Por qué bostezamos, según la ciencia

Por qué bostezamos, según la ciencia

Se han propuesto muchas teorías para explicar por qué los animales bostezan, tales como reponer el suministro de oxígeno, enfriar el cerebro e incluso estirar los pulmones. Ahora, un nuevo estudio afirma que el bostezo evolucionó como una señal social para advertir a otros que estamos menos alertas, por lo que deben estar más atentos en busca de depredadores.

Mientras tanto, se cree que el fenómeno conocido como “bostezo contagioso” (bostezar de forma refleja después de ver u oír bostezar a otro individuo) ha extendido aún más esta señal entre los grupos de animales sociales. Dado que este comportamiento evolucionó en las llanuras de África hace miles de años y ya no se aplica a los humanos modernos, es posible que el bostezo desaparezca.

Análisis previos ya habían sugerido una correlación positiva entre la duración del bostezo y el tamaño del cerebro, lo que significa que cuanto más grande es el cerebro, más grande es el bostezo. El estudio fue realizado por el profesor Andrew C. Gallup, investigador de ciencias del comportamiento en el Instituto Politécnico de la Universidad Estatal de Nueva York, y publicado en la revista Animal Behavior.

“El bostezo es una adaptación neurofisiológica omnipresente en los vertebrados, y la detección de este patrón de acción en otros parece ser biológicamente importante entre las especies sociales”, afirmó Gallup en su artículo. Y añadió: “Sirve como una señal que mejora la vigilancia individual y promueve la sincronía motora a través del contagio”.

Bostezar es un rasgo compartido entre múltiples especies, pero hasta hace poco se sabía poco sobre la función real de un bostezo. Para obtener más información, el especialista realizó una revisión de estudios científicos publicados anteriormente para evaluar las causas y consecuencias del bostezo en grupos de animales. Exploró el “significado psicológico y social” del bostezo en mamíferos y aves.

Según la investigación, estudios recientes han presentado la idea de que bostezar es un tipo de señal social y una advertencia de que están menos alertas. Los bostezos, según su investigación, pueden ser espontáneos o contagiosos: el primero aparentemente surge de la nada, mientras que el segundo resulta en ver bostezar a otra persona. Por definición, cada bostezo contagioso se remonta a un bostezo espontáneo original y, por esta razón, el bostezo contagioso debe haber evolucionado más recientemente.

“La evidencia sugiere que el bostezo evolucionó originalmente como un evento espontáneo y, por lo tanto, de naturaleza fisiológica”, dijo Gallup y agregó que “el bostezo contagioso solo se ha documentado en especies sociales, aquellas que tienen una tendencia genética a agruparse, y no se desarrolla hasta después de la infancia”.

Según el experto, se han propuesto numerosas hipótesis para explicar el significado fisiológico del bostezo, pero la mayoría carecen de sustento empírico o se han demostrado erróneas. Por ejemplo, existe una creencia común pero incorrecta de que el bostezo funciona para equilibrar los niveles de oxígeno en la sangre.

Pero los experimentos en sujetos humanos han demostrado que la frecuencia del bostezo no se altera al respirar niveles aumentados o disminuidos de oxígeno o dióxido de carbono. “Por lo tanto, se ha llegado a la conclusión de que bostezar y respirar están controlados por diferentes mecanismos, y ahora está ampliamente aceptado en la literatura científica que la respiración no es un componente necesario del bostezo”, subrayó el especialista.

El año pasado, investigadores de la Universidad de Utrecht dijeron que bostezar ayuda a enfriar el cerebro y no funciona para oxigenar nuestra sangre. Recolectaron más de 1250 bostezos de más de 100 especies de mamíferos y aves visitando zoológicos con cámaras. Otros estudios en humanos, primates no humanos, ratas y aves han demostrado que la frecuencia de los bostezos puede manipularse de manera confiable mediante cambios en la temperatura ambiente, lo que respalda este argumento.

Gallup no cree que las teorías previas sobre el bostezo sean necesariamente incorrectas y reconoce tales funciones fisiológicas del bostezo. Pero, en general, la evidencia actual sugiere que bostezar sirve principalmente “como una señal más que como una señal”, según el autor. “Estudios futuros podrían examinar más a fondo si los bostezos espontáneos evolucionaron específicamente para comunicar estados internos y/o alterar el comportamiento de los observadores en algunas especies”, concluyó.

INFOBAE 

Redacción
Author: Redacción

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