27 de Febrero: Día de la Independencia de la República Dominicana y de la Bandera Dominicana

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Ciudadania RD Media te informa que Hoy es 27 de febrero y celebramos el 180 Aniversario  de La  Independencia de la República Dominicana y  Día de la Bandera Dominicana y te habla un poco sobre esta fecha

Independencia de la República Dominicana

La Guerra de la Independencia Dominicana fue el proceso histórico que inició con la proclamación de la República Dominicana y su separación de Haití en febrero de 1844. Durante los 22 años que precedieron a la independencia, toda la isla de La Española estuvo bajo el dominio de Haití, a consecuencia de la ocupación por parte de este país del estado de Haití Español, surgido fugazmente en 1821 en la parte oriental de la isla.

La separación de Haití fue proclamada en la puerta de la Misericordia luego del disparo del trabucazo dado por el patricio Matías Ramón Mella en la madrugada del día 27 de febrero de 1844 y por la enhestación de la bandera tricolor en la puerta de El Conde por el patricio Francisco del Rosario Sánchez, ambos inspirados por los ideales del fundador de la nacionalidad, Juan Pablo Duarte. El fin a la ocupación haitiana tuvo buena acogida en los residentes de la ciudad de Santo Domingo quienes hondearon banderas españolas en su mayoría y algunas francesas . Como respuesta, Charles Rivière-Hérard encabezó desde Haití una invasión que fue sofocada por el general Pedro Santana, secundado por el general Antonio Duvergé en la batalla del 19 de marzo de 1844 en Azua. Quedaron en el campo más de 1000 haitianos muertos, mientras que los dominicanos solo sufrieron 2 muertos y 3 heridos.No obstante Hérard en su retirada incendió el pueblo de Azua, fusilando a los prisioneros que había hecho.

El 30 de marzo de ese mismo año las fuerzas dominicanas al mando del general José María Imbert en compañía de Fernando Valerio en su «Carga de los Andulleros» derrotaron al ejército invasor haitiano, el cual en su repliegue cometió numerosas fechorías, robos e incendios hasta llegar a Haití. La primera batalla naval se libró el 15 de abril de 1844. El resultado de la batalla fue que los dominicanos hundieron tres buques enemigos, sin perder ni uno solo de los suyos.

En mayo de 1845 el general Pedro Santana asistido por el general Antonio Duvergé y el general José Joaquín Puello, vencieron a las tropas haitianas en la Estrelleta y en Beller y capturaron en Puerto Plata a la escuadra haitiana que había bombardeado esa población causando cuantiosos destrozos. En marzo de 1849 el presidente de la República de Haití Faustino Soulouque inició su campaña contra la República Dominicana al frente de un ejército de 18 000 soldados matando a todo el dominicano que encontraba a su paso, haciendo que las poblaciones se llenaran de terror tratando de refugiarse en la Ciudad de Santo Domingo ante la violencia desatada por los soldados haitianos. En razón de esta situación, el presidente dominicano Manuel Jimenes fue derrotado en su intento de parar la invasión haitiana y se vio obligado a aceptar la decisión del congreso de la República de llamar al general Pedro Santana en compañía del general Antonio Duvergé para hacerle frente al ejército invasor. Más tarde el general Duvergé logró derrotar a los haitianos en la batalla de El Número, y tres días después de esta batalla el general Pedro Santana derrotó a los haitianos en la batalla de Las Carreras. En 1855, el emperador Soulouque invadió de nuevo la República con 30 000 soldados,​ divididos en tres columnas sembrando el terror e incendiando todo lo que encontraba a su paso hasta que fueron derrotados en las batallas de Santomé y en Cambronal huyendo los haitianos en dirección a Haití. Más tarde fueron reducidos en Sabana Larga. Este triunfo dominicano le valió al general Pedro Santana el reconocimiento del Senado de la República Dominicana y el 27 de febrero se celebra lo que se le llama la independencia dominicana.

