Juan Manuel Morel Pérez
Abogado, Magister en Seguridad y Defensa Nacional, Especialista en Derechos Humanos y Derecho Internacional humanitario, doctorando en derecho Administrativo iberoamericano, Coordinador del Observatorio de Seguridad y Defensa-RD
Registra la historia que antes de la primera mitad de la década del 1990, el otrora temido departamento Nacional de Investigaciones (DNI), inicio una transición de ser la policía política y represiva del estado, lo que es hoy el SEBIN de Venezuela o el tristemente celebre recordado SIM de la dictadura de Trujillo, que de una forma hasta incrédula el presidente Joaquín Balaguer había designado como responsable de ese órgano, a un demócrata, con una visión institucional, el General Ramon Alcides Rodriguez Arias, quien entendiendo lo que es la democracia y con acumulada experiencia al haber sido jefe de la policía, lo que le hacia atesorar experiencia de mando, política y de seguridad nacional comprender el rol histórico que le correspondía de quitarle el matiz represivo al órgano, -a raíz de esa experiencia que nuestra historia recoge, hemos establecido que las condiciones para dirigir ese órgano de la seguridad nacional, debe ser símil al del ex jefe de la Policía Nacional Ramon Alcides Rodriguez Arias, pero el péndulo cronológico no nos ha permitido volver a tener un ex jefe de la policía, o un ex director acorde a la norma vigente.-, lastimosamente el rol de la mancomunidad de inteligencia del Estado dominicano, se ha reducido a lo que en inteligencia se llama cháchara informativa o como diría el jurista dominicano Manuel Miranda, investigación de farándula
Las reformas son una necesidad clara dada por la simple evolución del humano. No solo evolucionan los sistemas políticos, es por eso que los órganos de la seguridad nacional, necesitan ser reformados iniciando desde las aprobaciones de las normas que en anteriores entregas hemos planteados, ley que regula el sistema nacional de inteligencia, transformando pasando de un departamento nacional de investigaciones a una dirección nacional de inteligencia, estableciéndolo como organismo rector, definiendo sus roles acorde a los tiempos actuales y a futuro, así como la relación de las agencias del sistema con el consejo de seguridad y defensa. Pero no tan solo debemos reformas las e estructura normativa, sino la visión y el objetivo de los entes de cada subsistema de inteligencia, porque es penoso como vemos que pese al esfuerzo de modernizar esos organismos, se repitan loas mismos errores, empezando que muy pocas para no decir ningunas, lejos de ser centros de producción de inteligencia, son departamentos de recolección de informaciones, además para hacer investigaciones, olvidando el papel estratégico y fundamental de la inteligencia preventiva y lo que es en realidad la inteligencia
A diario me cuestiono sobre si los responsables de los órganos del sistema nacional de Inteligencia, saben cuál es su rol, si saben discriminar entre inteligencia, investigación e información, amenazas riesgos y vulnerabilidad, pero lo que me preocupa si tienen la expertis o experiencia en el área, ya que hemos visto directores de departamentos muy vitales en uno que otro subsistema que ni un seminario de inteligencia han realizado y ocupan la función porque por un vínculo afectivo o valimiento-, ya que dado a que la inteligencia de hoy no era la de la guerra fría, significa que no solo es ser de la confianza, sino se debe contar la preparación y contar con un plan de inteligencia.
El `pasar por las aulas estudiando el tema y compartir con algunos actores de esa mancomunidad de inteligencia de la vieja escuela y de los que ahora hacen esas labores, puedo notar que aunque se tenga los recursos tecnológicos “para un buen trabajo de inteligencia”, al parecer no se cuenta o no escuchan buenos analistas, para que en lo que producción de inteligencia se llama “el ciclo” conviertan esa información obtenida en n en inteligencia y que dicho resultado reciba el tratamiento correspondiente para evitar el intrusismo Interagencial
Concluyo como Montesinos, clamando en el desierto, pero con la esperanza de que 27 años después volvamos a tener a alguien que con experiencia acumulada, preparación académica, capacidad y confianza decida impulsar las transformaciones que nuestras agencias de seguridad nacional necesita, incluso generar investigaciones para convertirla en inteligencia y apoyando el subsistema de inteligencia criminal/delictual enfrentar las principales amenazas a la seguridad pública que es el micro tráfico, el raterismo y la violencia social para así poder bajar el índice de criminalidad