Por Félix Bautista
Ciudadanía RD Media

Por considerarlo oportuno, comparto con mis lectores este artículo de mi amigo el doctor Richard López, médico Ortopeda y pasado presidente de la Sociedad Dominicana de Cirugía de Columna.
“El sistema de salud en la República Dominicana se encuentra dividido en dos sectores principales: el público y el privado, con un modelo de atención basado en los seguros de salud administrados por las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS). Este sistema se divide en dos modalidades: el régimen subsidiado y el contributivo. A lo largo de los años, hemos observado que el régimen subsidiado, que atiende a la población más vulnerable, se limita a hospitales públicos administrados por el sector estatal. Esto genera una serie de problemas, entre ellos, la baja calidad de la atención y la falta de incentivos para la contratación de personal altamente capacitado, ya que las decisiones de personal se ven influenciadas por factores políticos, más que por méritos profesionales.
Por otro lado, el sistema contributivo, que brinda acceso a servicios de salud más amplios y con mejores infraestructuras, está limitado a aquellos que pueden pagar o que están cubiertos por sus empleadores. Esto genera una discriminación en el acceso a la salud, donde los más desfavorecidos se ven privados de atención de calidad y eficiente.
Con el objetivo de lograr un sistema de salud más equitativo, eficiente y accesible, proponemos una reforma estructural que permita la integración de ambos sistemas, garantizando que todos los ciudadanos, sin importar su capacidad económica, puedan recibir atención médica de alta calidad en todos los centros de salud del país.
Planteamiento de la Propuesta
1. Universalización de la Atención en Centros de Salud Públicos y Privados
Proponemos que el servicio de salud subsidiado sea accesible no solo en los hospitales del sector público, sino en todos los centros de salud que se encuentren inscritos en el Sistema Nacional de Salud. Este cambio permitirá que los pacientes subsidiados reciban atención médica en una amplia red de centros de salud, reduciendo la sobrecarga de los hospitales públicos y mejorando el acceso a servicios de calidad.
El gobierno deberá garantizar que los pacientes subsidiados puedan acceder a los mismos servicios médicos que los pacientes del sistema contributivo, sin que su nivel de ingresos sea una barrera para recibir una atención de calidad.
2. Profesionalización de la Gestión de Instituciones de Salud Públicas
Las instituciones de salud pública deben ser reestructuradas y transformadas en patronatos o sociedades comerciales de gestión profesional. Estas entidades serían encargadas de la administración de los hospitales y centros de salud públicos, lo cual aseguraría que las decisiones sobre contratación y gestión de personal se basen en criterios de capacidad, formación y méritos profesionales, no en afiliaciones políticas. De esta forma, se garantizaría la contratación de personal médico y administrativo altamente calificado, lo que se traduce en un mejor servicio para los pacientes.
3. Aseguramiento de la Calidad en los Servicios de Salud
El gobierno debe asegurarse de que todos los centros de salud, públicos y privados, cuenten con los estándares necesarios para ofrecer servicios de alta calidad. Esto incluirá auditorías periódicas, monitoreo de la calidad del servicio, e implementación de sistemas de evaluación para medir la eficiencia y efectividad de la atención médica. Además, se crearían incentivos para premiar a aquellos centros de salud que mantengan los más altos estándares de calidad en su atención a los pacientes.
4. Financiamiento y Sostenibilidad
Una de las principales preocupaciones con la implementación de este modelo será el financiamiento. Para ello, el gobierno debe garantizar que el seguro subsidiado tenga los recursos suficientes para cubrir a toda la población en todos los centros de salud inscritos en el sistema. Se propone un ajuste en la estructura de financiación de la salud, asegurando que tanto el sistema subsidiado como el contributivo estén bien financiados y gestionados.
Además, se podrá explorar la posibilidad de alianzas público-privadas que ayuden a financiar y optimizar los recursos, sin que ello afecte la calidad de los servicios ni incremente la desigualdad en el acceso a la salud.
5. Medidas de Implementación
La implementación de este sistema debe llevarse a cabo en etapas progresivas:
• Fase 1: Diagnóstico y evaluación del sistema de salud actual, incluyendo el análisis de la infraestructura de los centros de salud públicos y privados y el análisis de los recursos financieros necesarios para garantizar la cobertura universal.
• Fase 2: Reformulación de los hospitales públicos y otras instituciones de salud bajo el modelo de patronatos o sociedades comerciales. Contratación de personal capacitado y redefinición de los procesos administrativos y operativos.
• Fase 3: Expansión gradual de la cobertura del sistema subsidiado a todos los centros de salud del país, con monitoreo constante de la calidad del servicio y ajuste de políticas en función de los resultados.
Beneficios Esperados
• Mejora en la Calidad de Atención: Un sistema de gestión profesional y la integración de todos los centros de salud permitirán una mayor eficiencia en la atención y una mejor calidad de los servicios médicos.
• Acceso Universal y Equitativo: La posibilidad de que cualquier persona, independientemente de su capacidad económica, reciba atención médica en todos los centros del país, reducirá la brecha de desigualdad en el acceso a la salud.
• Fomento al Personal Médico Calificado: La contratación de personal basado en méritos y la mejora de las condiciones laborales generarán un ambiente de trabajo más profesional y competitivo, lo que beneficiará a los pacientes.
Conclusión
La reforma propuesta busca transformar el sistema de salud de la República Dominicana, haciéndolo más inclusivo, eficiente y de calidad para todos los ciudadanos. Este es un paso hacia una cobertura universal que no dependa de la capacidad económica de las personas, sino de la calidad y disponibilidad de los servicios de salud.
Insto al Congreso Nacional a considerar esta propuesta con el fin de garantizar que el derecho a la salud sea un derecho para todos, sin excepciones ni discriminaciones”.