No obstante, como la situación fronteriza no quedó definida después del conflicto, Haití siguió ocupando el altiplano central, donde están emplazadas las ciudades de Hincha, Las Caobas, San Miguel de la Atalaya y San Rafael de la Angostura. Tras el tratado fronterizo de 1936, la República Dominicana terminó renunciando a esos territorios.

Antecedentes

En 1801, Toussaint Louverture, líder de la revolución haitiana, llegó a Santo Domingo y proclamó la abolición de la esclavitud en nombre de la República Francesa. Poco después Napoleón envió un ejército que sometió toda la isla y la gobernó durante unos meses. Los negros y mulatos de la parte occidental de la isla se alzaron nuevamente en contra de los franceses en octubre de 1802 y finalmente los derrotaron en noviembre de 1803. El 1 de enero de 1804, los vencedores declararon a Saint-Domingue como la república independiente de Haití.

Después de la derrota a manos de los haitianos, una pequeña guarnición francesa permaneció en la parte oriental de la isla, zona donde la esclavitud fue restablecida y de la que muchos de los emigrantes colonos españoles habían emigrado. En 1805, tras coronarse emperador, Jean-Jacques Dessalines invadió la parte oriental y llegó hasta la ciudad de Santo Domingo, pero tuvo que retirarse ante la resistencia de un escuadrón naval francés. Durante su retirada a través del Cibao, los haitianos saquearon las ciudades de Santiago y Moca, matando a la mayoría de sus residentes.

Los franceses gobernaron en la parte oriental de la isla hasta que fueron derrotados por los habitantes españoles en la batalla de Palo Hincado el 7 de noviembre de 1808, hecho que les obligó a concretar la rendición definitiva de Santo Domingo, el 9 de julio de 1809, bajo la presión de la Marina Real Británica.

No obstante, las autoridades españolas mostraron poco interés en su colonia restaurada por lo que este período de la historia se conoce como España Boba. Este desinterés por la colonia de Santo Domingo se debió a la ocurrencia de la Guerra de la Independencia Española contra los franceses y al proceso independentista que surgió en muchas de las colonias españolas en América. El agotamiento de las riquezas de la colonia provocó el desinterés de la metrópoli para la producción de nuevas riquezas y bienes. Paralelamente, los grandes ganaderos llegaron a tener un fuerte liderazgo en el sureste, donde la «ley del machete» gobernó por un tiempo.

El 1 de diciembre de 1821, el excapitán general y escritor José Núñez de Cáceres declaró la independencia de la colonia, llamándola Estado independiente de Haití Español, a la vez que solicitó la incorporación del nuevo estado a la Gran Colombia.

Invasión y ocupación haitiana (1822-1844)

El líder haitiano Jean Pierre Boyer invadió y tomó el control de Santo Domingo, unificando la isla entera bajo su gobierno.

A tan solo nueve semanas de que Núñez de Cáceres declarara la independencia, las fuerzas militares de Haití dirigidas por Jean Pierre Boyer ocuparon la nación. Esto se debió, en gran medida, al escaso apoyo internacional dado al nuevo estado.

Desde que Boyer tomó posesión de la parte Este de la isla, dispuso una serie de medidas con el propósito de asegurar su unificación. Una de ellas fue la abolición de la esclavitud, que benefició alrededor de 8000 esclavos. No obstante, una vez libertos, fueron obligados a permanecer como trabajadores en las parcelas de tierra de los antiguos esclavistas, como una manera de conciliar intereses con este sector oligárquico. Esta nueva forma de producción agrícola pasó a ser la dominante en toda la isla, constituyendo la principal actividad comercial y económica.

También impulsó la representatividad electoral de las poblaciones a diversos niveles y la puesta en vigencia del código civil francés en toda la isla. Impuso el servicio militar, a la vez que restringió el uso de la lengua española y eliminó algunas costumbres tradicionales, como las peleas de gallos. En 1827 se dio una situación crítica para el gobierno, debido a que los ciudadanos se opusieron rotundamente a pagar impuestos, que fue una de las medidas decretadas por Boyer. Este apeló entonces al recurso de emitir papel moneda, iniciándose así un proceso de devaluación del gourde, a la sazón moneda oficial en ambos lados de la isla. Al mismo tiempo, aumentó el descrédito internacional del gobierno de Boyer.

