La geopolítica para comprender la presencia china en América Latina

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Por: Dr.Iván Ernesto Gatón Rosa
Ciudadania RD Media

Escritor , Doctor Aboagado ,Geopolitico ,Diplomatico

  La influencia de China en América Latina y el Caribe, con un intercambio comercial que en el 2017 alcanzó los 244,000 millones de dólares, la ha convertido en el segundo inversor (desde el año 2003 hasta la fecha ha invertido más de 110 mil millones de dólares), dejando detrás a la Unión Europea, y ha desplazado a Estados Unidos de América como principal socio comercial de: Brasil, Chile, Argentina, Perú.

       Es importante resaltar que Pekín, desde 2005, ha otorgado 86 mil millones de dólares en préstamos, cifra mayor que la financiada por el Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Exportación e Importación de los Estados Unidos (EXIMBANK), en el mismo período.

   El escenario esbozado precedentemente debe ser analizado desde una perspectiva geopolítica, que es la ciencia que trata de los hechos políticos con relación al suelo o como expresara el geopolitólogo alemán Karl Haushofer: “Geopolítica es la base  científica del arte de la actuación política en la lucha a vida o muerte de los organismos estatales por el espacio vital (lebensraum)”.

    Esto implica un determinismo geopolitico, de ahí que tomemos en consideración lo expresado por el prestigioso académico británico-estadounidense John Agnew: “Actualmente el término geopolítica se usa profusamente para referirse a los fenómenos tan dispares como conflictos de fronteras internacionales, la estructura de las finanzas globales o la configuración geográfica de los resultados electorales. Una de las acepciones del término le atribuye un significado más concreto: el examen de las supuestas clasificaciones y explicaciones geográficas que participan en el diseño de la política mundial…”.

   Los chinos en toda su milenaria historia no habían hecho presencia (conquistadora) en la región, los europeos llegaron a finales del silgo XV y la doctrina Monroe data del siglo XIX. Es imprescindible rememorar como esa China, que en el siglo XIX vivió lo que denominó el siglo de las humillaciones y que sufriera lo que ellos llaman el lin she o “muerte de los mil cortes”, perdió el rumbo de la historia, luego de haber tenido un orden confuciano que perduró por más de mil años.

    Es en esa tumultuosa centuria cuando se suscitaron acontecimientos como las guerras del opio, la rebelión Taiping (1850-1864, la guerra civil más violenta de la historia humana, en que murieron de 20 a 30 millones de chinos), el levantamiento de los bóxers, la expansión meiji japonesa (cuando perdió Corea y Taiwán en 1895), la rapiña colonial europea; la invasión japonesa (siglo XX) y la creación por parte de éstos del país títere de Manchukuo (Manchuria), con el último emperador manchú de la dinastía Qin, Pu- Yi, la guerra civil con el Kuomintang, luego los excesos del “gran timonel”, Mao Zedong, con el “gran salto hacia adelante” (1958-1961, cuando murieron de 15 a 45 millones de chinos, dependiendo de la fuente) y por último la “revolución cultural” (1966-1976) .

      China casi alcanza los 1400 millones de habitantes, con apenas un 12% de su superficie cultivable, razón por la cual, para contextualizar el interés del gran dragón asiático por América Latina, no podemos olvidar la inmensa cantidad de tierra fértil para productos agrícolas que posee la región, combinado esto último con la importante y estratégica agua dulce que dispone con acuíferos tan extraordinarios como el guaraní, que es el más grande del planeta y único con capacidad de auto-regeneración.

    Tomando en cuenta los planteamientos de uno de los fundadores de la geografía moderna, Carl Ritter, quien, además de subrayar la influencia del medio físico en la actividad humana, expresó: ¨Tal y como sucede con los seres vivos, los Estados nacen, crecen y declinan¨. Estos necesitan un lebensraum o espacio vital para obtener los recursos imprescindibles. De igual forma, es insoslayable la teoría de la evolución de Charles Darwin y su planteamiento sobre la selección natural, que sirvió de base a la geopolítica cuando en sus albores en el siglo XIX, su precursor, el alemán Friedrich Ratzel, planteara la necesidad de expansión que, como seres vivos, tenían los Estados europeos para sobrevivir.

     Muchas materias primas, imprescindibles para la industria china, se encuentran en esta región, en cantidades muy importantes, en los elementos metálicos básicos: cobre, plomo, zinc y estaño; ferrosos: hierro, manganeso, molibdeno, cobalto, tungsteno, titanio, cromo; preciosos: oro, plata, platino; radioactivos: plutonio, uranio, radio, torio.

   De igual forma, en la región, muy especialmente en la zona de Bolivia, Chile, Argentina, se encuentra el 80%  del litio del planeta, mineral imprescindible en las industrias de las modernas tecnologías aplicadas a baterías para celulares, autos y hasta para refuerzo de turbinas. Asimismo, en la faja del Orinoco están  las mayores reservas comprobadas de petróleo, de ahí podemos inferir la espléndida relación entre Venezuela y China, dado que en el suelo venezolano se encuentran las mayores reservas probadas de crudo en el mundo.

    No podemos soslayar, por la importancia que posee, la presencia de una base astronómica china para satélites y misiones espaciales, creada por el ejército chino, en Neuquén, en la Patagonia argentina, que inició sus operaciones en marzo del presente año, con una gigantesca antena de 450 toneladas y cuyo costo se estima en 50 millones de dólares.

    La presencia de esta base solitaria china, según un artículo publicado por The New York Times, “es uno de los símbolos más impactantes de la estrategia que Pekín lleva implementando desde hace tiempo para transformar Latinoamérica y dar forma al futuro de la región, a menudo a través de maniobras que socavan directamente el poder político, económico y estratégico de los Estados Unidos en esta” (1). Con este observatorio, los chinos, que aspiran llegar al lado más lejano de la Luna, esperan iniciar la ruta de helio-3, isótopo que en la comunidad científica es considerado como la fuente de energía limpia revolucionaria del futuro.

 

Redacción
Author: Redacción

Medio digital de comunicación de República Dominicana

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