Tu Amiga
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Mi abuelo Mon, tenía una gallina con 5 pollitos, una mata de limón, una de aguacate y unas cuantas matas de orégano sembrado en su patio. A cada uno la cuidaba como su tesoro más grande.
En la mata de limón que estaba a la orilla del patio, en la parte lateral derecha, allí tenía una nevera vieja tapada con una hoja de zinc, donde guardaba los huevos que ponía la gallina, y ponía a madurar los aguacates.

Cuando los nietos y las nietas lo visitábamos cada mes, y le llevamos algo de dinero para sus medicinas y alimentos, dependiendo la estación del año, mi abuelo gentilmente sacaba unos de sus más preciados tesoro: un huevo, un aguacate, un poco de orégano, o unos cuánto limones y lo regalaba como símbolo de gratitud por estar pendiente del abuelo.
Además de los frutos que cultivaba con esmero, o la gallina que cuidaba cada día, mi abuelo con alegría nos contaba las historias vividas en la época de Mon Cáceres, Trujillo, Juan Bosch y sus ideas en contra del comunismo y en favor del reformismo, en voz baja porque era contrario a las ideas políticas de sus 10 hijos.
A Mon, le debemos haber conocido en su máximo esplendor el valor de la gratitud, la alegría de vivir con lo poco, y que a sus 108 años era el mejor amigo de sus nietos. Te adoramos abuelo Mon, nos enseñaste que el valor de las cosas no lo da el dinero, sino los sentimientos y los valores morales que estos contribuyen a darle sentido a la vida plena.