Por GREYDI RAMOS E.
Escritor y Político.
Una vez terminada la contienda electoral el escenario político se recompone y cambia radicalmente y llegamos al punto donde de manera casi increíble se dividen los actores de este tan activo sistema político que tenemos los dominicanos. Por un buen tiempo desaparecerán los políticos busca cargos, aquellos personajes cuyo único fin en la política es hacerse de un cargo, ya sea un puesto electivo o un nombramiento en alguna institución estatal.
Estos políticos, sean del partido ganador o de uno de los partidos perdedores que van a la oposición, ya no tendrán ningún fin inmediato de participar en actividades, ni establecer contacto con sus seguidores y mucho menos tener alguna presencia o incidencia pública en medios de comunicación; los primeros porque lograron sus objetivos y ya no necesitarán a nadie y los otros porque igual perdieron y por un buen tiempo ya nada los atraerá a participar en el escenario político, del que literalmente desaparecen como por arte de magia, como ya han desaparecieron muchos desde febrero y no serán vistos hasta que vuelva a calentarse el atmósfera electoral en dos o tres años, donde de nuevo trataran de tirar sus anzuelos con el fin de pescar y tratar nuevamente de hacerse de un cargo electivo o un buen nombramiento en el peor de los casos.
Estos busca cargos, que en realidad no son verdaderos políticos, llegan a la política persiguiendo un único fin, un cargo, por eso aspiran a un puesto hoy y de repente aspiran a otro mañana, como lo hicieron muchos que aspiraron a alcaldes en febrero y luego a diputados en mayo y otros que hasta barajaron y se mantuvieron mucho tiempo en la ambivalencia o la indecisión de aspirar a alcalde, diputado o senador, porque al final de cuentas lo que importaba era un puesto. Igual están hoy en un partido y saltan a otro solo con el fin de lograr su objetivo. Y son ellos los mismos que solo se acuerdan de sus electores en el periodo de la siega electoral.
Por otro lado quedan los políticos de causas. Para mí, los verdaderos políticos, los que llegan a la política siguiendo una causa, causa convertida en su bandera, que no muere ni termina con un periodo o un proceso electoral cualquiera. Causa que no se cansa ni descansa porque es más grande que la persona que la esgrime, porque es el fundamento, motor y origen de un conjunto de luchas interminables y constantes, cuya única meta es el éxito común de un grupo, nunca el interés económico ni personal de un hombre.
Estos personajes siempre están al pendiente de sus seguidores porque ellos son el motor y fin de esa causa que los impulsa y los inspira día a día a seguir trabajando sin detenerse en tiempo determinado; porque ellos son sus motivaciones inquebrantables y ven en la hermosa ciencia de la política un medio para impulsar esas causas comunes, nunca individuales.
A través de la historia hemos visto muchos ilustres personajes que trascendieron y dejaron una huella inmortal en la humanidad, no por ser quienes fueron, por los títulos obtenidos o las calidades que ostentaban en sus vidas, si no por aquellas causas que defendieron y con la cual pasaron a convertirse en protagonistas inmortales, aunque en realidad no era lo que buscaban. Nuestro señor Jesucristo por ejemplo, el ser más grande y trascendental que pisara esta tierra, no es venerandamente e infinitamente recordado por que era hijo de Dios o por el martirio que viviera en la cruz del calvario, si no por la admirable, noble e invaluable causa que encarnó en su paso por la tierra. Su causa fue convertirse en puente de perdón y salvación entre Dios y los hombres; que fuéramos perdonados y salvados fue la causa de su sacrificio.
Es en este punto donde como joven y como político hago la invitación al electorado nacional a prestar atención y establecer las diferencias entre estos dos tipos de personajes; los que se enganchan en el sistema político buscan un puesto público y siguiendo interese personales, o los que incursionan en la política movidos por una causa noble y justa . Cuando vayas a dar tu voto, tú apoyo o a seguir a un líder o dirigente político determinado, averigua cuales son las causas que sigue y que lo impulsan a participar en el escenario político nacional.