Las Implicaciones geopolíticas de la Ruta de la Seda.

 

Por:Iván Ernesto Gatón Rosa
Ciudadania RD Media

Escritor , Doctor Aboagado ,Geopolitico ,Diplomatico

Cuenta la leyenda, que hacia el 500 A.C.  A Xi Ling Shi, esposa del emperador de China tuvo el percance de ver caer en su taza de té un capullo que había recogido al pie de un árbol de Moreira, que para recuperarlo tuvo que: “tirar del hilo blanco que salía de él…Sin saberlo, comenzó a desenrollar la madeja de un camino que, durante quince siglos, iba a unir dos mundos extraños el uno con el otro: Oriente y Occidente.

Hace unos 2.100 años, la dinastía Han envió a Zhang Qian, dos veces a  Asia Central encabezando misiones de paz y amistad. De esta manera inicia su discurso, en la Universidad de Nazrbayev, Astana, Kazajistán, el Presidente chino Xi Jinping, en el que hace un recorrido desde su infancia, en su pueblo natal de Shaanxi, donde se encontraba el punto de partida de la antigua Ruta de la Seda, y en  cuya rememoración histórica hace los anclajes que permiten sustentar un macro proyecto en el que los anales de la historia le reconocen  más de dos mil años de existencia. El presidente Xi, plantea que: “persistiendo en la solidaridad y la confianza mutua, la cooperación y el ganar-ganar es factible que los países de razas, credos y trasfondos culturales diferentes  disfruten  de la Paz y se desarrollen conjuntamente”.

En el citado discurso el premier chino expresa el interés de que los vínculos económicos y de cooperación con los países Eurasiáticos, deben ser profundizados, con un enfoque innovador que permita construir conjuntamente la “Franja Económica de la Ruta de la Seda”, lo que, según el Presidente Xi: “se trata de una magna obra de creación de bienestar en provecho de los pueblos a lo largo de su trayecto”

En su planteamiento, el Presidente chino estableció cinco pilares con los cuales debería establecerse el proyecto:

1- El fortalecimiento de la comunicación política. En la misma se establece que los países pueden mantener intercambio de opiniones sobre estrategias y medidas de desarrollo

económico, y, partiendo del principio de coordinar puntos comunes, dejando atrás las diferencias, y elaborar mediante consultas, planes y medidas de la cooperación regional.

2-Mejorar la conexión vial.  Se establece la necesidad de un acuerdo de transporte que permita una vía que comunique el Océano Pacífico con el mar Báltico. De igual forma, trabajar en el mejoramiento de las infraestructuras del transporte transfronterizo que permita establecer gradualmente una red de comunicaciones y transporte que una a Asia Oriental, Asia Occidental y Asia Meridional, con el objetivo de facilitar el desarrollo económico de los países y los viajes en la región.

3- Hace más expedito el comercio. La población que se impactaría a través de la Franja Económica de la Ruta de la Seda se calculaba en unos 3.000 millones de personas, y tendrían que llevar a cabo acciones tendentes a facilitar el intercambio comercial y la inversión “con el objetivo de materializar el progreso de beneficio mutuo en la región”

4- Reforzar la circulación monetaria. Se establece la necesidad de realizar intercambios en monedas nacionales, que la convertibilidad y la liquidación de las cuentas corrientes y las cuentas de capital  en la moneda local llevan a reducir los costes de la circulación, aumentando la capacidad de eludir los riesgos financieros y elevar la competitividad de la economía de la región en el plano internacional.

5- Reforzar la comunicación entre los pueblos. Ahondar en los vínculos de amistad como llave para las buenas relaciones entre los Estados. Esta sería la manera que permitirá alcanzar una cooperación productiva en los puntos ya señalados precedentemente, y en los que se requiere el apoyo de los pueblos, y en los que es imprescindible elevar los niveles de comprensión mutua para crear bases sólidas para el apoyo público y social a la cooperación regional.

Los intereses y objetivos de China.

