
Santo Domingo, RD. – Residentes de la comunidad de Los Alcarrizos han alzado la voz para denunciar un creciente problema: jóvenes consumen sustancias ilícitas en espacios públicos, sin mostrar temor ni discreción alguna.
“Ellos no tienen que ver que haya más personas, ellos lo hacen donde quiera. Anteriormente aquí existía el poder de la justicia, aquí no se veía eso en ningún lugar, eso era oculto”, expresó Eddy Araujo, vecino del populoso sector, durante un recorrido realizado por medios de comunicación. Araujo también lamentó el deterioro social que permite que este tipo de acciones se normalicen.
Mientras algunos residentes califican la situación como alarmante, otros opinan que el problema ha disminuido en comparación con años anteriores. Sin embargo, las preocupaciones siguen siendo latentes en la comunidad.
Estrategias para Alejar a los Jóvenes del Consumo
Un encargado deportivo de una cancha local explicó los esfuerzos que han realizado para combatir este problema. “Nosotros, como encargados de deportes, hacemos lo posible por mantener a los jóvenes ocupados y alejados de ese vicio”, afirmó. A través del deporte y actividades recreativas, buscan ofrecer alternativas que mantengan a los jóvenes enfocados en un camino positivo.
Ante esta problemática, líderes comunitarios han tomado la iniciativa de organizar charlas y talleres educativos. El objetivo es proporcionar herramientas y orientación a los jóvenes para que puedan dejar los vicios y encaminarse hacia un futuro mejor.


Un Llamado a las Autoridades
Los moradores de Los Alcarrizos hacen un enérgico llamado a las autoridades locales para reforzar la seguridad en parques y espacios recreativos. Además, exigen medidas concretas para proteger a los niños de la exposición a situaciones de riesgo.
“El problema es evidente, pero necesitamos que se actúe ya. La comunidad necesita sentirse segura y que se respalden las iniciativas que promueven un cambio positivo en nuestros jóvenes”, fue el mensaje reiterado por los residentes.
En conclusión, Los Alcarrizos se enfrenta a un desafío significativo que requiere la colaboración entre la comunidad y las autoridades. Solo con un esfuerzo conjunto será posible rescatar a la juventud y devolverle a los espacios públicos su propósito recreativo y seguro.

