Por Juan Carlos Rodríguez Comunicador y Analista Político

En Los últimos años hemos podido observar cómo los supuestos grupos políticos que en el Siglo XX se le daban una identidad para identificarlos cómo Democrático, Conservador, De Derecha, De Izquierda, De Centro, Liberal, Comunista, Socialista, Marxista y ya en los últimos años del siglo pasado Progresista. Todos de una u otra manera se han ido desapareciendo en el tiempo, por una razón u otra, después de seguir una misma identidad, ideología y filosofía política por décadas. Recuerdan cómo estos grupos se conjugaban entre sí alrededor del mundo para defender sus ideales y causas sociales o políticas.
Hoy en día observamos qué esos grupos o etnias políticas han mutado por necesidad, supervivencia, adaptación de los tiempos o simplemente por poder competir por el poder hegemónico en esté SIGLO XXI. Hoy a través de los medios de prensa locales e internacionales escuchamos nuevas identidades políticas, etiquetados a través del sensacionalismo mediático, cómo ultra libérales, progresista, ultra progresista, la nueva izquierda, la nueva derecha, ultra derecha, la extrema izquierda, extrema derecha. Quienes Son, que ha cambiado desde qué le permitimos a las élites económicas mundiales inmiscuirse entre nuestras sociedades, decisiones de estado y lo más reciente cómo en el caso de las elecciones presidenciales de Estados Unidos del 2020, donde le permitimos a estas élites económicas censurarnos, doblegarnos aceptar lo qué ellos a través de su juicio entendían que era lo más justo y democrático hacer por el bien colectivo de todos, ojo esté bien colectivo de todos lo decidió un nuevo actor político llamado nuevo orden mundial; con ellos se terminó la era del voto, libre, directo y secreto, con ellos se terminan las ideologías políticas y nacen las ideologías económicas a través de grupos económicos globalistas los cuales se pueden pelear entre sí por nuestro control y nuestra nueva democracia. Ojo, nuestro voto ya no es necesario basta con las encuestas y el control mediático, the Big Tech, quienes hoy pasan a ser Juez y Jurado de nuestra nueva sociedad.
Gracias a este nuevo actor político qué nace al final del Siglo XX pero qué toma poder y fuerza económica irreversible en el Siglo XXI. Nos encaminamos a un mundo donde gracias a la prensa sensacionalista y el big tech., ya en un futuro cercano no necesitaremos filosofías políticas qué nos enseñen a buscar o identificar nuestra identidad ciudadana; en esté “nuevo mundo” rígido por el Nuevo Orden Mundial, cual por interés, cómo en el caso de “ La Nueva Guerra Fría Siglo XXI” fueron capaces de juntar a grupos de fascistas de la extrema izquierda y la extrema derecha a pelear y luchar por un bien económico común, todos con poder económico y judicial hoy deciden por nosotros a través de una nueva democracia y justicia social qué es lo mejor para nosotros, ojo en esté nuevo régimen político los ciudadanos del mundo no tienen ni voz ni voto.
En nuestra observación nos evitamos para el buen lector mencionar naciones, regiones del mundo, partidos políticos o grupos económicos. Pero le resaltamos que pronto veremos qué todo es igual, lo importante es qué cómo sociedad, ya doblegadas económicamente, aprendan a defender los intereses políticos y económicos de tú gobierno de turno, en nombre del Nuevo Orden Mundial, no tu nación, no el mundo se acate a seguir las órdenes instruidas. Lo Bueno es que, ya no necesitaras defender las románticas ideologías del Siglo XX, así como la justicia social, igualdad social, económica, de género, religión. Oh simplemente, la mejor filosofía del Siglo XX “La Democracia” una romántica y bella utopía dónde todos éramos libre de pensar, decidir, elegir o ser elegido, trabajar por nuestro crecimiento económico o simplemente, en un estado de “ Democracia” dejarle a ciegas toda nuestra protección ciudadana, social, económica y de salud a nuestro gobernantes ya qué en un momento determinado estos sabrán tomar las mejores y más justas decisiones por nosotros, cómo lo fue por ejemplo el tiempo de la pandemia Covid-19, dónde a través de censura, acoso, opresión, sanciones económicas, aislamiento social y hasta matándote o llevándote a borde del suicidio, para hacerte entender que las decisiones qué tomaban eran por tu propio bien, por el de tu familia, tú negocio, tu trabajo, tú libre tránsito en la sociedad, tú derecho a ir al supermercado, tú derecho a ir al banco a sacar tu dinero, tú derecho a ser aceptado por la sociedad.
Continuaremos nuestras observaciones pero te recordamos ya qué estamos al borde de una guerra nuclear no deseada por el 99.9% de la población del mundo qué todavía estamos a tiempo de despertar. Todavía podemos elegir y ser elegido, apoyar en nuestra naciones gobernantes que apoyen la educación, que modernicen nuestra nación, que creen fuentes de trabajo para que tú puedas trabajar y controlar tu propio progreso y crecimiento económico, no gobernantes que crean las condiciones para hacerte dependiente del estado. Gobernantes que sean conscientes de que ellos están puestos por ti para administrar el estado para todos, no para delegar sus funciones a través de fideicomiso a grupos económicos que te roban tu voz, tu voto y tu derecho de elegir y ser elegido secreta y libremente.