Ante esta situación, muchos sectores empezaron a protestar y a conspirar contra el gobierno dictatorial de Boyer. A nivel contestatario tuvo cierta importancia la creación de nuevos movimientos integrados por los pequeños campesinos carentes de mano de obra y recursos financieros adecuados con los que desarrollar su actividad productiva.

A principios de 1830, el extremo control a que fue sometido el sector de los comerciantes determinó una fuerte caída de sus actividades, reduciéndose considerablemente el comercio de productos nacionales y la importación de artículos manufacturados provenientes del exterior. Esto estuvo vinculado a la implementación de una de las medidas más fuertes del régimen de ocupación que fue la prohibición a todos los dominicanos de dedicarse al intercambio comercial. Esta resolución establecía que solo podían ejercer el comercio las personas de origen extranjero, los ciudadanos de origen haitiano y los representantes de casas comerciales internacionales. Toda persona de la parte oriental que quisiera dedicarse a dicha actividad debía juramentarse primero como ciudadano haitiano. Con esta medida, se provocó un incremento de los movimientos conspiradores contra Boyer.

Otro hecho importante que coadyuvó al afán de independencia, lo fue el enfrentamiento que tuvo la Iglesia católica contra el gobierno de Boyer, ya que este le confiscó sus terrenos y bienes. También el choque directo con el arzobispo Pedro Valera repercutió en toda la población, la cual vio en esas y otras medidas la conculcación de sus derechos políticos, económicos y sociales.

En síntesis, la limitación de celebraciones de las fiestas religiosas, la prohibición de los juegos de gallos y de azar, la obligatoriedad de las labores agrícolas, el no uso del español en los actos y documentos oficiales, el cierre de la universidad, el reclutamiento militar de todos los jóvenes y el pago de los impuestos, fueron medidas que contribuyeron al disgusto y a la posterior revuelta contra el gobierno haitiano. Todo esto fue reforzando la percepción que de sí mismos tenían los “dominicanos”, quienes se sentían diferentes a los haitianos en idioma, raza, religión y costumbres.

Resistencia

Puerta de la Misericordia, memorable por ser el lugar donde se disparó el trabucazo que inició la guerra de independencia dominicana en 1844

Juan Pablo Duarte, joven educado y auténtico nacionalista, fue quien inspiró y ayudó a dirigir la guerra de la independencia de 1844. Duarte, junto con varios liberales dominicanos fundó en 1838 la sociedad secreta La Trinitaria, nombrada así haciendo honor a la Santísima Trinidad. Cada grupo iba reclutando adeptos, manteniendo estricto secreto, con poco o nada de contacto directo entre sí, con el fin de minimizar la posibilidad de ser detectados por las autoridades haitianas. Aunque muchos fueron los reclutados, la Trinitaria fue descubierta, lo que motivó el cambio de su nombre a «La Filantrópica».

En 1843, los Trinitarios se unieron al partido liberal haitiano que derrocó al presidente Jean-Pierre Boyer. Sin embargo, los Trinitarios que participaron en el derrocamiento llamaron la atención del sustituto de Boyer, Charles Rivière-Hérard. Este encarceló algunos Trinitarios y obligó a Duarte a abandonar la isla. Durante su exilio, Duarte buscó sin éxito apoyo en Colombia y Venezuela. En diciembre de 1843, los rebeldes le pidieron a Duarte que regresara, ya que tenían que actuar con rapidez ante el temor de que los haitianos se dieran cuenta de sus planes de insurrección. En febrero de 1844, como Duarte no había regresado por encontrarse enfermo, los rebeldes decidieron actuar bajo el liderazgo de Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella, y Pedro Santana, un rico ganadero que comandaba un ejército privado de sus peones agrícolas.

