El Centro de Corrección y Rehabilitación San Felipe, en Puerto Plata, continúa acaparando la atención de la población por los constantes incidentes violentes que se registran en el centro.
El más reciente hecho sucedió el jueves 17 de noviembre, cuando desconocidos realizaron 13 disparos hacia el frente del recinto.
47 días antes, el 1 de octubre del presente año, el centro penitenciario fue el escenario de una trifulca en la que se produjo la muerte a tiros y puñaladas de un recluso, Raúl Alfonso Bonilla Cruz, que se encontraba en el área de máxima seguridad del penal, a manos de varios internos encabezados por Víctor Manuel Valerio.
Bonilla Cruz cumplía condena a 20 años por el delito de sicariato y estaba acusado además de pagar 150 mil pesos por la muerte del subdirector del Centro Penitenciario Rafey hombres en Santiago, George Adonis Adames.
Por el hecho, aún no esclarecido, se dijo que el arma llegó a manos de los reclusos, luego de haber despojado al vigilante penitenciario del pertrecho. Posteriormente, la versión oficial daba cuenta de que el revolver había sido tirado desde fuera del penal, una versión puesta en dudas por varios sectores.
Una hermana de Bonilla Cruz, denuncio en la ocasión que entrar un arma a ese recinto costaba 50 mil pesos y un cuchillo 30 mil.
En la ocasión, familiares de algunos reclusos que se apersonaron al lugar para conocer la suerte de sus parientes, denunciaron supuestos maltratos a estos por parte de los vigilantes penitenciarios.
El 06 de octubre, las autoridades realizaron una requisa incautando 79 teléfonos celulares, 57 armas blancas de fabricación artesanal, 40 auriculares, 72 cargadores, chips de teléfonos, encendedores y balanzas.
Como consecuencia de estos hechos fue designado un nuevo encargado del recinto, Freddy Polanco, quien dirige actualmente el penal.
Ahorcado
El 8 de septiembre fue encontrado ahorcado en su celda el interno Juan Bautista (El grande); un pescador que estaba acusado de matar a Ana Joely Toribio en una habitación del hotel Tropicana, en la calle 10 del Ensanche Duboq (Los Callejones), Puerto Plata.
Vigilante huye con arma
El 23 de agosto el vigilante penitenciario Heury Francisco Cruz Sosa fue herido luego de enfrentar una patrulla policial que logró alcanzarlo en Maimón, específicamente en la carretera que conecta a Puerto Plata con Santiago.
Cruz Sosa había escapado del Centro de Corrección con un fusil y un revólver con el que encañonó a un motorista para quitarle el motor, el antisocial tenía como objetivo llegar donde su familia en Santiago.
Finalmente, el prófugo de la justicia no logró recuperarse de las heridas sufridas y el 10 de septiembre se informó su fallecimiento.
Otro incidente en el que se vio involucrado el Recinto sucedió el 3 de julio del presente año, cuando se difundió la noticia de un motín en el centro, en el que resultaron heridos de perdigones cuatro reclusos: Santo Batista Mora, de 21 años; Willian Núñez, de 23; Félix Estiben Reyes, de 41; y Martin García, quienes se habrían amotinado por supuestos maltratos en el centro.
Al caso de los cuatro reclusos heridos de perdigones, se le suma el del 4 de junio, en el cual Casarín Rodríguez Soto (El Gago), hirió en un testículo a Eloy Amarfi Lorenzo. El hecho trajo como consecuencia la realización de una requisa en el penal en la que se incautaron varios objetos.
Más incidentes
El 2 de marzo se registró un motín por supuestos maltratos a los reclusos, en el que resultó herido Jordan Pérez, lo que provocó la visita el lunes 28 de marzo de la magistrada Patricia Lagombra, directora del Nuevo Modelo Penitenciario.
El 7 de febrero de 2022 un motín se produjo cuando el recluso Bernardo Vicente Montero incendio un colchón. Como resultado del incidente se reportaron 10 heridos, entre ellos Yefrey Ismael Matos García, Enmanuel Mañaná Montero, Álvaro Aquino Guzmán, Wilkins Fermín Casimiro, Wilton Pancho y Junior Sánchez.
A pesar de que el Centro de Corrección y Rehabilitación San Felipe fue uno de los primeros en incorporarse al Nuevo Modelo Penitenciario, la ocurrencia de incidentes y motines con saldo de heridos continúan siendo algo común en el lugar.