Representante de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, expresó su inquietud por la situación que viven los reclusos de la cárcel del kilómetro 15 de Azua.
Joselyn Melo, señaló que en sus visitas a ese recinto carcelario ha podido verificar la carencia de un adecuado sistema de asistencia legal pública, lo que hace difícil obtener la libertad de un preso.
Indicó que las penas corporales, encierro en cerdas inadecuadas para un humano, así como toda sanción cruel o degradante, son absolutamente prohibidas con sanciones disciplinarias.
Consideró de absurdo que en esa cárcel se estén cobrando 80 y 300 mil pesos a un recluso para protegerlo de su seguridad.
Aseguró que en el penal todavía existe la cerda tipo plancha, la cual consiste en un lugar que no tiene ventilación y donde las aguas pestilentes, producen una serie de enfermedades a los internos.
Dijo que el poco hacinamiento ha creado una situación extremadamente penosa en el referido recinto, lo produce la ocurrencia de los motines que han tenido lugar.
Criticó que la mala alimentación y el pobre servicio médico son insuficientes para los reclusos que allí se encuentran cumpliendo condena.