Por: Juan Manuel Morel Pérez
Ciudadanía RD Media
El 27 de abril del presente año, en la víspera de la conmemoración de la guerra patria frente a la intervención de las fuerzas militares extranjeras , a través de este medio, nos referimos a Tavin el mentiroso, un personaje de la música navideña del conjunto Quisqueya, quien exageraba en las descripciones de unos animales que tenía, entre ellos una perra alemana que tocaba trompeta y un caballo que saluda al estilo militar y un una gallina flaca que pone huevos de guinea, esto lo traíamos a colación por las declaraciones del señor Daniel Pou, director centro de análisis de datos para la seguridad “ciudadana” (CADSECI), del ministerio de interior y policía, sobre la tasa de homicidios y que los muertos fruto de actuaciones policiales no se contabilizan en la tasa de muertes violentas, a lo que al ser cuestionado por la señora Carolina Ramírez, sobre cuál era la tasa de muertes a cargo de las autoridad de hacer cumplir la ley fruto de intercambios de disparos para sumársela al 13.1 de muertes violentas, a esa intervención le ofrecí mi respuesta en mi artículo “la tasa de homicidios y Tavin del conjunto Quisqueya”, por la respuesta dada y las descripciones que Tavin hacia a su realidad.
Como el mejor aliado de la verdad es el tiempo, los hechos y las informaciones veraces no maquilladas, quiero ayudar los responsables de la seguridad pública con las estadísticas reales y también para que “el jefe” del centro de estadísticas, pueda contar con la tasa real de homicidios, para que no vuelva a decir que no recuerda.
Resuelta que si bien es cierto que la tasa de homicidios en el 2022 tal como dijo el profesor, comunicador, politólogo y experto en seguridad en mención es de 13.1, toca sumarle 1.2% correspondiente a la “tasa de homicidios en enfrentamientos con organismo de seguridad del Estado”, valor este que no nos lo hemos inventado sino proporcionado por la dirección de estadísticas de nuestra policía Nacional, lo que significa que al cierre del año 2022, llegamos a 14.3, cifra un tanto alarmante porque en primer lugar nos pone casi igual a los lugares con alta violencia, proyectando que en criminalidad estamos por encima de Costa Rica, Panamá y Uruguay, además compitiendo con Guatemala y Uruguay, proyectando un crecimiento de casi un 5% en comparación con el 2021 que rondaba en un 11.7%, todo esto sin acreditarle las cifras negras o sea los datos estadísticos a los cuales las autoridades no tienen acceso, por diferentes razones.
Situación esta que debe invitar a los tomadores de decisión, a adoptar medidas cumplibles, además sincerizar los datos estadísticos y crear una mesa de coordinación real no tan solo con el gabinete de seguridad, sino con todo aquel que pueda aportar a securitizar la seguridad pública, para que podamos mitigar la criminalidad, disminuir la tasa de homicidios y presentar datos ciertos y creíbles, pero sobre todo contar no tan solo con el batallón mediático de “expertos en seguridad”, sino con el talento humano que desde al más alto nivel, se requiere para esa loable tarea y evitarnos tener entre nosotros a Tavin y repetir sus exageraciones y datos alejados de la realidad .
Ojala y no sea tarde cuando repensemos la seguridad .
Author: CRDMedia
Medio de comunicación digital, el cual procura servir y defender los derechos a los ciudadanos.
