En vez de tomar medidas correctivas con las AFP estas han sido premiadas asegurándoles mayores márgenes de ganancias, mientras los derechos de la población siguen siendo negados e ignorados y las autoridades apuestan a que las personas afiliadas sigan aceptando las migajas de prestaciones que les ofrecen.
Por LUIS HOLGUÍN-VERAS
Ciudadania RD Media
La población dominicana, afiliados o no a la Seguridad Social, continúa tomando consciencia de los problemas del actual sistema de pensiones basado en la capitalización individual que no ha podido cumplir con las promesas con las que se logró la aceptación de este modelo. Promesas que crearon expectativas que no se han cumplido. Pero en vez de tomar medidas correctivas con las AFP estas han sido premiadas asegurándoles mayores márgenes de ganancias, mientras los derechos de la población siguen siendo negados e ignorados y las autoridades apuestan a que las personas afiliadas sigan aceptando las migajas de prestaciones que les ofrecen con su complicidad y que los afiliados sigan pagando adicionalmente por todo lo que no reciben.
El Sistema de Pensiones de la Seguridad Social, tras más de 18 años de implementación en nuestro país, continúa siendo como un embudo, el lado estrecho para la población y el lado ancho para los negocios que se insertaron y apropiaron de la Seguridad Social, es decir, las ARS y las AFP.
La sociedad dominicana ha tomado consciencia de esta amarga situación y reclama la modificación integral de la Ley 87-01.
Cada día, la población presenta por diversas vías, incluyendo los medios de comunicación y las redes sociales, las quejas y reclamos de las personas afiliadas frustradas e insatisfechas con el abuso de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) y de las autoridades de la Seguridad Social.
Pese a los miles de reclamos presentados, ninguna de las instituciones que dirigen la Seguridad Social actúa a favor de los derechos de las personas afiliadas, mientras sí lo hacen diligentemente para favorecer los intereses de los negocios en la Seguridad Social, como las AFP y las ARS.
Cada día que pasa la indignación de la población sigue creciendo, al ver sus demandas ignoradas por las autoridades, sus derechos conculcados, mientras paradójicamente atienden con diligencia y sumisión servil, a las demandas u órdenes de las AFP.
La creciente indignación de la población, han llevado a las AFP a implementar una estrategia de presencia intensiva en los medios de comunicación y las redes, contratando a diversos profesionales para que traten de defender sus intereses, aun sea ofreciendo informaciones distorsionadas y manipuladas, que no resisten el más sencillo contraste con la realidad que viven las personas afiliadas.
Ante el interés de estos negocios insertados en la Seguridad Social de continuar, influyendo para mejorar la imagen de estas empresas, deteriorada por el incumplimiento de los beneficios ofrecidos, una de sus últimas acciones ha sido el contratar a dos destacados humoristas, quienes, en el anuncio publicitario, dialogan y aparentan quedar motivados con lo que les ofrecen estos negocios.
Los negocios insertados en la Seguridad Social recurren a la credibilidad de estos humoristas, quienes pretenden describir las bondades de las AFP. Pero en realidad el mensaje es recibido por la población como una burla, como un chiste de mal gusto, en el que los afiliados se sienten re victimizados.
¿De qué beneficios hablan estos humoristas? ¿Será que viven en el planeta Marte o no tienen familiares o amigos a través de los cuales ellos puedan conocer la triste realidad de las personas afiliadas? Quizás ellos no se han detenido en conocer la realidad de lo que recibirán las personas afiliadas como beneficios de estos negocios de las pensiones.
¿Será que este anuncio, en realidad es una sátira en contra de las AFP? Si es así, debemos reírnos a carcajadas porque así sí que tiene sentido. Así sí es un buen chiste y estos humoristas merecen un premio del más alto nivel. Lamentablemente creo que los humoristas no están haciendo un chiste, sino que han sido contratados para decir mentiras, usando su imagen para transferir al mensaje, la credibilidad que no tienen las operaciones de estos negocios en la Seguridad Social.
Lo que las AFP ofrecen a sus afiliados no es un asunto para reírse, más bien es algo que motiva a llorar, por la desesperanza que proyecta la triste realidad en la que sólo las AFP siguen ganando, mientras las personas afiliadas continúan solo recordando con tristeza las bondades ofrecidas cuando se aprobó la Ley 87-01, pero viendo con indignación el vulgar engaño que se le hizo al pueblo dominicano, con la complicidad de las autoridades.
