Por CRDM |
El acto mostrenco observado en el día de ayer para la aprobación de un préstamo de US$300 Millones de dólares nos pone bien en claro que, una cosa es con guitarra, mientras se está en la oposición, y otra es con violín, cuando se es quien tiene la batuta.
Una vez más, dominicana pierde la batalla en contra del atropello, la imprudencia y el poder desmedido. Pero esto no es raro, ni mucho menos extraño, a diario lo vemos al observar el rebase de un vehículo a otro en las calles, ver un ciudadano empujar a otro al cruzarle por el lado sin siquiera disculparse, y en los puestos de trabajos, cuyos gerentes no tienen la debida formación en temas de dirección y ofenden a sus colaboradores de manera constante.
Esta situación, podríamos decir que, tiene dos componentes, una tiene que ver con la educación y otra con la visión en lo económico; de que el Estado resiste de manera indefinida un endeudamiento, lo cual me parece, que ya no sabemos por dónde anda esta. Es como el prestamista, terminamos pagándole lo que el diga.
Al parecer el Presidente Abinader, le ha comprado de manera fiel el discurso al Dr. Leonel Fernández en relación al endeudamiento público. No decimos que en parte tenga razón, a lo que nos referimos, en esta ocasión es, a la forma en como se hizo, lo cual deja mucho que desear y bastante que pensar.
Al observar el video podemos escuchar algunos diputados decir, y ver que hacían señales, de que no había el quórum necesario para aprobarse dicha iniciativa de préstamo.
Definitivamente, los dominicanos no acabamos de entender que el respeto a la institucionalidad es el respeto a la democracia misma.