En primer lugar, fortalecer el crecimiento de su economía, una economía que funcione es una fuente importante de legitimidad para el PCCh. China no desea depender excesivamente de los mercados en Europa de los mercados en Europa y los Estados Unidos y por lo tanto quiere desarrollar nuevos mercados en su región y en todo el mundo.

La Franja y la Ruta también pueden contribuir a resolver problemas de sobrecapacidad generados por los sucesivos paquetes de estímulo de la economía, especialmente por lo que se refiere al acero, al aluminio y al cemento. Además, Pekín quiere fortalecer a sus empresas estatales creando para ellas nuevas oportunidades que las conviertan en campeones nacionales a escala global. Por otra parte, la Franja y la Ruta  puede ser un instrumento útil para promover la internacionalización del renminbi ampliando su uso en las transacciones internacionales.

En segundo lugar, reforzar la seguridad energética. China está usando la Franja y la ruta para aliviar el “dilema de Malaca”, es decir, la dependencia de China del estrecho de Malaca para la mayor parte de sus importaciones de gas y petróleo procedentes de Oriente Medio, África y Asia Oriental. China teme que en una situación de conflicto sería muy vulnerable a un bloqueo estadounidense. Por lo tanto, Pekín trata de disminuir está dependencia aumentando su acceso a puertos de aguas profundas en países como Pakistán y Myanmar y también construyendo gasoductos desde Asia Central con el fin de diversificar las vías de suministro.

En tercer lugar, proteger las vías marítimas que son claves para asegurar tanto el flujo de las exportaciones chinas como las importaciones vitales, incluidas los productos energéticos. China no quiere depender de la Marina de Estados Unidos para garantizar esta protección y por ello ha estado avanzando en tres direcciones: construir una marina de aguas profundas para proyectar su poder lejos de su territorio, crear bases navales en emplazamientos estratégicos como Yibuti y controlar en infraestructuras críticas en estas rutas marítimas y especialmente los puertos.

En cuarto lugar, promover una mayor seguridad. La Franja y la Ruta cubren extensas áreas tanto dentro como fuera de China que están bajo la amenaza del extremismo islamista y el terrorismo. La doctrina de Pekín es que el desarrollo económico a través de la Franja y la Ruta pueden contribuir a estabilizar estas regiones mediante la creación de empleo que disminuya la agitación política y social.

En quinto lugar, expandir su esfera de influencia creando una “comunidad de amigos” en su vecindad y en todo el mundo. China puede ofrecer incentivos muy persuasivos, tantos positivos como negativos, a los países que quieren acceder a sus mercados y recibir sus inversiones. El uso de sus activos económicos para alcanzar beneficios políticos es el enfoque por excelencia de China para ampliar sus relaciones en el marco de la Franja y la Ruta.

En sexto lugar, promover un orden internacional más propicio para el autoritarismo. De los sesenta y seis países que se han adherido a la Franja y la Ruta, hay dos democracias plenas, veinticuatro democracias  defectuosas, diecisiete regímenes híbridos y veintitrés regímenes autoritarios, de acuerdo con los criterios empleados en el Índice sobre la Democracia de The Economist en 2018.

La Unión Europea y su relación con la Ruta de la Seda

El documento de la Unión Europea presentado durante la gestión de Andrea Mogherini, presenta a China con su socio de cooperación, competidor económico y un adversario estratégico, sin lugar a dudas, el expansionismo chino está siendo explícito. Diecisiete Estados miembros de la Unión Europea han firmado han firmado acuerdo para sumarse a la iniciativa de la Franja y Ruta de la Seda, estos países siguen unas pautas geográficas, algunos están en Europa Central, como Austria, Bulgaria, la República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Rumania y Eslovenia, todos ellos con excepción de Austria ya formaban parte del formato Diecisiete más uno.

 El resto están en Europa Meridional, Chipre, Grecia, Malta, Portugal, un caso aparte es el de Luxemburgo que no pertenece a ninguno de estos. Las dos locomotoras principales de la Unión Europea Francia y Alemania han reusado adherirse a la Franja y Ruta de la Seda.

