El ruido y su vínculo con la pérdida de audición

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Por: Jeffrey Medina
Ciudadanía RD Media

Ingeniero industrial y experto en seguridad y salud ocupacional. MBA en Gestión Óptima de Proyectos de la Universidad de Cádiz, España, y Maestría en Gestión Integrada: Medio Ambiente, Calidad y PRL de la Universidad Internacional Iberoamericana, EE. UU.

A diario estamos expuestos a diversos sonidos en nuestro entorno, como los provenientes de dispositivos electrónicos, el tráfico, la radio o la televisión. Por lo general, estos sonidos se escuchan a niveles que no perjudican nuestra audición. Sin embargo, los ruidos excesivamente fuertes pueden resultar dañinos, ya sea que se presenten de forma breve o prolongada. Estos sonidos intensos pueden dañar las delicadas estructuras del oído interno, lo que ocasiona la pérdida de audición inducida por el ruido (NIHL, por sus siglas en inglés).

La pérdida de audición inducida por el ruido puede manifestarse de manera inmediata o puede llevar tiempo hasta que se haga evidente. Puede ser temporal o permanente, y puede afectar uno o ambos oídos. Aunque, quizás no se perciba de inmediato el daño en la audición, podría haber consecuencias en el futuro. Por ejemplo, es posible que se experimente dificultad para entender a otras personas al hablar, especialmente por teléfono o en ambientes ruidosos. Aunque no se conozcan con certeza los efectos futuros del ruido en cada persona, sí sabemos que es posible prevenir la pérdida de audición inducida por el ruido.

Las personas de todas las edades, incluyendo niños, adolescentes, adultos jóvenes y personas mayores, pueden experimentar pérdida de audición inducida por el ruido debido a la exposición a niveles perjudiciales de sonido. Según un estudio realizado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) que incluyó pruebas de audición y entrevistas con participantes entre 2011 y 2012, al menos 10 millones de adultos en los Estados Unidos menores de 70 años (aproximadamente el 6 por ciento) y posiblemente hasta 40 millones de adultos (alrededor del 24 por ciento) presentan características en las pruebas de audición que indican una pérdida de audición en uno o ambos oídos debido a la exposición a ruidos fuertes. Los investigadores también estiman que hasta el 17 por ciento de los adolescentes (de 12 a 19 años) presentan características en las pruebas de audición que sugieren una pérdida de audición inducida por el ruido en uno o ambos oídos, según datos recopilados entre 2005 y 2006 (Pediatrics, 2011).

¿Cuál es la razón detrás de la pérdida de audición inducida por el ruido?

La pérdida de audición inducida por el ruido puede ser resultado de una exposición breve pero intensa a un sonido repentino, como una explosión, o de una exposición prolongada a sonidos fuertes, como los que se encuentran en una carpintería.

Existen actividades recreativas que pueden aumentar el riesgo de desarrollar pérdida de audición inducida por el ruido, como el tiro al blanco, la caza, los paseos en motonieve, escuchar música a un volumen alto con auriculares, tocar en una banda musical o asistir a conciertos con música fuerte. En el hogar, los ruidos dañinos pueden provenir de equipos como cortadoras de césped, sopladores de hojas y herramientas de carpintería.

La intensidad del sonido se mide en decibelios o decibeles. Es poco común que sonidos de 70 decibelios ponderados A (dBA) o menos causen pérdida de audición, incluso con una exposición prolongada. Sin embargo, la exposición continua o repetida a sonidos de 85 dBA o más puede ocasionar pérdida de audición. Cuanto más alto sea el sonido, más rápida será la aparición de la pérdida de audición inducida por el ruido.

Estos son los niveles promedio de algunos sonidos comunes, medidos en decibelios:

  • una conversación normal
    60-70 dBA
  • el cine
    74-104 dBA
  • las motocicletas o motocicletas todoterreno
    80-110 dBA
  • la música a través de auriculares al volumen máximo, eventos deportivos y conciertos
    94-110 dBA
  • las sirenas
    110-129 dBA
  • los fuegos artificiales
    140-160 dBA

Dos factores importantes para proteger la audición son mantener una distancia entre el punto de origen del sonido y usted, y limitar por cuánto tiempo se expone al sonido. Una regla práctica es evitar sonidos que sean “demasiado altos” y que estén “demasiado cercanos”, o que duren “demasiado tiempo”.

¿Medidas que podemos tomar para prevenir la pérdida de audición inducida por el ruido?

La pérdida de audición inducida por el ruido es el único tipo de pérdida de audición que se puede prevenir por completo. Al comprender los riesgos del ruido y adoptar prácticas saludables para el cuidado auditivo, es posible proteger la audición a lo largo de toda la vida. A continuación, se describen las medidas que se pueden tomar:

  • Conozca qué sonidos pueden ser perjudiciales para su audición.
  • Use tapones para los oídos u otros dispositivos de protección cuando se exponga a ruidos fuertes.
  • Si no es posible reducir el ruido, busque formas de protegerse o alejarse de él.
  • Esté atento a ruidos peligrosos en su entorno.
  • Proteja los oídos de los niños que son demasiado pequeños para protegerse por sí mismos.
  • Asegúrese de que su familia, amigos y compañeros de trabajo estén conscientes de los riesgos del ruido.
  • Realícese una prueba auditiva si sospecha que puede tener pérdida de audición.

Al seguir estas pautas, se puede tomar acción para prevenir la pérdida de audición inducida por el ruido y proteger la salud auditiva a largo plazo.

Redacción
Author: Redacción

Medio digital de comunicación de República Dominicana

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