Por Billy Graham Castillo
CRDmedia
La agenda nacional es dominada por el tema haitiano o como muchos quieren llamarle, la migración haitiana. El tema como tal hace que a la gente se le salga ¨el dominicano¨, ¨el patriotismo¨, la indignación, el odio, el racismo, las frustraciones acumuladas por décadas. En el ciudadano de a pie puede, si se quiere, ser aceptable un comportamiento que muestre todo lo dicho anteriormente. Sin embargo, la política de estado no puede estar influenciada por sentimientos como los antes expuestos.
La marcha convocada a Friusa podría decirse fue la primera orden que se le dio al estado dominicano para actuar. Antes de ella se entendía que este lugar era impenetrable. Sin embargo, luego de, inició la destrucción (sin orden judicial para destruir propiedad privada) de toda una comunidad. Destruir se convirtió en una política de estado influenciada por los grupos que no les importa lo que se llevan en el camino si sus caprichos son saciados.
Otras políticas migratorias son las 15 medidas establecidas por el presidente Luis Abinader. Una de ellas es el protocolo en hospitales del SNS: identificación, carta de trabajo y prueba domiciliaria como requisitos para atención médica. Lo visto con las mujeres en situación de parto o post parto, dista mucho de esta medida. Se reportan detenciones de embarazadas prácticamente en labor de parto y otras recién dado a luz. El juramento hipocrático adoptado por la convención de Ginebra 1948 en uno de sus acápites reza: NO PERMITIR que consideraciones de edad, enfermedad o incapacidad, credo, origen étnico, sexo, nacionalidad, afiliación política, raza, orientación sexual, clase social o cualquier otro factor se interpongan entre mis deberes y mis pacientes.
Por providencia, quizás, divina, no hubo actos lamentables el Friusa. El ¨protocolo¨ en hospitales, se seguir como hasta ahora, provocaría una situación lamentable por las implicaciones de dar a luz o estar en proceso dé. La vulnerabilidad es alta y sabiendo el trato que reciben los de tez más oscura, estamos a punto de una mala acción para que nos veamos en el ojo del mundo.
A todo esto se suma la intolerancia de los ¨patriotas¨ que no aceptan los propios dominicanos que abogan por la dignidad humana. No se lucha para que se permita que sigan llegando inmigrantes de forma incontrolable, más bien para que se respete el ser humano y su condición como tal. A esto se les llama pro-haitianos. Es el odio que está dividiendo entre anti-haitianos y pro haitianos, en lugar de seguir denominando dominicanos. Todos los sectores, sin excepción, piden a gritos que el gobierno asuma el control migratorio, que ejecute las leyes migratorias, unos lo hacen sin importar las consecuencias, otros lo hacen entendiendo que se puede hacer este proceso pero sin lacerar la dignidad. No entender esto es que genera una lucha entre dominicanos que está a punto de dejar víctimas porque la intransigencia es tan normal entre los grupos como respirar.
Todos los actores que intervienen en estas movilizaciones, en los apresamientos en hospitales, en detenciones en construcciones, en los campos, no cargarán con la culpa de una desgracia. Es el estado que cargará con las repercusiones políticas, económicas, de relaciones internacionales, por el siempre hecho de dejar que sea el odio de los grupos que les haga crear las políticas de estado para el tema migratorio. Se está a ley de un muerto para que inicia una estampida de violencia, para la cual el gobierno no está preparado. A ley de un muerto para joder la patria.
Author: Redacción
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