Con los últimos bombardeos y operaciones terrestres en la Franja de Gaza, que destruyeron las instalaciones de telecomunicaciones cortando el acceso a Internet, las fuerzas israelíes han llevado la crisis a «un nuevo nivel de violencia y dolor», poniendo a la población civil en grave peligro, denunciaron desde la ONU.
El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, advirtió este sábado que las ambulancias y los equipos de rescatistas ya no pueden localizar a los heridos, ni a los «miles de personas que se cree que siguen bajo escombros», mientras que los civiles se quedaron incomunicados, sin poder acceder a información actualizada sobre dónde pueden recibir ayuda humanitaria o correr menos peligro de morir.
Turk aseveró que «la violencia continua no es una respuesta» y recordó que miles de personas ya han muerto en el enclave palestino, entre ellas muchos niños. «Dada la forma en la que se han llevado a cabo las operaciones militares hasta ahora, en el contexto de una ocupación de 56 años, doy la voz de alarma sobre las posibles consecuencias catastróficas de las operaciones terrestres a gran escala en Gaza y la posibilidad de que mueran miles de civiles más», declaró.
«No hay ningún lugar seguro en Gaza y no hay salida», agregó Turk, transmitiendo su preocupación también por los trabajadores de la organización con los que perdieron el contacto anoche y quienes, al igual que todos los residentes de Gaza, llevan días bajo incesantes ataques israelíes.
«Han perdido familias, amigos y casas en los bombardeos que han matado a varios miles de personas en apenas tres semanas y han arrasado barrios enteros», lamentó.
El alto comisionado de la ONU instó a todas las partes a hacer «todo lo que está en su poder para desescalar el conflicto», subrayando que «infligir heridas y traumas a cientos de miles de personas no ayuda a nadie» y que las consecuencias humanitarias de las hostilidades «serán devastadoras y duraderas».
«Cuando terminen estas hostilidades, los que hayan sobrevivido se enfrentarán a los escombros de sus casas y a las tumbas de sus familiares», resumió Turk.
Al menos 7.703 personas han fallecido —incluidos 3.595 menores de edad— y otras 19.734 han resultado heridas en los ataques israelíes contra el enclave palestino desde el inicio de los bombardeos el 7 de octubre, según datos del Ministerio de Salud de Gaza publicados este sábado. En la noche del sábado al domingo, el ministerio confirmó la muerte de más de 8.000 personas.
La ONU y otras agencias internacionales, como Human Rights Watch, reconocen que puede haber algunas discrepancias entre la cantidad definitiva de víctimas y las estimaciones ministeriales de Gaza inmediatamente después de los ataques, pero en general consideran estos datos como fiables.
Por su parte, Israel ha denunciado más de 1.400 muertes en su territorio nacional. La mayoría de ellas se produjeron el mismo 7 de octubre, cuando Hamás lanzó un masivo ataque armado contra territorio israelí desde la Franja de Gaza.