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La lucha por el reconocimiento de los derechos de lamujer se remonta a siglos.

     

    Por Evans PAUL KP
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    Evans Paul autor responsable del articulo

    Hace 45 años, en 1977, la Asamblea General de las Naciones Unidas dedicó el 8 de marzo como el Día Internacional de los Derechos de la Mujer.

    Sin embargo, la lucha por los derechos de las mujeres se remonta a siglos.
    Ya en septiembre de 1791, el Olimpo de Gouges francés publicó la Declaración de los Derechos de las Mujeres y los Ciudadanos.

    En 1910, la Internacional Socialista se reunió en Copenhague, Dinamarca, decidió establecer un Día de la Mujer.

    La elección estadounidense de 1920 de las dos primeras mujeres, Jeannette Rankin a la Cámara de Representantes y Rebecca Latimer Felton al Senado, llevó a un frenesí en el movimiento feminista estadounidense, que ha estado comprometido durante décadas.

    De 1921 a 1965, la Rusia soviética fue el primer y único país en oficializar unas vacaciones no laborables para las mujeres.

    En Haití, la lucha por el triunfo de los derechos de la mujer ha visto muchos momentos gloriosos. Esto a pesar de la ausencia de nuestras heroínas entre los 35 signatarios del Acta de Independencia del país en 1804, para lo cual jugaron un papel preponderante.

    Es oportuno lamentar la ausencia de nombres femeninos, en este acto fundacional del país, tal mención, con toda justicia, rendiría un merecido homenaje a los logros de Cecile Fatiman en Bois Cayman, de Sanite Belair junto a Toussain t Lou verture, por Marie Jeanne Lamartinière, siguiente a Dessalines a la Cr ête-à-Pierrot, de Catherine Flon que cosió nuestra bandera nacional en Arcahaie en 1803, de Marie Claire Heureuse Félicité Bonheur que inició la tradición de la sopa de giramón el 1 de enero, de Dédé Bazile, más conocida como Desfile l cr azy, también luchadora en la revolución mujer haitiana, quien se hizo famosa por su coraje y claridad, procediendo al entierro del cuerpo desmembrado del padre fundador de la Patria, Jean-Jacques Dessalines, después de su cruel asesinato en el Pont-Rouge, el 17 de octubre de 1806.

    Mucho antes que las mujeres de ciertas nacionalidades, las mujeres haitianas también reclamaban la calidad de la electricidad: este derecho les fue otorgado desde 1957.

    En el marco de su lucha, obtuvieron la rectificación, con el decreto de 6 de julio de 2005, de ciertas disposiciones contenidas en el Código Civil de 1825 que tratan de las penas discriminatorias relacionadas con el adulterio.

    El adúltero fomenta una pena de tres (3) meses a un (1) año de prisión (artículo 286 del Código Civil de 1825), mientras que el mismo Código Civil en su artículo 215 castiga al adúltero sólo con una multa de cien (100) gourdes, si el acto sexual tuvo lugar en la casa matrimonial.

    Mediante el decreto del jueves 11 de agosto de 2005, incluso consiguieron que la violación fuera considerada delito y castigada con diez años de trabajos forzados.

    Las mujeres haitianas hoy son aceptadas en todos los niveles del poder público. El artículo 17-1 de 2012 versión modificada de la Constitución de 1987 establece el principio de al menos un treinta por ciento (30%) cuota de mujeres en áreas de responsabilidad, en aparatos estatales.

    Hoy en día, a las mujeres de países como Afganistán o Pakistán no se les permite conducir un vehículo sin estar acompañadas por un tutor, que era su hijo menor de edad.

    Las mujeres haitianas van considerablemente por delante en este sentido.

    Ellos ciertamente merecen más. Sin embargo, es importante consolidar lo logrado y continuar en la búsqueda de relaciones más armoniosas entre hombres y mujeres, en respeto mutuo.
    El feminismo no se trata de luchar contra los hombres, sino de defender los derechos inalienables de las mujeres.

    La conmemoración anual del Día Internacional de los Derechos de la Mujer, cada vez más, toma la forma de apoyo al principio de la igualdad de género, para el mejoramiento de la comunidad humana universal.

    La promoción de los derechos de la mujer interfiere con la responsabilidad conjunta de quienes trabajan para construir una sociedad armoniosa, por la justicia, la seguridad, la libertad y la prosperidad.

    Sabiendo que la razón principal de vivir, reside en el amor y la solidaridad entre hombres y mujeres, indispensable para la benevolencia de VIVIR JUNTOS.

     

    Puerto Príncipe, Haiti, martes 8 de marzo de 2022
     

    Redacción
    Author: Redacción

    Medio digital de comunicación de República Dominicana

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