Por definición, “un carroñero o necrófago es un animal que consume cadáveres de animales sin haber participado en su caza”, con esta definición hacemos alusión al sector eléctrico, aquel que agoniza por falta de la inyección de capitales, al cual solo se le extraen los recursos y no se le hace ninguna inversión de capital en aras de mejorar sus condiciones para entregar el servicio para el cual esta destinado.
A este caso también le cabe el concepto de vaca lechera, se refiere a aquellas empresas que no dan más, que llegaron a su ciclo de vida útil y solo se le ordeña hasta sacar toda su energía vital y después, cuando no ya no generen utilidades, abandonarlas como vampiro a su presa después de haberla desangrado.
Tanto el que se come el animal ya muerto, así como el que ordeña la vaca hasta la saciedad, le encaja el concepto de carroñero.
Sabemos que las EDES, desde hace tiempo necesitan grandes inversiones para mejorar sus redes eléctricas, a fin de eficientizar la entrega del servicio eléctrico que brindan a los ciudadanos. Esta fueron unas de las razones por la que se capitalizó el sector, por el sector privado, para inyectarle capitales frescos con la promesa de que los ciudadanos obtendrían un mejor servicio, debido a que el Estado no es muy buen administrador, según algunos.
La capitalización se hizo y nada ha pasado. Continúan los incontables apagones, pero al día de hoy esta pasando algo peor, hablamos de una denuncia de sobresaturación por parte de la empresa EDEESTE, parte del periodista Julio Martínez Pozo, quien ha presentado un sinnúmero de pruebas en relación a dicho fraude. Al parecer el ahorro que realizan las EDES a través de los apagones financieros, ya no es suficiente para el retorno de sus pírricos capitales invertidos. Ahora se valen de realizar estimaciones futuras al consumo de energía eléctrica de cada hogar dominicano para cobrarle a todos los ciudadanos de buena voluntad que no desean violentar la ley.
Lo que queremos decir es que, por ejemplo, si un hogar dominicano presuntamente consumió 30kW en el mes de agosto, ellos estimarán el consumo de ese hogar a septiembre de 40KW, formula que solo ellos manejan y que ahora mismo la ciudadanía no sabe que hacer ante este descontrol y abuso.
Lo pero de todo esto es que, esos reclamos no prosperan ante la superintendencia de electricidad ni pro-consumidor, ya que, al parecer, es todo un consorcio perverso que existe entre todo el sector, el que entrega el servicio, los que regulan y aquel que debe estar del lado del pueblo.
Lo grave de todo esto es que, los grupos económicos que están detrás de todo este drama tienen sus partidos y a sus cabecillas como administradores. Y los mismos no le sirven al pueblo, solo a sus amos que, como todo buenos sabuesos, les obedecen y les son leales.
Que los administradores de las EDES tengan partidos políticos y movimientos políticos no es lo grave, lo malo es que de esos partidos, ellos no son sus propietarios; son los grupos empresariales que están detrás que les gobiernan y como orcos los tienen a ellos como avanzadilla o punta de lanza para lograr sus propósitos.
Ya esos grupos económicos no se ocultan, como dirían Melvin Mañón, son unos cara dura, tienen a sus gendarme dispuestos a utilizar cualquier artificio para recuperar la pírrica inversión que han hecho.
Hacemos esta advertencia, no para todos los dominicanos, ya que sabemos que el germen del fanatismo carcome a un segmento de este, ya que gran parte del electorado acude a las urnas segados por el fanatismo y no les importa si tienen que poner sus propias tripas para hacerles sogas a los poderosos para su propia ejecución.
Este es un llamado para ese pueblo sensato y consciente que sabe el valor de su voto y lo hace con conciencia y seriedad, y les dará su merecido en las elecciones del 2024, a los carroñeros y orcos que se esconden detrás de sus peones que dirigen las distribuidoras de electricidad (EDE).