José Ricardo Taveras Blanco
CRDmedia
Casi nunca suelo especular sobre temas vinculados a procesos judiciales o denuncias de corrupción aún cuando maneje cierta información, a menos que me encuentre profesionalmente vinculado. Esto así porque he estado en el servicio y se que todo hombre público está expuesto al chantaje de los intereses, de la mediocridad, de los mercenarios de la palabra escrita o hablada, de la vocación del ignorante que habla desde el prejuicio y con aires doctorales urbi et orbi sobre cualquier cosa, conscientes todos de que la desinformación inducida es un placebo que sirve de abono a oídos siempre dispuestos a recibir el morbo como un alucinante inductor de placer, sobre todo cuando la víctima es la política.
Dicho eso, escuché al señor @hugoberas incluso llorar al recordarse frente al paredón de su hija de 13 años, lo cual me acongojó y me recordó que en algún momento sentí un sentimiento parecido cuando fui víctima de una campaña parida por la perversidad mas despreciable y enferma, posible gracias a la execrable asociación de ciertos exponentes del poder y de una letrina disfrazada bajo manto de “prensa”. Los titulares de esa manipulación grotesca le llegaban a mis hijos y a su vez éstos me los daban a conocer, cada mensaje era una daga clavada en mi corazón, no por el mensaje en sí, de cuya hedionda índole me sentía seguro, sino por el medio a través del cual me llegaban.
Dicho esto quisiera dar un consejo a @hugoberas sin entrar en juicios de valor ni en prejuicios de ninguna índole:
He visto las explicaciones sobre las implicaciones del contrato del @INTRANT_RD para los semáforos, son delicadas y todo parece indicar que serias, pero a pesar de eso, en el actual estadio del proceso sólo son una versión o teoría de una de las partes, de manera que, responde punto por punto, no defiendas el contrato ni solicites la reconsideración de su suspensión sobre la base de argumentos emocionales o exhibición de autoridad moral, descansa en los fundamentos que a tu juicio podrían sostener la actuación de tu institución frente a la ley en el manejo del proceso, saca a relucir manipulaciones y documenta la verdad para que sea ésta la que ponga en evidencia la mentira, así matarás el tema y saldría airoso.
En pocas palabras, las imputaciones que se ciernen son demasiado precisas y aparentemente documentadas, la vía que has elegido no es correcta, rinde cuentas y enfrenta el toro por los cuernos, con toda la responsabilidad.