El silencio sepulcral de los partidos políticos minoritarios en República Dominicana dice mucho

Por Albin Cepeda
CRDmedia

La política es una actividad que despierta la pasión de muchos ciudadanos y es fundamental para la toma de decisiones en una sociedad democrática. Sin embargo, en la República Dominicana, existe un silencio sepulcral sobre los partidos políticos minoritarios, lo que sugiere una posible connivencia con el gobierno actual del presidente Luis Abinader.

A pesar de que ha habido varios casos de corrupción en el presente gobierno, los partidos políticos minoritarios han permanecido en silencio, lo que ha llevado a algunos ciudadanos a preguntarse si estos partidos están recibiendo favores, amiguismos o beneficios familiares a cambio de su silencio. A diferencia de los partidos políticos minoritarios, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y la Fuerza del Pueblo (FP) son los únicos partidos políticos que han hecho eco de los casos de corrupción en el gobierno actual.

Entre los casos más destacados de corrupción en el gobierno de Luis Abinader se encuentran el negocio con los puestos de salud, la supuesta venta de nombramientos en el Ministerio de Salud Pública, la entrega de 100 millones de pesos a artistas en Navidad, el escándalo del logo Marca País, la acusación de agresión sexual a Leonarda Faña, la estafa de la Operación 13 en la Lotería Nacional, la destitución de Adán Peguero y Elsa Argentina de León Abreu de sus cargos, y el escándalo de las tarjetas “Supérate”.

Estos casos de corrupción deberían ser denunciados por todos los partidos políticos, sin importar su tamaño o representación en el Congreso Nacional, para asegurar que los ciudadanos puedan confiar en el gobierno y sus instituciones. La ausencia de voces críticas y la falta de transparencia solo aumentan la desconfianza de los ciudadanos y erosionan la democracia.

Es importante recordar que la política es un servicio público, no una oportunidad para enriquecerse personalmente o para hacer negocios con el Estado. Los partidos políticos tienen la responsabilidad de defender los intereses de los ciudadanos, luchar contra la corrupción y trabajar en beneficio del país. Si los partidos políticos minoritarios no están haciendo su parte para denunciar la corrupción en el gobierno, están fallando en su deber como representantes del pueblo y como defensores de la democracia.