Los ex empleados de la Ferreteria Americana, también tienen familia, hijos, padres, madres.
Por CRDM
El código de trabajo de la República Dominicana está amparado bajo la Ley 16-92, la cual fue promulgada el 29 de mayo de 1992. Norma lograda acosta de mucho trabajo, que implicó, sangre, sudor, manifestaciones o marchas, pacíficas y a veces violentas.
El creador del mismo, llámese ministro o secretario de Estado para aquella época lo fue el Dr. Rafael Alburquerque, que, por cierto, vimos en las redes sociales que estaba de cumpleaños a quien desde esta plataforma le enviamos un fuerte abrazo deseándole vida y salud. El más que nadie sabe el costo que el mismo implicó, y como paradoja de la vida, fue en el gobierno del presidente Joaquín Balaguer, donde se llegó a un acuerdo, consensuado, con todas las fuerzas productivas del país, y se creó dicha Ley.
Hasta este gobierno, era casi sinequanon, que todas las Litis entre el patrono y el trabajador, que iban a juicio, fruto de algún atropello por parte del primero, terminaban favoreciendo al obrero o empleado.
Con la llegada del gobierno del presidente Abinader, a través del PRM, hemos visto un cambio de paradigma en este sentido. Lo decimos, ya que todo empezó con el mismo Estado, persona jurídica que crea el referido marco jurídico al que hacemos referencia. Hablamos de las desvinculaciones masivas de manera indiscriminada que hubo al momento del ascenso al poder por parte de Luis Abinader.
En muchos casos, las desvinculaciones se hicieron bajo el amparo de la ley 16-92, y se les entregó las prestaciones correspondientes a los desvinculados, pero en otros casos no. Las mismas para poder resolverse en justo derecho del trabajador, tuvo que pronunciarse el mismo presidente Constitucional e la Republica Dominicana, el presidente Luis Abinader Corona, para que las misma sean procesadas y entregadas a cada desvinculado.
Hasta donde tenemos entendido, consideramos que estas fueron resueltas en un 100%.
Que el Estado alegue falta de liquides a la hora de darle sus prestaciones laborales a un desvinculado y fijar un plazo para la entrega de las mismas es un asunto de insensatez y de falta de planificación por parte del encargado de la institución que desvincula. Nos indica que la cabeza de esa institución conoce poco de la ley 16-92, o conoce poco de temas gerenciales o es un indolente fanático que solo quiere beneficiar a sus acólitos y para nada le interesa la imagen que se proyecta hacia la sociedad, tanto dentro como fuera de esta, ni le importa la suerte política de su presidente.
Pero, el hecho se agrava cuando vemos estos comportamientos en el sector privado, y las autoridades de turno no se han pronunciado al respecto. Hablamos de la desvinculación de más de 800 empleados de la Ferretería Americana, los cuales en estos momentos, no tienen ni siquiera un seguro médico, y el Ministro de trabajo no se pronuncia.
Sr. Ministro, la estirpe de la que usted está hecho, considera este medio digital, es para esperar más de usted en ese sentido.
Piense en la historia y en el legado que le dejara a los suyos, ya que lo que vemos con los empleados desvinculados de la Ferretería Americana, es un tema que pudiera virilizarse en todo el sector privado.
Ponga manos a la obra y resuelva eso.
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