Desarrollar el capitalismo en su etapa de profunda crisis y de agonía

Gregorio Moya E. /.

Algo como esto planteó Juan Bosch en 1990, desarrollar el capitalismo. Ahora lo plantea Petro en Colombia, el guerrillero de izquierda cuyo triunfo fue el triunfo del pueblo contra el miedo. Tamaña hazaña de los que triunfaron, de los que se atrevieron a proponer ese cambio, en un país que tiene 50 años de estar ocupado por su propio ejército, una especie de pentagonismo latinoamericano, como sustituto del ejercito imperialista.

¿Pero toda esa hazaña es para desarrollar el capitalismo? Pero eso es lo que se ha desarrollado en Colombia, el capitalismo, lógicamente, ha sido el desarrollo del subdesarrollo del capitalismo. Quizás será otro capitalismo que desarrollará Petro y el Pacto Histórico en Colombia

¿Desarrollar el capitalismo para qué? Para lograr el desarrollo del país. En algún momento sectores llamados democráticos, progresistas y de izquierda han planteado que van a sentar las bases del socialismo. Hasta Eva Perón se pronunció en esos términos. Es decir, no han propuesta en primera instancia el socialismo, pero comprometerse con el capitalismo resulta sin dudas una apuesta que en un progresista, en un socialista, un retroceso. Porque una cosa es comprender los límites del proceso, los avances y las posibilidades, pero otra es quedarse y asumir los límites sin más.

Para desarrollar el capitalismo no es necesario embarcarse en un proyecto alternativo, progresista, con todo el esfuerzo, sangre y sudor que ello significa.

Sin dudas que esta propuesta general no nos dice mucho, pero nos dice suficiente para entender los límites del progresismo en América Latina, no porque niega la propuesta socialista, sino porque podría ser otra la propuesta, como la de alcanzar la soberanía y la independencia, la equidad y avanzar en la igualdad, los derechos fundamentales y los derechos de nueva generación.

La defensa del medio ambiente contra la depredación capitalista al infinito.

Impulsar la solidaridad como forma de relación social y económica, la democracia y el autogobierno del pueblo como fundamento de la política nacional.

Alegres nos sentimos por la derrota de la derecha, con la demostración de que el pueblo puede, utilizando cualquier método de lucha, alcanzar victorias importantes. Optimistas de la práctica.

Pesimistas de la razón, profundamente pesimistas por la incertidumbre que introduce esa propuesta de desarrollar el capitalismo.

Siendo optimistas y pesimistas de la razón y de la práctica en su unicidad, apostamos a la continuidad de la lucha del pueblo colombiano para desarrollar y alcanzar sus derechos, porque desarrollar el capitalismo en su profunda crisis, es la mayor y más absurda de las utopías, eso sí, se quiere avanzar en derechos, libertad e independencia.