Kiev/Moscú, (EFE).- Al cumplirse una semana de la ofensiva transfronteriza rusa sobre Járkov, Kiev y Moscú hicieron este viernes balances con acentos distintos que coinciden, sin embargo en lo fundamental: Rusia ha conseguido ensanchar el frente y pone en más dificultades los esfuerzos defensivos de Ucrania.
Tras varios días trabajando sobre el terreno en Járkov, el jefe del Ejército ucraniano, Oleksandr Sirski, explicó que el Ejército ruso “ha expandido la zona de hostilidades activas en casi 70 kilómetros”, con el objetivo, agregó el general, de obligar a Ucrania a desplegar reservas adicionales en la zona.
Mientras tanto, el Ministerio de Defensa rusa informó en su parte de estos siete días de ofensiva de la toma por parte de sus tropas de 12 localidades situadas en el lado ucraniano de la frontera.
Si Kiev hace hincapié en que las fuerzas rusas no han logrado traspasar sus principales líneas defensivas en la zona, Moscú dice que sus tropas siguen “adentrándose” en las posiciones ucranianas. Ambos bandos pronostican la continuación allí de intensos combates.
El objetivo de la ofensiva
Tanto el Ejército como el presidente Zelenski han repetido en los últimos días que el objetivo del asalto ruso a Járkov es distraer a las tropas ucranianas de la defensa de otros segmentos de la línea de contacto en regiones como Donetsk (este), Zaporiyia (sureste) o el sureste de Járkov en las que las fuerzas rusas han continuado apretando estos siete días.
Sobre los objetivos de la ofensiva también se pronunció durante su viaje a China el presidente de Rusia, Vladímir Putin, que aseguró que sus tropas no tienen planes de intentar tomar la capital de la región, la urbe de Járkov, que es la más grande de Ucrania después de Kiev, y sólo buscan crear una zona colchón de seguridad para alejar el fuego enemigo de la frontera.
En este sentido, Putin aludió a los constantes ataques ucranianos contra Bélgorod, capital de la región rusa homónima que hace frontera con Járkov, y subrayó la importancia para Rusia de impedir que la artillería ucraniana pueda seguir atacando la ciudad.
Ucrania necesita más tropas, armamento y munición para hacer frente a esta estrategia de debilitamiento rusa.
El propio presidente Zelenski afirmó hoy que, por primera vez desde el comienzo de la guerra, todas las brigadas ucranianas tienen munición de artillería para combatir, lo que apunta a que Ucrania ha superado el déficit en este capítulo al que la condenaron los retrasos en la ayuda de EEUU y Europa este invierno.
Por lo que respecta al personal, Zelenski ha firmado hoy la ley que permite ir al frente a ciertas categorías de presos comunes, entre los que Kiev espera encontrar a miles de nuevos reclutas.
Por otro lado, la nueva ley de movilización, que hará más difícil eludir sus obligaciones a los hombres en edad militar, entra en vigor este sábado.
Ataques a puertos del mar Negro
Al tiempo que intenta contener la expansión rusa en Járkov, Ucrania sigue incrementando sus ataques en la retaguardia rusa.
Fuentes de los principales servicios de inteligencia militar y civil de Ucrania han reivindicado hoy de forma extraoficial el ataque masivo con drones de anoche contra la península ocupada de Crimea y tres regiones de la Federación Rusa.
El ataque ha dejado sin luz a parte de la ciudad de Sebastopol, en Crimea, al alcanzar una subestación eléctrica.
Pueblos y ciudades de toda Ucrania han empezado a sufrir cortes de electricidad esta semana debido a la campaña de ataques rusos al sector eléctrico que comenzó en marzo.
Los drones de la inteligencia ucraniana también han golpeado Novorosíisk, un puerto del mar Negro situado en la región suroccidental rusa de Krasnodar.
Allí habrían alcanzado una infraestructura ferroviaria y una refinería que ya fue atacada con anterioridad por Ucrania y estaba siendo reparada, según las fuentes de la inteligencia de Kiev.
Los golpes de hoy a la retaguardia se producen después de dos días de ataques ucranianos consecutivos a la base aérea de Belbek, en Sebastopol, que según diversas fuentes no oficiales habrían destruido parte de las defensas antiaéreas allí emplazadas.
Imágenes de satélite obtenidas por la cadena estadounidense CNN este viernes muestran tres aviones rusos destruidos y edificios dañados como consecuencia de estos ataques contra la base.