La Habana (EFE).- Las delegaciones del Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) retomaron los negociaciones de paz en La Habana con el objetivo principal de acordar en las próximas semanas un cese al fuego.
La instalación de la mesa del tercer ciclo de diálogos de paz entre las partes, esta vez en Cuba tras las rondas en Venezuela (noviembre) y México (marzo), siguió a semanas de desencuentros por la violencia y a dudas en cuanto a las expectativas de avances en esta nueva fase de las negociaciones.
El cese al fuego es el punto clave de la agenda, por las vidas en juego y la capacidad de la cuestión para desatascar otros asuntos de los diálogos. Pero aunque las dos partes aseguran que aspiran a acordarlo en La Habana, persisten las diferencias en el lenguaje al respecto.
El negociador jefe del ELN, Israel Ramírez, alias “Pablo Beltrán”, aseguró en su discurso que su equipo tiene “plena disposición y voluntad para llegar al cese al fuego”.
En la víspera, en un encuentro con medios internacionales y colombianos, había explicado que su objetivo era un cese al fuego diseñado con “realismo”, para “que funcione al ciento por ciento, cero errores”: que no sea “elemental”, pero tampoco “pesado y complejo” y por tanto “difícil de cumplir”.
La tercera ronda de negociaciones entre el Gobierno y el ELN
En el acto participaron los jefes negociadores del Gobierno colombiano y el ELN, Otty Patiño e Israel Ramírez -alias “Pablo Beltrán”-, respectivamente. Y el canciller cubano, Bruno Rodríguez, en calidad de anfitrión y representante de uno de los países garantes de este proceso.
Beltrán aseguró en sus palabras iniciales que esta ronda es clave para alcanzar un cese al fuego y subrayó que los miembros del ELN están “comprometidos con las transformaciones para la paz”.
“Tenemos plena disposición y voluntad para llegar al cese al fuego y a la participación de la sociedad”, aseguró.
La senadora María José Pizarro Rodríguez, de la delegación gubernamental, abogó por su parte en la instalación por “un avance sustancial y definitivo en la agenda acordada”, buscando un proceso de paz “irreversible”.
El canciller cubano, a su vez, en unas palabras en la apertura del acto, afirmó que “Cuba apoyará y facilitará que (las partes) alcancen acuerdos en esta oportunidad histórica”.
Patiño aboga por un cese al fuego “temporal”
El negociador jefe del Gobierno colombiano, Otty Patiño, abogó por lograr un cese al fuego “temporal con vocación de darle prolongación y profundidad” que permita en octubre unas “elecciones en paz”.
“La idea es que pactemos un cese temporal con vocación de darle prolongación y profundidad, y que sea irreversible”, aseguró el negociador jefe de la delegación gubernamental.
El objetivo, agregó, es que cuando lleguen los comicios, Colombia tenga un cese al fuego que impida el “sabotaje a las elecciones”.
El “constreñimiento a los electores” y cualquier “mediación armada”, a la vez que permita “libertad para que los partidos puedan poner sus candidatos”.
“Todo ese tema de unas elecciones en paz es lo que nos obliga en esa profundización del cese al fuego”, apostilló.
La respuesta del ELN
El negociador jefe del ELN, Israel Ramírez, aseguró que su objetivo era un cese al fuego diseñado con “realismo”, para que funcione “al 100 %”. Subrayó que esa medida sería “preliminar” y que debe ser “totalmente lograble, medible y evaluable”.
Patiño, por su parte, indicó que en el cese al fuego están incluidas las hostilidades (daños contra la población civil: de amenazas a confinamientos, pasando por desplazamientos forzados y el reclutamiento de menores) y conlleva una “limitación geográfica” para que sea verificable.
Subrayó que “sin cese al fuego es imposible avanzar las transformaciones y las acciones humanitarias” que también se negocian en estos diálogos de paz y que “sin cese al fuego y sin cese de hostilidades no es posible una transformación y una participación democrática” para que tenga voz una “inmensa” parte de la población colombiana.
Avanza rápido
Colombia puede estar “confiada de que vamos a llegar a un cese al fuego, que vamos a avanzar sobre el tema de la participación y que vamos a consolidar lo de acciones y dinámicas humanitarias”, indicó.
