Picor extremo alrededor de la Luna

Seguir por correo electrónico
Facebook
Twitter
Pinterest
Whatsapp
Picor extremo alrededor de la Luna
La fibra de vidrio provocó que todo el cuerpo empezara a picarles, y el escozor hizo que tuvieran que pasarse los próximos minutos rascándose sin descanso.

NCYT. – El espacio es un lugar de extremos térmicos, donde amenaza la peligrosa radiación solar, una zona en la que acechan los micrometeoritos, y en la que no existe aire respirable. Las cápsulas son fundamentales para proteger a los astronautas y mantenerlos con vida durante todos los momentos de su viaje. Los vehículos espaciales regulan la temperatura, retiran el dióxido de carbono de nuestra respiración de la atmósfera, actúan como barrera para la radiación solar y como escudo protector, tanto para el hipotético impacto de un pequeño meteorito como para resistir los rigores del ascenso y de la reentrada atmosférica.

Sin embargo, las astronaves pueden también aportar su propia dosis de peligrosidad a las misiones de los viajeros espaciales. Y no estamos hablando del fallo de cualquiera de los mecanismos que las hacen habitables. En ocasiones, la propia tecnología que lo hace posible puede volverse en contra y poner a los astronautas en peligro.

Así ocurrió durante la misión Apolo-10, en mayo de 1969, durante la cual los astronautas Stafford, Young y Cernan se dirigieron a la Luna para rodearla y realizar en su proximidad varias maniobras cuyo ensayo resultaba fundamental para el próximo gran objetivo de la NASA: el alunizaje tripulado que protagonizarían los tripulantes de la Apolo-11.

Queriendo homenajear a una conocidísima tira de cómics de prensa estadounidense, los Peanuts, los astronautas de la misión bautizarían a su nave Apolo como Charlie Brown y a su Módulo Lunar como Snoopy. Ambos viajaron a la Luna unidos entre sí, pero durante un tiempo permanecieron aislados como medida de precaución. Cuando llegó el momento de abrir las escotillas entre ambos vehículos los viajeros tuvieron sin embargo una sorpresa. Buena parte del material aislante (hecho de fibra de vidrio) del interior del módulo de alunizaje se había soltado, y entorpecía el paso.

La presurización de la astronave Snoopy, además, produjo una corriente de aire a presión que desprendió innumerables copos de fibra de vidrio, los cuales quedaron flotando por la cabina, que pareció azotada por una verdadera tormenta de nieve. Muy pronto, el pelo y las cejas de los astronautas, en particular de Cernan, quedaron llenos de este molesto material.

El espectáculo ofrecido, no obstante, no sería lo peor. La fibra de vidrio provocó que todo el cuerpo empezara a picarles, y el escozor hizo que tuvieran que pasarse los próximos minutos rascándose sin descanso. Por fortuna, el sistema de aire acondicionado de la nave fue absorbiendo el producto, limitando su presencia, si bien este aún ocasionó diversos trastornos durante todo el camino de regreso a casa.

Teniendo en cuenta que ahora sabemos que la fibra de vidrio no es precisamente saludable para los pulmones, pudiendo incluso provocar afecciones cancerosas, los astronautas sufrieron de forma involuntaria una situación que en el futuro podría traerles graves consecuencias. En lo sucesivo, la NASA se aseguraría de que el contratista del módulo lunar hiciese todo lo posible por evitar que algo parecido volviera a suceder.

Redacción
Author: Redacción

Medio digital de comunicación de República Dominicana

Seguir por correo electrónico
Facebook
Twitter
Pinterest
Whatsapp
close

¿Disfrutas este blog? Pasa la voz :)

Recibe nuevas notificaciones por e-mail:

Descubre más desde Ciudadania RD Media

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo