CREA CONCIENCIA RD

Por Juan Carlos Rodríguez 

Recientemente nos invade la imperiosa necesidad de publicar este artículo, diciendo cosas ya dichas y que quizás todo el mundo sabe, pero que casi nadie, excepto algunos patriotas nacionales han analizado y advertido sobre la peligrosidad de las mismas, a través de redes sociales y otros medios.

Poco a poco ante la mirada pasiva y complicidad de las autoridades dominicanas, las pasadas y las actuales; o mejor dicho todas después de los gobiernos del DR. Balaguer, nuestro país ha sufrido la invasión pacifica de haitianos ilegales. Imposible negar que en unos periodos de gobiernos más que otros, ha existido mayor permisibilidad y complicidad, pero, en conclusión, ningunos de nuestros gobiernos ha tocado ese tema ni ha hecho nada por detener dicha invasión.

Constantemente algunas personas han alertado sobre si se diera la realidad de que un día el pueblo haitiano se levantara contra los dominicanos, mientras otros catalogan la idea como tremendista o exagerada; pero la realidad es que como recientemente nos alertara un dominicano del exterior muy bien informado de las realidades de la invasión haitiana en nuestro país, tal como él dice, Cito: -Si se diera el caso, pasada las dos de la tarde ya nos habrían reducido y suplantado-. Y pasaríamos a la historia como una moderna Troya, atacada sorpresivamente, reducida y suplantada desde adentro.
Algunas informaciones que nos mandan y que son de conocimiento público en todos los sectores de RD, confirman que los haitianos en el país se reúnen todos los domingos 2 0 3 horas en supuestas iglesias; el dominicano, ignorante total de su idiomas y lenguaje no le entiende, por lo que pueden planear a sus anchas y convocarse hasta por parlantes, en nuestras propias narices para levantarse contra nosotros.

Muchos dirán que no, que el país cuya religión mayoritaria y cultural es el Vudú, bien podría estar reuniéndose a alabar a Dios. ¿Pero, y si no?…
¿Han analizado ustedes a estos invasores?  El común invasor está formado en su gran mayoría de hombres mayormente jóvenes, salvo algunas excepciones de mujeres, niños y familias completas, pero muy pocos envejecientes. Viven agrupados en comunidades de hasta 10 en una misma casa. Y así funciona, llega uno y este va recibiendo a los otros y así lo han ido haciendo por años.

Los haitianos nos odian. Nos cuenta un compatriota dominicano que un día viajando en su camioneta por un desolado camino vecinal en Monte Plata, se cruzó con 48 haitianos, todos jóvenes con machetes, Vaciao, (como se dice en RD) y se quedó frio, al ver el odio en sus miradas. Dice que se encomendó a Dios y se preparó para tirarle el vehículo encima si intentaban atacarlo.  Otro nos comentó que no entiende como son estas personas, te cansas de hacerles el bien, de ayudarlos y tratarlos bien y siempre encuentras odio y desprecio en su mirada. Ese mismo compatriota nos comunicó que ante la carencia de mano de obra dominicana en los campos de agricultura iba a vender su finca, porque temía que los obreros haitianos en su propiedad se levantarían contra el y su familia un día cualquiera.

Muchos me acusaran de racista, de xenófobo y oros adjetivos para descalificar lo que aquí expreso, pero esa es la pura realidad.
Si se diera dicho levantamiento, los dominicanos más pudientes que viven encumbrados en sus torres serían los primeros en caer, pues en cada torre, cada edificio y cada residencial de las zonas más exclusivas de nuestro país hay un haitiano, quien controla, puertas, lobby, ascensores y todas las entradas y salidas. Y bien podría ponerlas a merced de sus compatriotas una noche cualquiera. Igual en las casas de familia las domesticas dominicanas han sido suplantadas y ni hablar si vamos a los campos, 12 y 15 haitianos en cada finca blandiendo sus machetes. En los barrios es igual, superan a los dominicanos en gran parte, porque nunca a ningún gobierno se le ha ocurrido, no solo controlar, si no, ni siquiera hacer un censo de cuantos extranjeros existen en el país. O sea que ni siquiera sabríamos a qué o cuantos nos estaríamos enfrentando.

Recientemente hemos visto en varios videos en redes sociales, que, al haitiano, incluso adolescente no le tiembla el pulso para destrozarle la cabeza a un ser humano con una piedra, como ya hicieron con un dominicano en el este y como hacen a diario con sus compueblanos; ¿creen ustedes que tendrán algún tipo de compasión con el pueblo dominicano? A quienes nos acusan de haberle despojados de lo suyo, pues para nadie es un secreto que, a ellos, principalmente a sus nuevas generaciones les repiten constantemente que este país es de ellos y nosotros los dominicanos se los robamos, pero un día van a recuperarlo.

Por otro lado, ya hemos visto que, si se diera el caso de dicho ataque, nosotros no tendremos una prensa, nacional y mucho menos ni internacional capaz de defendernos. Pues ya hemos visto lo que paso en Haití, donde en un suceso Histórico, después de dar muerte a un presidente, todos los medios citan que el país está bajo control y en en calma. Solo las redes sociales ponen en evidencia las realidades de la actual situación. ¿Y las redes?  Esas mismas redes que confiamos en que nos permiten expresarnos, sus propietarios están al servicio de intereses y agendas especiales y el día que por conveniencia quieran dejarnos incomunicados, lo hacen simplemente tocando un simple botón; como ya hicieron con el presidente que creíamos el mas fuerte del mundo, y fue silenciado. Solo con decir se cayó tal plataforma dos horas, todo quedaría resuelto.

Por último, lo que recientemente vivimos, Republica Dominicana, el país más cercano a Haití, el país más perjudicado por Haití, el que más ha ayudado a Haití y el país que actualmente enfrenta la mayor amenaza frente a la crisis de Haití, queda excluido de las negociaciones internacionales que ´´supuestamente´´ buscan resolver los conflictos de nuestro vecino más cercano, Haití.

Repito que algunos en el día de hoy nos tildaran de locos, tremendista y no sabemos que descalificativos más, pero les aseguro que lo que aquí escribimos es simplemente para que el pueblo dominicano esta alerta; se hace imprescindible que RD cree conciencia. Cada dominicano debe prepararse y armarse, ya no para defender el país, si no para defender a su familia.Ya hemos escuchado a muchos decir en su total y justa razón:  -Quien va a arriesgar su vida defendiendo una patria que no te defiende, pues sus líderes solo aspiran a robar y hacerse millonarios y luego son suplantados por otros que vienen con la única intención de hacer lo mismo a mayor escala-.

Es muy lamentable, pero la realidad es que no tenemos argumentos para refutar esta expresión derrotista y entreguista del dominicano común. Por eso apelamos a la defensa de sus familias, porque cuando nuestras autoridades, ciegas, sordas y mudas ante esta situación vengan a reaccionar, si acaso algún día reaccionan, ya será muy tarde.Por eso ya no nos dirigimos a ellos, nos dirigimos a ti dominicano, para que te cuides, te proteja y protejas a tu familia.

Que Dios te bendiga y te proteja y  ojalá estemos equivocados.

El articulista es Sub-Sec Ultramar-Ex Cndt.Diputado Ultramar C#1
Redacción
Author: Redacción

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