
En una noche cargada de tensión y expectativa en el Allegiant Stadium de Las Vegas, Saúl ‘Canelo’ Álvarez cayó ante el invicto Terence Crawford por decisión unánime. Sin embargo, el tapatío no se mostró abatido. Con firmeza y serenidad, se plantó ante los micrófonos y dejó claro que su legado no se mide por una derrota. “Soy un ganador por estar aquí. Aquí no hubo derrota, el hecho de que ya esté aquí me convierte en un ganador”, expresó, con la convicción de quien ha enfrentado lo más alto del boxeo mundial.
Álvarez, quien ha conquistado múltiples divisiones y enfrentado a los mejores de su generación, defendió su decisión de medirse ante Crawford. “Lo he hecho todo en mi carrera, tomo riesgos y eso es lo que hice”, afirmó. Para él, cada combate es una apuesta por lo difícil, una forma de honrar el deporte que ama. Su valentía no solo se refleja en los títulos, sino en la disposición de enfrentar a los más grandes, incluso cuando el resultado no le favorece.
El mexicano se mostró orgulloso de haber compartido el ring con un rival de tal calibre. “Me siento genial de compartir el ring con un gran luchador como él. Si lo volvemos a hacer, va a ser genial”, dijo en inglés, dejando abierta la posibilidad de una revancha que ya genera expectativa entre los aficionados. Su respeto por Crawford fue evidente, y lejos de excusas, reconoció su superioridad con humildad y clase.
El cierre de su intervención fue puro ‘Canelo’: visceral, patriótico y directo. “¡Viva México cabrones!”, gritó con fuerza, desatando la ovación de sus seguidores. Aunque perdió los cuatro cinturones del peso supermedio, su espíritu combativo y su conexión con el público permanecen intactos. La derrota no borra su historia; la engrandece.
Por su parte, Terence Crawford hizo historia al convertirse en el primer campeón absoluto en tres divisiones: superligero, wélter y supermedio. Con esta victoria, su récord se eleva a 42-0-0, mientras que Canelo suma la tercera derrota de su carrera (64-3-2). El estadounidense dominó con precisión y estrategia, consolidando su lugar entre los grandes del boxeo. Pero en el corazón de los fans, el fuego de Canelo sigue encendido.