En enero de 1844 fue publicada en varias ciudades dominicanas el Acta de Independencia de la República Dominicana, que manifestaba los motivos por el cual el pueblo dominicano ya no podía seguir unido al haitiano.

La noche del 24 de febrero de 1844, los principales miembros de La Trinitaria, se reunieron clandestinamente en casa de Francisco del Rosario Sánchez, y acordaron los planes y fecha del alzamiento, que fue una sublevación de carácter revolucionario que tomó el control de la amurallada ciudad de Santo Domingo. El 25 de febrero, fueron despachados los emisarios rebeldes hacia las diversas regiones del país, con el claro propósito de dar a conocer las decisiones tomadas en la reunión

Guerra por la independencia

La Fortaleza Ozama en Santo Domingo, fue capturada por los rebeldes dominicanos el 27 de febrero de 1844.

El 27 de febrero de 1844, los rebeldes liderados por Sánchez ante la ausencia de Duarte, tomaron la Fortaleza Ozama en la capital Santo Domingo. La guarnición haitiana, fue tomada por sorpresa, aparentemente traicionada por uno de sus centinelas. Otro grupo de insurgentes, liderados por Matías Ramón Mella llegó hasta la Puerta de la Misericordia donde Mella disparó el legendario Trabucazo de la Independencia y Sánchez izó inmediatamente la nueva bandera dominicana al grito de ¡Dios, Patria y Libertad!. Había nacido la nueva república bajo la forma de un gobierno republicano y democrático, en un pueblo libre que rechazaba cualquier imposición extranjera. El gobierno provisional presidido por el conservador Tomás Bobadilla organizó rápidamente un ejército para defender la exitosa sublevación y aplastar la contraofensiva de las tropas de reacción enviadas por Puerto Príncipe.

En los días que siguieron a la proclamación de independencia, todos los funcionarios haitianos salieron de Santo Domingo. Tomás Bobadilla y Briones, un jurista conservador que había participado en la anterior insurrección, encabezó la junta provisional de gobierno de la nueva república. En marzo de 1844, las tropas haitianas invadieron nuevamente la parte oriental para restablecer su control, pero se vieron obligados a retirarse después de sufrir grandes pérdidas. A principios de julio de 1844, Duarte fue instado por sus seguidores a convertirse en presidente de la República. Duarte estuvo de acuerdo, pero solo si se hacía por medio de elecciones libres. Esta circunstancia fue aprovechada por Pedro Santana quien asumió el gobierno cuando fuerzas militares leales a él tomaron Santo Domingo el 12 de julio de 1844 y procedió a encarcelar a Duarte, Sánchez y Mella.

El 6 de noviembre de 1844, una Asamblea Constituyente redactó una constitución, basada en los modelos de Francia que establecía la separación de poderes y los controles legislativos sobre el ejecutivo. Sin embargo, Santana incluyó el artículo 210, el cual le concedió un poder ilimitado durante la guerra contra Haití. Esta guerra continuó durante todo septiembre y noviembre de 1845 donde los haitianos fueron derrotados en las batallas La Estrelleta y Beller.Las tropas haitianas en esos combates sufrieron más de mil muertos, miles de heridos y cientos de prisioneros. El 21 de diciembre las goletas haitianas Unión, Dieu Prótege y Guerriére accidentalmente quedaron encalladas cerca del Puerto Plata y los dominicanos tomaron 149 prisioneros sobrevivientes.​ Santana se mantuvo como presidente hasta 1848, cuando perdió las elecciones. En 1849, el Presidente haitiano Faustino Soulouque atacó la nueva república, pero fue derrotado en las batallas de El Número y Las Carreras.Más de 500 haitianos murieron.