En el caso de Francia, Emmanuel Macron hizo las siguientes declaraciones en un viaje a Pekín en el 2018: que expresa el porqué de las reticencias a adherirse pertenecer al proyecto, “estas rutas no pueden ser la de una nueva hegemonía que transforme en bazarios los países por donde pasa”.

China abrió puntos logísticos en los para expandir su comercio con Europa, y el mediterráneo donde se encuentran las inversiones chinas en el muelle del Pireo, en Grecia manejadas por empresas chinas Cosco, Valencia, Barcelona en España, Nápoles en Italia y Lisboa en Portugal se suman a la nueva Ruta de la Seda, debe tomarse en consideración que el 90% del transporte de mercancía entre Europa y China transita vía marítima y el mediterráneo es la ruta más expedita para el trasiego de productos que cruzan el Canal de Suez en Egipto que une el océano Indico, con el Mar Rojo que da acceso al Canal de Suez por medio el cual se abren las puertas del Mar Mediterráneo y viene a ser esta la ruta más rápida y directa para la conexión con Europa.

 Los países de Europa Central y Oriental han encontrado en China un aliado oportuno, que a decir del reconocido investigador español Xulio Ríos, encuentran en China el inversor ideal para mejorar sus infraestructuras y recuperar terrenos en sus balanza comercial, en los cuales hemos visto en especial atención en Serbia, Hungría, Bosnia y Herzegovina.

La Ruta de la Seda en el Indo-Pacífico

El concepto Indo-Pacífico subraya el papel clave de esta zona del planeta en la que políticamente, como indica el reconocido geopolítologo Robert D. Kaplan “el océano índigo es el espacio donde la competición entre Estados Unidos y China se cruzan con la rivalidad regional entre China y la India y también con la lucha contra el terrorismo en Oriente Medio, que influye estadounidense por contener a Irán.

Los Estados Unidos de América habían expresado a ser contrapesos a China, en el Pacífico –Occidental por medios acuerdos comerciales transpacíficos y transatlánticos, la administración Obama, con la entonces Secretaria de Estado Hillary Clinton, determinaron que el centro neurálgico de la estrategia estadounidense seria Asia, incluyendo un reforzamiento de su presencia militar y la ejecución de Acuerdos comerciales que excluían a China, pero que integraban  a otros países de la región, tales como Japón, India y Vietnam.

La geopolítica para comprender la presencia china en América Latina

  La influencia de China en América Latina y el Caribe, con un intercambio comercial que en el 2017 alcanzó los 244,000 millones de dólares, la ha convertido en el segundo inversor (desde el año 2003 hasta la fecha ha invertido más de 110 mil millones de dólares), dejando detrás a la Unión Europea, y ha desplazado a Estados Unidos de América como principal socio comercial de: Brasil, Chile, Argentina, Perú.

   Esto implica un determinismo geopolítico, de ahí que tomemos en consideración lo expresado por el prestigioso académico británico-estadounidense John Agnew: “Actualmente el término geopolítica se usa profusamente para referirse a los fenómenos tan dispares como conflictos de fronteras internacionales, la estructura de las finanzas globales o la configuración geográfica de los resultados electorales. Una de las acepciones del término le atribuye un significado más concreto: el examen de las supuestas clasificaciones y explicaciones geográficas que participan en el diseño de la política mundial…”.

 Es importante resaltar que Pekín, desde 2005, ha otorgado 86 mil millones de dólares en préstamos, cifra mayor que la financiada por el Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Exportación e Importación de los Estados Unidos (EXIMBANK), en el mismo período.

 Es imprescindible rememorar como esa China, que en el siglo XIX vivió lo que denominó el siglo de las humillaciones y que sufriera lo que ellos llaman el lin she o “muerte de los mil cortes”, perdió el rumbo de la historia, luego de haber tenido un orden confuciano que perduró por más de mil años.

