desde que cerró la adquisición de Twitter por valor de 44.000 millones de dólares la semana pasada, Musk y sus asesores han hablado de añadir a la red social la posibilidad de enviar mensajes directos por una cuota. Esta función permitiría a los usuarios enviar mensajes privados a cuentas de alto perfil, como personalidades o figuras públicas, según la publicación.
También se ha planteado la idea de añadir videos “de pago”, lo que significaría que ciertos videos no podrían verse a menos que los usuarios accedan a pagar una cuota, dijeron las fuentes. Asimismo, se ha hablado de revivir la red social de videos cortos Vine, que podría atraer a un público más joven y codiciado por los anunciantes.
Asimismo, Musk anunció este martes que Twitter cobrará ocho dólares cada mes a las cuentas verificadas. El magnate aseveró que los usuarios que adquieran dicho plan conseguirán “prioridad en las respuestas, menciones y búsquedas”, así como la posibilidad de publicar videos largos y clips de audio, y la eliminación de la mitad de los anuncios.
Estas medidas tienen como objetivo obtener un beneficio rápido, ya que Musk pidió un préstamo de 13.000 millones de dólares con un alto tipo de interés para completar el acuerdo. Al mismo tiempo, la compañía está considerando el despido masivo de empleados y, según reportes, la mitad de la plantilla de Twitter puede caer en la reducción.
Rob Norman, antiguo empleado de la empresa publicitaria británica WPP, en una columna de opinión para The New York Times, señaló esta semana que debido a las ideas de Musk para convertir la red social en una plataforma más libre para expresar sus opiniones, los grandes anunciantes podrían dejar de destinar fondos para promocionar sus productos en Twitter. Según el experto, esta situación podría provocar un éxodo masivo de anunciantes de la red social, lo que “le costaría a Twitter casi todos sus ingresos actuales”, sin los cuales “el propio futuro de la plataforma podría estar en peligro”.