Un gobierno sin contrapesos

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Por Redacción
CRDmedia

Un gobierno sin contrapesos

El resultado de las elecciones municipales del pasado domingo 18 de febrero ha dejado en evidencia la debilidad de la oposición política en el país. El Partido Revolucionario Moderno (PRM) y sus aliados arrasaron con la mayoría de las alcaldías, consolidando el control del gobierno de Luis Abinader sobre el poder local. Esta situación plantea serios desafíos para la democracia dominicana, que necesita de una oposición fuerte y activa para fiscalizar y equilibrar la gestión gubernamental.

El triunfo del PRM no se debe solo a su popularidad o a su capacidad de gestión. También se debe a las ventajas y los abusos que ha cometido el gobierno para favorecer a sus candidatos. Entre ellos, se destaca el ahogo económico que sufrió la oposición, con el respaldo de la Junta Central Electoral (JCE). Según denunció el líder opositor Cesar Fernández, los recursos que correspondían a los partidos minoritarios fueron retenidos hasta 48 horas antes de las elecciones, impidiendo que pudieran hacer una campaña efectiva. Además, el gobierno utilizó los fondos públicos y los medios de comunicación estatales para promover a sus aspirantes, violando la ley y la equidad electoral.

Otro factor que influyó en el resultado electoral fue la alta abstención que se registró. A pesar de no estar en medio de una pandemia, el 53.3% de los electores no acudió a las urnas, superando el 50.9% que se abstuvo en el 2020. Esta cifra es también mayor que la de las elecciones separadas municipales-legislativas de años anteriores. Esto demuestra el desencanto y la apatía de la ciudadanía, que no se siente representada por las opciones políticas existentes. También refleja la falta de motivación y de movilización de la oposición, que no logró convencer a sus seguidores de la importancia de participar en el proceso electoral.

La consecuencia de este escenario es que el gobierno de Abinader se encuentra con un camino despejado para continuar su proyecto político, sin mayores obstáculos ni contrapesos. “Al presidente, salvo eventos que podrían ocurrir muy difíciles, le tocan cuatro años más y la pregunta hoy es: ¿Qué sociedad encontró y cuál dejará cuando se baje el 2028, eventualmente? ¿Será una sociedad más justa, más democrática, más desarrollada? ¿O será una sociedad más desigual, más autoritaria, más dependiente?”,Fernando Buitrago

Para evitar que el gobierno se convierta en un poder hegemónico y arbitrario, es necesario que la oposición se reorganice y se fortalezca. La oposición debe tener como imperativo revisar todos los aspectos políticos que condujeron a semejante catástrofe electoral. Debe renovar su liderazgo, su discurso, su propuesta y su estrategia. Debe recuperar la confianza y el apoyo de la opinión pública, que está cada vez más consciente de los actos onerosos realizados por la dirigencia del PRM y del gobierno actual. Debe denunciar y combatir la corrupción, la impunidad, el clientelismo y el abuso de poder. Debe defender los derechos y las demandas de los sectores sociales más vulnerables y excluidos. Debe ser una oposición responsable, constructiva y propositiva, que contribuya al desarrollo y al bienestar del país.

La democracia dominicana necesita de una oposición que cumpla con su rol de controlar, equilibrar y alternar el poder. SIN OPOSICIÓN, no hay democracia.

 

Redacción
Author: Redacción

Medio digital de comunicación de República Dominicana

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