La Navidad es una de las festividades más esperadas en todo el mundo. Cada diciembre, ciudades y hogares se llenan de luces y adornos que crean un ambiente cálido y festivo. Pero este escenario tiene un coste que va más allá de lo estético: el consumo eléctrico aumenta justo cuando muchas familias ya se enfrentan a facturas elevadas, especialmente si no mantienen actualizada su tarifa de luz.
Sin embargo, con tecnología adecuada, opciones sostenibles y hábitos responsables, cualquier hogar puede disfrutar de la Navidad sin incrementar en exceso su gasto energético.
El impacto de las luces navideñas en el recibo
Durante las fiestas navideñas, el consumo eléctrico del hogar puede aumentar hasta un 28 %, y la iluminación decorativa es uno de los factores más visibles de este incremento. Una guirnalda LED de 100 bombillas encendida ocho horas al día consume alrededor de 0,4 kWh diarios —unos 12 kWh al mes—, lo que supone entre 1,5 € y 3 € mensuales según la tarifa contratada.
Ese coste, sin embargo, corresponde a cada elemento por separado: el árbol iluminado, las guirnaldas del balcón, las cortinas de luz en las ventanas o las figuras decorativas del jardín. Cada pieza que permanece encendida durante varias horas al día suma su propio consumo mensual, por lo que varios adornos que parecen “poco significativos” pueden acumular fácilmente entre 6 y 12 euros adicionales incluso usando LEDs.
El impacto final depende de varias variables técnicas:
La potencia del producto (W): A mayor potencia, mayor consumo por hora. Los elementos de exterior o los de gran formato suelen tener potencias mucho más altas. Esto es importante para ajustar la potencia contratada a la que realmente necesitamos.
Las horas de uso diario: Noche tras noche, encendidos prolongados multiplican el consumo mensual, incluso con productos eficientes.
El número total de elementos encendidos: El coste no proviene de un solo adorno, sino del conjunto. Tres decoraciones “baratas” pueden superar el consumo de un único elemento más potente.
El tipo de tarifa contratada: Las tarifas con discriminación horaria pueden ayudar a reducir el coste solo si las luces se concentran en horas valle. Si permanecen encendidas en horas punta, algo común durante cenas y celebraciones, el precio se dispara y anula cualquier ventaja de la tarifa.
Además, muchos hogares caen en el efecto rebote: como los LEDs consumen poco, se encienden más adornos o durante más tiempo, lo que incrementa la factura sin que el usuario lo perciba.
¿Adornos tradicionales? Qué decoraciones consumen más
Aunque la iluminación LED ha reducido significativamente el consumo de la decoración navideña, no todos los adornos tienen el mismo impacto en la factura. Existen diferencias claras entre los elementos más habituales que conviene tener en cuenta.
Los adornos de gran formato o diseñados para exteriores suelen ser los que más energía requieren, principalmente por su mayor potencia y por permanecer encendidos durante largos periodos. Entre ellos destacan:
Cortinas luminosas de exterior, que acumulan decenas o cientos de puntos de luz en un solo conjunto.
Proyectores navideños, que necesitan potencia constante para iluminar fachadas, balcones o jardines.
Figuras voluminosas iluminadas, especialmente las que combinan luz con efectos dinámicos (parpadeos, color o movimiento).
Los adornos pensados para interiores o fabricados con tiras LED de baja potencia suelen tener un impacto más reducido.Su consumo es fácil de controlar y permite mantener un ambiente navideño sin disparar la factura. Por ejemplo:
Árboles de Navidad con iluminación LED moderada, que consumen entre 30 y 60 W si se utilizan de forma razonable.
Guirnaldas LED pequeñas, ideales para estancias interiores.
Velas y figuras LED de baja intensidad, que imitan la luz cálida con mínima demanda energética.
Los expertos de Papernest señalan que, con algunos ajustes en la elección y el uso de la iluminación, es posible mantener la decoración navideña sin que el consumo se dispare. A continuación, se incluyen varias medidas sencillas para reducir el gasto sin renunciar al ambiente festivo.
Limitar el tiempo de encendido utilizando temporizadores o aplicaciones inteligentes.
Evitar proyectores o cortinas de gran tamaño si se busca un consumo moderado.
Optar por iluminación LED certificada y revisar la potencia real antes de comprar.
Encender solo las zonas visibles o más utilizadas, en vez de iluminar toda la vivienda.
Aprovechar horas valle (cuando existan), pero sin dejar las luces activas durante todo el día, ya que en horas punta la tarifa encarece el coste total del mes.
Fuente: papernest.es
Author: Redacción
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