Este engaño, que contando con la complicidad de legisladores, funcionarios y de los supuestos representantes laborales, auspició la persecución y asedio de los planes de pensiones existentes, hasta lograr su disolución, exigiéndoles igualar las ofertas de las AFP. Sin embargo, hoy vemos que esas mismas ofertas de lo que ofrecerían las AFP, estas han anunciado con toda desfachatez, que no pueden cumplirlas. Y lo peor es que ninguna autoridad dice nada, ninguna le reclama nada, lo poco que dicen y hacen es tomar resoluciones y legislaciones que amplían los márgenes de ganancias de estos negocios en la Seguridad Social, en perjuicio de las prestaciones a las que tienen derecho las personas afiliadas, pero que tristemente no reciben y, al parecer, no las recibirán nunca.
Como ya dije, las autoridades han hecho muy poco para exigirles a las AFP que cumplan con lo ofrecido. Mientras tanto, miles de empleados perdieron las coberturas de los planes a los que pertenecían, mientras la AFP a la que fueron afiliados les ofrece migajas de prestaciones que no satisfacen las necesidades, ni se corresponden con lo ofrecido.
La verdad es que hacer humor a partir del dolor del pueblo no es nada gracioso. Qué bueno que el pueblo, al ver este anuncio publicitario, se indigna y lo percibe como una burla más de los negocios que se enriquecen con el engaño perpetuado en la Seguridad Social. Ya en las redes sociales circulan memes que expresan esta indignación.
Las figuras públicas deben cuidar su imagen y evitar asociarse a acciones dañinas a la población. Mi madre siempre nos decía “Hay dinero que es mejor no ganarse”. Creo que este es un caso de esos a los que ella se refería.
¿Cómo puedo admirar a alguien que es capaz de afirmar mentiras como si fueran verdades, engañando a la sociedad que les sigue y los admira?
¿Vale la pena comprometer su imagen y exponerse al descrédito público, por ganarse un pago salpicado de daños a tantos afiliados a quienes se les han negado sus derechos y que han sido atropellados cuando más necesitaban del apoyo que la Seguridad Social les ha debido ofrecer, cuando han estado enfermos o cuando deberían poder pensionarse?
El Movimiento por las Pensiones de los Servidores Públicos (MOPESEP)continúa impulsando el logro de los reclamos que han hecho:
1.- Que las personas pensionadas continúen teniendo el Seguro Familiar de Salud del Régimen Contributivo.
2.- Que se reconozca el derecho a permanecer en el sistema de reparto, a los servidores públicos de cualquier edad, amparados por la ley 379-81.
3.- Que se generalice a todas las instituciones públicas la no aplicación del límite en las pensiones, instituido por la Ley 379-81.
La Coalición por la Seguridad Social Digna ha presentado una propuesta de modificación integral de la Ley 87-01, basada en garantizar los derechos fundamentales a la Salud Integral y a la Seguridad Social que consigna nuestra Constitución. El MOPESEP apoya y suscribe esta propuesta que contribuye a lograr que nuestro Sistema Dominicano de Seguridad Social verdaderamente se convierta en un instrumento de mejora de la calidad de vida de la población dominicana, con un enfoque de derechos y no de negocios que se nutran de forma parasitaria del financiamiento de la Seguridad Social.
La Seguridad Social no es asunto de juego, ni de chistes crueles, ni mentiras. Por el contrario, la Seguridad Social es un asunto de derechos fundamentales que están siendo negados, mientras los negocios de las ARS y las AFP continúan aumentando sus ganancias, sobre los derechos conculcados de las personas afiliadas, que para colmo deben ver a humoristas y profesionales decir mentiras para distraerlos y desviar su atención, como si con eso lograran mejorar sus condiciones de vida.
Los servidores públicos esperan que más pronto que tarde, el gobierno y las autoridades de la Seguridad Social restituyan los derechos que les siguen negando en las pensiones a las que tienen derecho.
La población dominicana, afiliados o no a la Seguridad Social, ha tomado consciencia de los problemas del actual sistema pensiones, que basado en la capitalización individual, no ha podido cumplir con las promesas con las que lograron la aceptación de este modelo, creando expectativas que no han podido cumplir