Por Billy Graham Castillo
CRDmedia

La República Dominicana se encuentra en una serie de propuestas de reformaciones, que van desde reforma constitucional hasta reforma laboral y otras propuestas del poder ejecutivo. Algunas de estas vienen sustentadas por la ley 1-12, Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, que indica la necesidad de reformar para lograr objetivos que permitan el desarrollo del país.
La comunicación gubernamental y de los miembros del partido de gobierno muestran o intentan mostrar una gestión reformadora. La prensa nacional, de igual forma, acoge esta narrativa luego de promulgarse la nueva reforma constitucional. La implicación de esta narrativa es establecer en el imaginario de los dominicanos la idea que el presidente Luis Abinader es un hombre reformador y que sus acciones son para el bienestar del país.
La narrativa ha sido perfecta. La cobertura de la prensa por igual y llegamos al punto donde decimos el papel lo aguanta todo. En el papel todo está genial, pero no en el accionar. ¿Qué tan reformadores son quienes hacen las reformas? Tomaremos la figura del presidente como el responsable de proponer las reformas y de ejemplo de reformador, porque es quien representa al estado y al gobierno.
Caso Carlos Pimentel
El consultor jurídico del poder ejecutivo, Antoliano Peralta, advertía al presidente de las implicaciones de tener a Carlos Pimentel dirigiendo dos instituciones. Una de las más peligrosas, que el director de Compras y Contrataciones Públicas (DGCP) tiene voz y voto en el Consejo exclusivamente en el diseño de los procesos competitivos, mientras que el director de la Dirección General de Alianzas Público-Privadas (DGAPP) tiene solo voz, sin voto. La DGAPP tiene como función controlar el cumplimiento, supervisión y el monitoreo de la normal ejecución de los contratos de alianzas público-privadas vigentes. ¿Afecta que el controlador de los contratos sea el mismo que vela por las licitaciones en las que participe la DGAPP?
Caso Kelvin Cruz
Vía decreto presidencial se crea un vacío en la alcaldía de Moca al designar a Kelvin Cruz como ministro de deportes. Antes de esa designación se infiere que se sabía que la vicealcaldesa no asumiría la posición y generaría una vacante que la constitución no establece como debe elegirse. A sabiendas del caos a generar, prima más la voluntad de tener alguien como ministro que preservar la voluntad popular e invalidar el derecho de elegir representante por los mocanos. ¿Se puede ser reformador generando vacíos en las estructuras de gobiernos locales
Elecciones Unificadas
En la nueva Reforma Constitucional se ha establecido que a partir del 2032 las elecciones presidenciales, congresuales y municipales se celebrarán el tercer domingo del mes de mayo. El presidente de la Junta Central Electoral, Román Jáquez, presentó una series de implicaciones que podrían resultar por unificar las elecciones. Estas implicaciones pueden lacerar la confianza recuperada de la población, tanto en el proceso electoral y el órgano organizador. Recordar los años 2019 con elecciones internas de los partidos, en especial la del PLD, y la municipal del 2020. La República Dominicana estuvo al borde de una crisis social debido a la desconfianza en ese proceso electoral y los actores de este. ¿Se puede ser reformador sin tomar en cuentas las observaciones de quienes sacaron al país de la incertidumbre de elegir a sus representantes? ¿Qué reformador se puede ser si las propuestas en temas electorales pueden llevar a los dominicanos a tiempos de desconfianza ya superados?
Las reformas que necesita la República Dominicana son aquellas que permitan el desarrollo de sus habitantes, que generen tranquilidad y que fortalezcan las instituciones y sus procesos. Ser un reformador es establecer reformas que les pide el pueblo, no las que se convierten en un capricho sin escuchar, inclusive, a quién le asesora.
Excelente, palabra, pero éste gobierno me ha dejado boca abierta