Por Redacción
CRDmedia
A dos días de concluir el año 2023, las calles de Santo Domingo se tiñeron de sangre una vez más. Esta vez, se trata de la muerte de dos miembros de la Armada Dominicana y de un civil vestido con ropa de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), los cuales fueron abatidos por miembros de la Dirección de Investigaciones Criminales (DICRIM), en un hecho ocurrido en el 12 de Haina, de acuerdo a lo informes extraoficiales.
De acuerdo al informe preliminar oficial, dado por la Policía Nacional, en el operativo apresaron a otro hombre, identificado como Michael José Constanza Piña, el cual debe tener muchas cosas que contarle a la uniformada.
Por lo visto, según dicho informe, los occisos tenían un alto perfil de violencia, razón por la cual, suponemos, fueron neutralizados desde que miembros del DICRIM hicieron contacto con ellos.
Este suceso pone en evidencia, una vez más, la grave situación de inseguridad y violencia que azota a la capital dominicana, así como la posible infiltración de agentes del Estado en el crimen organizado.
Las autoridades deben esclarecer si en verdad se trata de miembros de la Dirección Nacional de Control de Drogas o de simples soldados vinculados al crimen organizado, ya que estaríamos ante una modalidad superior del delito por los elementos a favor que tiene.
No es la primera vez que se registran enfrentamientos armados entre agentes del orden y delincuentes uniformados, ni tampoco la primera vez que se cuestiona la integridad y la profesionalidad de algunos miembros de las fuerzas armadas.
Es necesario que se realice una investigación exhaustiva y transparente sobre este caso, que se determinen las responsabilidades y que se apliquen las sanciones correspondientes, de ser necesario.
Los ciudadanos merecen vivir en paz y confiar en sus autoridades. No podemos permitir que la violencia y la corrupción se conviertan en la norma y que la impunidad se imponga sobre la justicia.
Esperamos que el año 2024 traiga la esperanza de un futuro mejor para todo el país.