Es en esa tumultuosa centuria cuando se suscitaron acontecimientos como las guerras del opio, la rebelión Taiping (1850-1864, la guerra civil más violenta de la historia humana, en que murieron de 20 a 30 millones de chinos), el levantamiento de los bóxers, la expansión meiji japonesa (cuando perdió Corea y Taiwán en 1895), la rapiña colonial europea; la invasión japonesa (siglo XX) y la creación por parte de éstos del país títere de Manchukuo (Manchuria), con el último emperador manchú de la dinastía Qin, Pu- Yi, la guerra civil con el Kuomintang, luego los excesos del “gran timonel”, Mao Zedong, con el “gran salto hacia adelante” (1958-1961, cuando murieron de 15 a 45 millones de chinos, dependiendo de la fuente) y por último la “revolución cultural” (1966-1976) .

   China parecía recorrer un destino trágico, del cual daba la impresión que no podría escapar, hasta que, con el apoyo del sabio hombre de estado Zhou Enlai, asume la dirección del gran dragón asiático Deng Xiaoping, “el pequeño timonel”, quien dio un giro reformista, dando inicio al socialismo con características chinas o “socialismo democrático de mercado” en un modelo calificado como: “un país, dos sistemas”, que tuvo como laboratorio las zonas económicas especiales de Shenzhen, Zhuhai, Shantou, Xiamen y la isla de Hainan.  Luego de haber sido aplicado en todo el país, bajo las alas del sistema mundial de la globalización de los mercados, se ha convertido en un eje fundamental de la economía y las finanzas del planeta.

  China casi alcanza los 1400 millones de habitantes, con apenas un 12% de su superficie cultivable, razón por la cual, para contextualizar el interés del gran dragón asiático por América Latina, no podemos olvidar la inmensa cantidad de tierra fértil para productos agrícolas que posee la región, combinado esto último con la importante y estratégica agua dulce que dispone con acuíferos tan extraordinarios como el guaraní, que es el más grande del planeta y único con capacidad de auto-regeneración.

 Tomando en cuenta los planteamientos de uno de los fundadores de la geografía moderna, Carl Ritter, quien, además de subrayar la influencia del medio físico en la actividad humana, expresó: ¨Tal y como sucede con los seres vivos, los Estados nacen, crecen y declinan¨. Estos necesitan un lebensraum o espacio vital para obtener los recursos imprescindibles. De igual forma, es insoslayable la teoría de la evolución de Charles Darwin y su planteamiento sobre la selección natural, que sirvió de base a la geopolítica cuando en sus albores en el siglo XIX, su precursor, el alemán Friedrich Ratzel, planteara la necesidad de expansión que, como seres vivos, tenían los Estados europeos para sobrevivir.

Muchas materias primas, imprescindibles para la industria china, se encuentran en esta región, en cantidades muy importantes, en los elementos metálicos básicos: cobre, plomo, zinc y estaño; ferrosos: hierro, manganeso, molibdeno, cobalto, tungsteno, titanio, cromo; preciosos: oro, plata, platino; radioactivos: plutonio, uranio, radio, torio.

De igual forma, en la región, muy especialmente en la zona de Bolivia, Chile, Argentina, se encuentra el 80%  del litio del planeta, mineral imprescindible en las industrias de las modernas tecnologías aplicadas a baterías para celulares, autos y hasta para refuerzo de turbinas. Asimismo, en la faja del Orinoco están  las mayores reservas comprobadas de petróleo, de ahí podemos inferir la espléndida relación entre Venezuela y China, dado que en el suelo venezolano se encuentran las mayores reservas probadas de crudo en el mundo.

No podemos soslayar, por la importancia que posee, la presencia de una base astronómica china para satélites y misiones espaciales, creada por el ejército chino, en Neuquén, en la Patagonia argentina, que inició sus operaciones en marzo del presente año, con una gigantesca antena de 450 toneladas y cuyo costo se estima en 50 millones de dólares.

