Cuando el trabajo deja de ser saludable

 

Por Jeffrey Medina Rivas
Ciudadanía RD Media

Trabajo: Estrategias para Combatir el Estrés
Ingeniero industrial y experto en seguridad y salud ocupacional. MBA en Gestión Óptima de Proyectos de la Universidad de Cádiz, España, y Maestría en Gestión Integrada: Medio Ambiente, Calidad y PRL de la Universidad Internacional Iberoamericana, EE. UU.

En la República Dominicana, cada vez más trabajadores sienten que el empleo les está costando algo más que su tiempo: también su salud. El estrés laboral se ha convertido en un compañero silencioso en muchas oficinas, especialmente en aquellas empresas con gran volumen de operaciones, donde la presión constante y la sobrecarga de tareas parecen ser la norma.

Como parte de mi tesis de maestría, investigué cómo los factores de riesgo psicosocial influyen directamente en el nivel de estrés de los empleados dominicanos. Los resultados fueron reveladores: el exceso de trabajo, la inseguridad en el empleo, la desvalorización profesional y la falta de apoyo tanto de líderes como de compañeros son detonantes claros de malestar; ese malestar no se queda en la mente, también pasa factura al cuerpo con fatiga, dolores musculares, insomnio y problemas de concentración.

Uno de los hallazgos más llamativos es que quienes ocupan cargos de mayor responsabilidad presentan los niveles más altos de estrés. Es decir, los líderes, a quienes solemos imaginar como figuras fuertes e inquebrantables, también se ven atrapados en dinámicas emocionales intensas que terminan afectando sus decisiones y el clima en sus equipos.

El estudio aplicó cuestionarios validados por organismos internacionales como la OIT y la Pontificia Universidad Javeriana, y la conclusión fue contundente: los riesgos psicosociales están directamente vinculados con los altos niveles de estrés laboral, y lo más importante, no se trata de un problema individual, sino de un desafío organizacional.

El costo para las empresas es alto. El estrés dispara el ausentismo, aumenta la rotación de personal, reduce la productividad y deteriora el ambiente de trabajo. Ignorar el problema es abrir la puerta a una espiral de desgaste que afecta tanto a las personas como a la sostenibilidad de la organización.

¿Qué hacer entonces? La respuesta está en la prevención. Programas integrales de salud ocupacional, detección temprana de riesgos, promoción del equilibrio entre vida personal y laboral, líderes capacitados para identificar señales de estrés y estrategias de afrontamiento adecuadas son algunas de las medidas que pueden marcar la diferencia.

En el contexto dominicano, el reto es aún mayor. La cultura jerárquica, la rigidez laboral y la falta de regulación específica sobre bienestar psicosocial intensifican los riesgos. Sin embargo, lo que se evidenció en esta tesis es que también existen oportunidades: cuando las empresas asumen la salud mental como una prioridad, ganan en motivación, compromiso y competitividad.

El estrés laboral no debe seguir siendo visto como “el precio a pagar” por tener un empleo. La salud mental es parte del desarrollo sostenible y debe ocupar un lugar central en la agenda empresarial. Porque cuando los trabajadores están bien, las empresas también lo están.

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Author: CRDMedia

CRDMedia es un medio digital de comunicación en República Dominicana, comprometido con la defensa de los derechos de los ciudadanos.

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