Por: Juan Manuel Morel Pérez
Ciudadanía RD Media

La seguridad societal, como aprendí en las aulas militares y policiales, es estructural compleja, multidimensional, algunos tomadores de decisión, hacedores de opinión ye invalidados “expertos” en seguridad aun ignoran muchos aspectos del proceso de ofrecer el derecho a la seguridad que tenemos todos, derecho que en estos días haciendo un rápido análisis de lo que en materia de inteligencia se denomina Fuentes abiertas (redes sociales y periódicos digitales), observamos como prácticamente estamos en lo que podría ser un desborde de las capacidades de respuestas, frente a los actos delincuenciales, percepción esta que se refleja en las mayorías de encuestas que proyectan la delincuencia, como segunda problemática después de la inflación importada que hoy tenemos.
El primer desenfoque para abordar la problemática de la seguridad, es semántico, esto se refleja cuando no se discrimina entre seguridad publica y seguridad ciudadana, es penoso que a esta altura del juego como se dice en el deporte nacional, no se termine de entender que s que la Seguridad pública, es la percepción garantía sensación y estado de estar libre de cualquier riesgo amenaza o vulnerabilidad en los espacios públicos y de protección de la vida la propiedad y los bienes y Seguridad ciudadana es la protección que ofrece el estado a los ciudadanos de ejercitar el estado derecho social y democrático y sus derechos fundamentales conexos.
En fin la criminalidad, violencia social afecta la seguridad pública, no la seguridad ciudadana.
Definido este punto abordaremos lo que realmente preocupa a la sociedad y es esa percepción, sentimiento de miedo que se siente a salir o estar en los espacios público, ahora bien cuando hablamos de securitizar la seguridad, es porque el problema es complejo y medidas repetidas o planes ejecutados, requieren medidas compleja, sin necesidad de tener que recurrir a un estado de excepción, acudimos al proceso de securitizacion de la seguridad, es un término novedoso que nos trae la escuela de Copenhague, surge como una respuesta para neutralizar las amenazas o si se requiere una revisión pragmática o conceptual para evitar caer en prácticas mediáticas de resolución a problemas técnicos ajenos a la seguridad, o sea es un planeamiento que busca de manera integral y multidimensional asegurar el disfrute de la tranquilidad y el movimiento ciudadano, bajo las garantías por parte del Estado, que podría desarrollarse no desde los planes y estrategias de “seguridad ciudadana”, que por lo que hemos explicado, esta seguridad nunca será un plan ni estrategia, sino un derecho, frente a esa imposibilidad gerencial del sostenimiento del organo ordinario de responder ante la ausencia del derecho a la seguridad, se requiere que el sistema de Defensa asuma ese rol pasando a lo que es la securitizacion de la Seguridad, la cual se desarrollara en primer lugar desde un planeamiento de conocedores de los temas de Seguridad y defensa Nacional, que tengan experiencias en el tema de la seguridad pública, el primer paso para esa estrategia de aseguranza de la tranquilidad social es la operatividad de del subsistema de inteligencia militar (J2, A2, M2, G2) como arma letal para involucrarse o penetrar en las organizaciones y actividades en conflictos con la ley, para hacer investigaciones, obtener informaciones y producir inteligencia para prevenir, mitigar y enfrentar las acciones delictuales, por parte de esas agencias relevando en esa tarea al subsistema de inteligencia criminal, el segundo paso es frente al fracaso del patrullaje por cuadrantes, desarrollar un amplio operativo de patrullaje militar, todo esto acompañado de la intervención estatal para los planes sociales de reintegración social y crear condiciones que no permitan las necesidades de los delitos famélicos y domésticos y las necesidades que llevan a nuestra poblaciones a involucrarse en las actividades de esas estructuras del crimen.
Ojalá que antes de que lleguemos a esa necesidad, lo tomadores de decisión se dejen asesorar, comiencen a escuchar y ver la realidad sin máscaras, más allá de los informes de expertos, puedan desarroparse y concentrarse en adoptar política pública para securitizar, asegurar, garantizar y sostener la seguridad publica y tengamos una percepción de disfrute tranquilo de los espacios públicos y que las estadísticas reales nos proyecten un índice de criminalidad y tasa de homicidios reducida,