La presencia de esta base solitaria china, según un artículo publicado por The New York Times, “es uno de los símbolos más impactantes de la estrategia que Pekín lleva implementando desde hace tiempo para transformar Latinoamérica y dar forma al futuro de la región, a menudo a través de maniobras que socavan directamente el poder político, económico y estratégico de los Estados Unidos en esta” Con este observatorio, los chinos, que aspiran llegar al lado más lejano de la Luna, esperan iniciar la ruta de helio-3, isótopo que en la comunidad científica es considerado como la fuente de energía limpia revolucionaria del futuro.

Para el distinguido profesor de estudios latinoamericanos de la Escuela Superior de Guerra del Ejército de los Estados Unidos de América, Robert Evan Ellis: “Pekín ha transformado las dinámicas de la región, desde las agendas de sus dirigentes empresarios hasta la estructura de sus economías, el contenido de su política e incluso su dinámica de seguridad”.

Una clara demostración de los niveles de preocupación que la presencia del gigante asiático en la región latinoamericana ha presentado para Washington fueron las declaraciones del secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, a la emisora Voz de América (VOA), luego de la ruptura de las relaciones diplomáticas de El Salvador y la República  Dominicana, que provocó la llamada a consulta de los embajadores estadounidenses en estos dos países, además de Panamá: “A Washington le preocupa el aumento de la influencia china en los países de América Latina”.

 También, sobre este tema, expresaron sus inquietudes el secretario de Defensa,  general Jim Mattis, quien, durante una visita a varios países de la región (Brasil, Colombia, Chile), “acusó a China de practicar una economía predatoria y su militarización de espacios tanto del cielo como en el mar”.

Considero importante incluir las opiniones sobre el gran dragón asiático del ex asesor de Seguridad del presidente Jimmy Carter, autor del libro El Gran Tablero Mundial, Zbigniew Brzezinski, para tener una coordinada geopolítica del tema de marras. Este establecía en la referida obra, publicada en 1997, que Den Xiaoping, con algunos rodeos, en agosto de 1994 había expresado la geoestrategia china, alexpresar: “En primer lugar, oponerse a la hegemonía y la política de poder y salvaguardar la paz mundial; en segundo lugar, construir un nuevo orden político y económico internacional”.

Sobre estas expresiones de Deng Xiaping, Brzezinski resaltó que “la primera, evidentemente, tiene como meta los Estados Unidos y su propósito es la reducción de la preponderancia estadounidense, evitando al mismo tiempo cuidadosamente que se produzca una colisión militar, lo que acabaría con las aspiraciones chinas de obtener mayor poder económico; la segunda, buscar revisar la distribución del poder global, capitalizando el resentimiento de algunos Estados claves contra la actual distribución del poder global, en la que los Estados Unidos ocupan la posición más alta, apoyados por Europa (o por Alemania) en el extremo occidental de Eurasia y Japón, en el extremo oriental.

A pesar de las declaraciones de Washington y los planteamientos de Beijing, muchos analistas afirman que la “trampa de Tucidides” está tendida, más aún después que los chinos han iniciado el más grande proyecto de infraestructura de la historia humanidad. Con la Ruta de la Seda y la Franja de la Ruta de la Seda, la idea de que una potencia política es la que tiene una economía dominante a escala mundial, como planteara el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Washington, George Modelski, se ajusta al caso chino. Sin embargo, estamos ante un caso inédito de la historia de los imperios, el que posee la ventaja militar, técnica y la supremacía cultural, no posee la hegemonía económica; los herederos del fundador del “reino medio” retoman el estandarte de Qin Shi Huang, con la ancestral paciencia

estratégica que viene de las antiguas enseñanzas del autor de El Arte de la Guerra“, Sun Tzu (siglo V antes de Cristo).

De ahí que, silenciosamente, con poder blando (soft power), China ha llegado a la América Latina, su presencia es una demostración del nuevo orden geopolítico, que no estará exento de los habituales instrumentos que para mantener y/o aumentar su poder han utilizado los imperios desde sus inicios. ¡Alea acta est.

Redacción
Author: Redacción

CRDMedia es un medio digital de comunicación en República Dominicana, comprometido con la defensa de los derechos de los ciudadanos.

Descubre más desde Ciudadania RD Media

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo