Por José Ricardo Taveras Blanco
CRDmedia

Las declaraciones del presidente Donald J. Trump sobre la condición que ha puesto para el salvataje de la economía Argentina, escuchas con rapidez, tienen ciertamente un tufo de injerencia inaceptable en el proceso electoral argentino, sin embargo él tiene razón. Para establecer eso solo debemos preguntarnos cuáles son los factores que conforme al criterio de los expertos han recrudecido el pantanoso tránsito de la recuperación económica de esa gran nación:
1.- Libertad Avanza pierde aparatosamente las recientes elecciones, con la agravante de que las ha perdido sobre todo en el gran Buenos Aires, alejando la posibilidad de que el presidente Javier Milei controle el congreso y por vía de consecuencia el apoyo legislativo expedito a las complejas políticas de rescate;
2.- esa derrota coloca un nubarrón en el horizonte cercano que inquieta los mercados generando una corrida que desestabiliza el peso y la bolsa de valores;
3.- el gobierno trata de conjurar la estampida recurriendo a sus reservas recrecidas pero aún insuficientes, inyecta súbitamente más de mil millones de dólares; y
4.- la inyección de divisas, lejos de calmar el mercado lo desestabilizó aún más por el temor a que el proceso succionara las reservas en el contexto planteado por los resultados de las elecciones.
El cuadro es crítico porque la mitigación de la frágil situación de la economía argentina depende fundamentalmente del valor intangible de la confianza de los mercados en el desarrollo de las políticas de Miley, quien se enfrentará a un proceso electoral con serias dudas de que logre la reconducción de su mandato, de ahí que una operación de salvataje tiene sentido si las políticas impulsadas se sostienen en el tiempo, con Miley o sin Miley, objetivo que en este contexto está seria y estructuralmente amenazado si los populistas retoman el control del Estado y se sigue imponiendo el paternalismo asistencialista que ha llevado a la Argentina a la crisis donde lamentablemente está.

Todos los expertos que he escuchado coinciden en que si Argentina cae no existe posibilidad de riesgo sistémico para los Estados Unidos aunque puede que no resulte así para América Latina, razón por la cual, el apoyo prometido por la administración Trump no constituye una medida preventiva para mitigar riesgos propios, el objetivo resulta ser útil política y económicamente porque Argentina no es cualquier país, pero sólo tiene sentido si las políticas que vienen controlando el desastre de su economía logran cierto nivel de sostenibilidad, aspecto que no ignora el gobierno americano y que ha tenido la honestidad de plantear desenfadadamente al típico estilo del presidente Trump. En efecto, la única utilidad que tiene para Estados Unidos salvar la economía argentina tiene que ver con el impacto que podría tener en América Latina y diría que en el mundo el fracaso de la agenda de Miley, pues, podría ser un estímulo al retorno del manejo irresponsable de sus economías a través del retorno de agendas populistas impulsadas por gobiernos que generalmente repelen el imperio y que se arriman a China como medida de compensación y contrapeso.
Esa realidad por supuesto no es afín con los intereses de los Estados Unidos y choca frontalmente con la línea estructural del presidente Trump: América primero. Por vía de consecuencia, puede que nos guste o no, pero una valoración equilibrada de las acciones de los hombres públicos siempre debe partir de la comprensión de los intereses a los cuales están obligados a servir.
Si los argentinos ejercen su soberanía electoral y no reeligen, más que a Miley, a su agenda económica, deben saber que los Estados Unidos no usarán su dinero para amolar cuchillo contra su propia garganta, de manera que si el elector argentino entiende que necesita el salvataje no debe concurrir a las elecciones en el entendido de que lo tendrá de todos modos, pues, los americanos también tienen la soberanía de poner su dinero allí donde les convenga, por las razones que fuere, eso es así, nos guste o no nos guste, y por muy afrentosa que parezca la condición que ha puesto el presidente Donald Trump de que la ayuda solo llega si se reelige a Milei, yo en su lugar haría lo mismo.
Sobre el autor: José Ricardo Taveras Blanco es abogado y político dominicano, exdirector de Migración y diputado por Santiago. Ex Secretario General de la Fuerza Nacional Progresista, ha impulsado reformas legales y se destaca por su trayectoria en derecho y gestión pública