Mueren 34 neonatales en el Hospital Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina, a causa de un supuesto “brote de infección” durante el mes de febrero.
El pasado sábado el país observó con horror ante sus pantallas de televisión y dispositivos inteligentes, un hecho que consternó a toda la sociedad dominicana, en el programa “Nuria Investigación Periodística”. Se trató del descubrimiento de unas estadísticas que deben llenar de vergüenza a todo el sector salud de República Dominicana; donde el doctor Martín Ortíz García, director del Materno Infantil y Adolescentes del Servicio Nacional de Salud (SNS), confirmó que 34 recién nacidos habían muerto en el Hospital Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina, a causa de un supuesto “brote de infección” durante el mes de febrero. Las posibles causas de dicho deceso dadas a conocer por el Dr. Ortíz García se debieron a que, supuestamente un infante entró, aparentemente contaminado, a la sala neonatal del hospital, provocando posteriormente las muertes de los demás niños.
La muerte de esos 34 niños recién nacidos no es todo lo que se descubrió. Hay un hecho mas doloroso, desprovisto de toda practica ética profesional en cuanto a mantener los pormenores que ocurren en dicho centro hospitalario. Se trató de la alteración de los reportes estadísticos de los fallecidos en las muertes neonatales que registra el hospital. Dichas revelaciones fueron ofrecidas por médicos residentes, quienes recibieron órdenes precisas de la gerencia de dicho hospital para cambiar los datos en el registro de defunción de los bebés, para que todos los pacientes que se murieran les pusieron una edad de 26 semanas, lo cual altera las estadísticas, ya que estos serían bebés “extremadamente prematuros” y el riesgo de fallecimiento sería mayor. Esto es sin lugar a dudas, un acto criminal e irresponsable, el cual merece una acción contundente de la justicia.
Pudiéramos decir que se trata solo de una anomalía en los protocolos del sistema de atención sanitaria que se llevan a cabo en el Hospital Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina, para los pacientes neonatales y postneonatales, y corrigiéndolo resolveríamos el problema que enfrentan los mismos, pues cabe decir que no es así del todo. Si miramos atras y buscamos las estadísticas del último año correspondiente a estos dos tipos de pacientes, los neonatales y postneonatales, vamos a encontrar números que sugieren que detrás de todo este horror hay un plan de reducir la población dominicna ó es producto de una incapacidad en el Sistema Nacional de Salud, que raya en lo mediocre, el cual indica que este colapsó se debe a la ineptitud de quienes lo dirigen.
De acuerdo a las estadísticas oficiales de la Dirección de Gestión de la Información del Servicio Nacional de Salud (SNS), se registraron 2,982 defunciones “infantiles” en la red pública desde el 3 de enero de 2022 hasta el 23 de enero de 2023, clasificadas como muertes neonatal y postneonatal, lo que hace un promedio de 249 muertes por mes.
Hablamos de 249 criaturas que bien pudieron realizar grandes aportes a nuestra sociedad, y por que no, a toda la humanidad. En un momento de la historia donde se prevé un descenso en la capacidad reproductiva del ser humano, en donde la participación de manera protagónica de la mujer en la cadena de valor que mueve nuestra economía le impide, ya sea por decisión propia o no, procrear la cantidad de hijos que tenían sus abuelas.
Pero, si seguimos revisando las estadísticas ofrecidas por la instancia oficial de salud encontramos que en la Maternidad San Lorenzo de Los Mina, esta sumó 274 bebés fallecidos en dicho periodo, lo cual equivale a 23 infantes muertos en cada mes, siendo la categoría neonatal la más alta.
Es por ello que, de manera responsable, desde este medio digital, le pedimos de manera muy encarecida al excelentísimo presidente Luis Abinader, conformar una comisión de alto nivel, que intervenga al Ministerio de Salud Pública, dedicando especial atención al caso de los decesos de los pacientes neonatales y postnatales.
A la vez, hacemos especial llamado al Congreso Nacional, a que reaccione ante semejante evento que nos recuerdan a Rudolf Höss, “el animal de Auschwitz“, y que haga comparecer al ministro Mario Lama, para que explique al país, las razones por la que han muerto semejante cantidad de infantes, y que, este solo reaccionó, una vez más, por el trabajo del 4to poder del Estado que es la prensa.
El ministro Lama debe de explicar, ¿por qué el no hizo nada para evitar dichas muertes, por qué no había intervenido este hospital?
Hablamos de un año de dolor y sufrimiento de madres que se quedaban sin el retoño de su ser amado y los traumas psicológicos que un suceso como estes deja en el seno de una familia. ¿Quién pagará por todos los daños causados?
Nunca, jamás, en ninguna administración se había vivido tal horror, por lo que, esta experiencia no puede pasar como un acto más, el cual se archiva y es sustituido por el destape de otro escandalo en el Estado.
Debe haber consecuencias para todo aquel que fue cómplice de dicha acción y no hizo nada para evitarlo.
Somos un pueblo que valora la vida, que respeta los derechos humanos.
¡No somos monstruos!