Ayer demostramos que aún no estamos preparados para actuar ante un sismo

Por: Jeffrey Medina
Ciudadanía RD Media

Ingeniero industrial y experto en seguridad y salud ocupacional. MBA en Gestión Óptima de Proyectos de la Universidad de Cádiz, España, y Maestría en Gestión Integrada: Medio Ambiente, Calidad y PRL de la Universidad Internacional Iberoamericana, EE. UU.

A raíz del temblor de tierra que se registró ayer miércoles primero de febrero, que según el Instituto de Sismología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), la magnitud del movimiento telúrico fue de 5.3 grados y tuvo su epicentro a 37 kilómetros al sur de Baní, sin embargo, para el Servicio Geológico de Estados Unidos fue de 5.0 grados y tuvo su epicentro a 32 kilómetros al sur de Baní, pudimos comprobar que a pesar del esfuerzo que realiza el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) cada año con su Simulacro Nacional por Terremoto donde participan más de 2 millones de personas, demuestran que el país aún sigue en pañales en materia de actuación.

A continuación, listamos las acciones que pudimos evidenciar a través de los medios de comunicación y redes sociales, que validan nuestra preocupación ante el tema, además de dar nuestras respectivas observaciones ante cada caso:

Los presentadores/as de los canales de televisión, emisoras y medios digitales no sabían qué hacer, y muchos de ellos recomendaron utilizar el llamado ¨Triangulo de la vida¨, medida que no es recomendada por ningún organismo competente a nivel local y muchos menos organismos internacionales.

La actuación recomendada y avalada por el COE, CDC, Cruz Roja Internacional, Defensa Civil, Red Sísmica de Puerto Rico, USGS, entre otros, es hacer lo siguiente:

Agacharse, cubrirse y agarrarse

En la mayoría de las situaciones usted se puede proteger si inmediatamente:

Se agacha y se pone en el suelo de manos y rodillas antes de que el terremoto lo derribe. Esta posición evitará que se caiga, pero le permite moverse si es necesario.
Se cubre la cabeza y el cuello (y todo el cuerpo si es posible) metiéndose debajo de una mesa o un escritorio resistente. Si no se encuentra cerca de un lugar en el que pueda resguardarse, agáchese cerca de una pared interior o junto a muebles de poca altura que no vayan a caerle encima, y cúbrase la cabeza y el cuello con los brazos y las manos.
Se agarra de su resguardo(o de su cabeza y cuello) hasta que deje de temblar. Prepárese para moverse con su resguardo si el temblor lo cambia de lugar.
Se pudo ver en televisión nacional, algunos/as presentadores/as de programas salir despavoridos/as de sus áreas de trabajo, poniendo en evidencia que sus empresas no cuentan con protocolos de evacuación de emergencias funcionales, no han escuchado nunca de como actuar en casos como estos o peor aún, no cuentan con planes de respuestas.

Mientras está temblando no se sale o se intenta caminar de un lugar a otro, ya que por el movimiento telúrico del momento usted no tendrá el control de su cuerpo, y pudiera tener una caída que lo lesione, además de un golpe en la cabeza que lo haga perder el conocimiento, y por ende le imposibilite actuar. Recuerde seguir los pasos a, b y c mencionados anteriormente.

Otros, fueron vistos orando y pidiéndole clemencia al todopoderoso, ya que, para una parte de la ciudadanía, los terremotos son parte de un castigo del altísimo a la población por sus pecados y la maldad del mundo.

Aunque la interacción entre Placas Tectónicas es la principal causa de los sismos no es la única. Cualquier proceso que pueda lograr grandes concentraciones de energía en las rocas puede generar sismos cuyo tamaño dependerá, entre otros factores, de qué tan grande sea la zona de concentración del esfuerzo. Las causas más generales se pueden enumeran según su orden de importancia en:
Tectónica: son los sismos que se originan por el desplazamiento de las placas tectónicas que conforman la corteza, afectan grandes extensiones y es la causa que más genera sismos.
Volcánica: es poco frecuente; cuando la erupción es violenta genera grandes sacudidas que afectan sobre todo a los lugares cercanos, pero a pesar de ello su campo de acción es reducido en comparación con los de origen tectónico.
Hundimiento: cuando al interior de la corteza se ha producido la acción erosiva de las aguas subterráneas, va dejando un vacío, el cual termina por ceder ante el peso de la parte superior. Es esta caída que genera vibraciones conocidas como sismos.
Deslizamientos: el propio peso de las montañas es una fuerza enorme que tiende a aplanarlas y que puede producir sismos al ocasionar deslizamientos, pero generalmente no son de gran magnitud.
Explosiones Atómicas: realizadas por el ser humano y que al parecer tienen una relación con los movimientos sísmicos.

A través de las redes sociales, también observé cómo se armaron debates estériles sobre si había sido un terremoto, un sismo o un temblor, discusión que carece de sentido, ya que para fines de emergencias tienen el mismo tratamiento, además que significan lo mismo.

Sismo, temblor y terremoto; todos estos términos son sinónimos. Sin embargo, en el lenguaje común se habla de terremotocuando el sismo ha causado víctimas o daños severos en las edificaciones y de temblor cuando el sismo no ha provocado daños.

Me tocó escuchar personas decir que, por la magnitud de este, los daños tenían que ser grandes y muchos, y en esta ocasión es importante aclarar que la magnitud no es proporcional al daño, a diferencia de la intensidad que sí corresponde con los daños ocasionados por el sismo.

Siempre escuchamos hablar de magnitud, pero muy pocas veces hemos escuchado hablar de intensidad, y esa debería ser nuestra escala de referencia, ya que la magnitud no es proporcional al daño, sin embargo, la intensidad si, por ejemplo, el terremoto de Haití del 12-01-2010 vs el terremoto de Chile del 11-02-2011 fueron de 7.0 grados en la escala de Richter, sin embargo, en Haití hubo más 350 mil muertos y más de 600 mil afectados contrario a Chile donde no hubo muertos ni heridos y el único efecto negativo fue cortes de energía y el colapso de las líneas telefónicas. Tomando como referencia la escala de Mercalli la intensidad del sismo de Haití fue categoría XI y en Chile categoría VI, ya que la intensidad es una estimación cualitativa de la energía liberada por un terremoto, basada en los efectos y daños que éste produce en el Terreno, Edificios y Obras de Ingeniería Civil.