Patiño abogó por avanzar “lo más rápido que se pueda”, pero sin empujar “de forma desmedida” al ELN, que necesita “hacer consultas” y “llegar unido a la firma final de los acuerdos”.
Valoró asimismo como una “buena noticia” que se haya incorporado a la delegación del ELN Nicolás Rodríguez Bautista, alias Gabino.
“Creemos que Gabino, a pesar de que ya no es el comandante del ELN, es un hombre que es un símbolo de la unidad del ELN y por tanto una garantía de que podemos avanzar mucho más rápidamente con él que sin él”, expresó Patiño.
Con respecto al Acuerdo de México, el pacto alcanzado por las partes en marzo en el segundo ciclo de contactos, el negociador jefe del Gobierno de Colombia consideró que es “bastante sólido y bastante audaz”: “La tarea que hicimos, lo hicimos bastante bien”, afirmó.
Los contactos entre ambas partes comenzaron en los compases finales de la presidencia de Juan Manuel Santos, pero quedaron suspendidos en 2018. Tras un atentado del ELN el entonces presidente, Iván Duque, congeló las conversaciones.
El pasado agosto se reiniciaron formalmente las conversaciones, al poco de llegar Petro al Gobierno con su propuesta de Paz total. Desde entonces se han celebrado dos rondas de contactos.
Reclutamiento de menores de edad
Además, Patiño aseguró este martes que su delegación seguirá exigiendo a la guerrilla desvincular a todos los menores de edad de la guerra.
Patiño hizo estas declaraciones en un aparte con medios de comunicación internacionales y colombianos en La Habana, tras la instalación del tercer ciclo de diálogos de paz en Cuba.
Sobre un asunto, que ha sido motivo de controversia en las últimas semanas.
“Ellos han reconocido que tienen menores y desde el concepto internacional todo menor reclutado es reclutado violentamente. Ese punto lo abordaremos o lo seguiremos abordando”, afirmó.
Indicó que en la mesa “se les ha exigido (a los representantes del ELN) no sólo que digan la verdad” con respecto a esta controvertida cuestión, “sino, sobre todo, que desvinculen a los niños de la guerra”.
“No solamente porque es delito, sino porque los niños no deben estar en la guerra”.
A su vez, agregó Patiño, el Estado colombiano “debe comprometerse” a resarcir a esos niños en sus derechos, para evitar casos de vulnerabilidad.
Negación del ELN
Las declaraciones de Patiño contrastan con las del jefe negociador del ELN, Israel Ramírez, alias Pablo Beltrán, quien negó en un encuentro con medios internacionales y colombianos que en las filas de la guerrilla hubiese menores de 16 años.
Indicó, por un lado, que el reglamento interno del ELN “se ciñe al derecho internacional humanitario”.
Con lo que los ingresos en filas son a partir de los 16 años.
Agregó además que en el ELN está “prohibido” forzar a alguien a entrar en la guerrilla o a permanecer en su seno.
“En el ELN se entra voluntario y se sale voluntario, que es lo contrario al concepto de reclutamiento”, subrayó Beltrán.
El negociador jefe del ELN reconoció, sin embargo, que la pobreza empuja en ocasiones a miembros de ciertas comunidades a la guerrilla, por la falta de otras opciones.
Por ese motivo apostó por resolver “las causas por las que esos muchachos les queda sólo como opción irse a la guerrilla”.
El tema de los menores de edad no está explícitamente en la agenda de este tercer ciclo de diálogos en La Habana.
Que se centra en el cese al fuego, los alivios humanitarios y la participación de la sociedad civil, aunque está ligado.
Los diálogos
Los diálogos entre el Gobierno colombiano y el ELN comenzaron en noviembre en Caracas. Allí se acordó promover alivios humanitarios en algunas de las regiones más golpeadas por el conflicto armado.
El segundo ciclo, celebrado entre febrero y marzo en Ciudad de México concluyó con el reconocimiento por parte del Gobierno del estatus político al ELN como “organización armada rebelde” y el registro de “avances” de cara a alcanzar un acuerdo para un cese al fuego bilateral.
En la tercera ronda se hablará del cese al fuego bilateral, alivios humanitarios y participación de la sociedad civil en el proceso de paz.