Expedición marítima sobre las costas de Haití

A finales del la década de 1840, el presidente Buenaventura Báez consiguió el apoyo de marino francés Juan Carlos Fagalde para realizar una ofensiva marítima que fue trascendental en el afianzamiento de la independencia dominicana. La flotilla naval hundió barcos haitianos en Los Cayos, además de incendiar los poblados de Anse-à-Pitre y de Saltrou. También fueron capturados varios barcos haitianos llenos de provisiones. Según las crónicas de la época, no hubo ni una baja dominicana en esos aprestos ofensivos.

La flotilla dominicana, mandada por el comandante Fagalde, fue por segunda vez a las costas de Haití; se fondeó en la Petite Rivière, desembarcó su gente, poniendo en fuga la guarnición y tomándole dos banderas; redujo a cenizas el pueblo y dispersó a cañonazos a los habitantes de Dame Marie. Frente a la población de Los Cayos se entabló un combate naval donde fueron hundidos varios navíos haitianos y hechos prisioneros sus oficiales. Los navíos dominicanos retornaron a Santo Domingo cuando se encontraron con un temporal.

Para 1854 ambos países estaban otra vez en guerra. Durante mayo la fragata dominicana Cibao y la goleta Buenaventura comandadas por el General Juan Alejandro Acosta, hicieron un crucero por la costa sur de Haití, destruyendo el comercio y haciendo desembarcos en la costa. En noviembre el bergantín dominicano 27 de Febrero y la goleta Constitución capturaron al buque haitiano Clarisé y bombardearon Anse-à-Pitre y Saltrou. La lucha terminó en 1856.

Secuelas

No obstante, como la situación fronteriza no quedó definida después del conflicto, Haití siguió ocupando el altiplano central, donde están emplazadas las ciudades de Hincha, Las Caobas, San Miguel de la Atalaya y San Rafael de la Angostura. Tras el tratado fronterizo de 1936, la República Dominicana terminó renunciando a esos territorios.

La flota dominicana (1845)

Juan Bautista Cambiaso, fundador de la Marina de Guerra Dominicana.

La fragata Cibao — 20 cañones, fusiles, lanzas, machetes

El bergantín-goleta San José — 5 cañones

El bergantín-goleta La Libertad — 5 cañones

La goleta General Santana — 7 cañones

La goleta La Merced — 5 cañones

La goleta Separación — 3 cañones

La goleta 27 de Febrero — 5 cañones

La goleta María Luisa — 3 cañones

La goleta 30 de Marzo — 3 cañones

La goleta Esperanza — 3 cañones

Batallas

Batallas a las que enfrentaron los dominicanos para mantener su independencia.

Batalla Fuente del Rodeo (13 de marzo de 1844)

Batalla Cabeza de Las Marías (18 de marzo de 1844)

Batalla del 19 de marzo (19 de marzo de 1844)

Batalla del 30 de marzo (30 de marzo de 1844)

Batalla de El Memiso (13 de abril de 1844)

Batalla de Tortuguero (15 de abril de 1844)

Batalla de Cachimán (4 de diciembre de 1844)

Batalla de La Estrelleta (17 de septiembre de 1845)

Batalla de Beller (27 de octubre de 1845)

Batalla de El Número (17 de abril de 1849)

Batalla de Las Carreras (21 de abril de 1849)

Batalla de Santomé (22 de diciembre de 1855)

Batalla de Cambronal (22 de diciembre de 1855)

Batalla de Sabana Larga (24 de enero de 1856)

Personajes involucrados en la independencia de la República Dominicana

Liberales

Juan Pablo Duarte, creador del movimiento clandestino La Trinitaria. Ideólogo y propulsor de la guerra de independencia dominicana.

Francisco del Rosario Sánchez, líder político que tras la ausencia de Duarte proclamó la independencia del país.

Matías Ramón Mella, militar estratega que ayudó a la causa de Duarte.

Juan Isidro Pérez, fundador y miembro de La Trinitaria.

Pedro Alejandro Pina, fundador y miembro de La Trinitaria.

Jacinto de la Concha, fundador y miembro de La Trinitaria.

Félix María Ruiz, fundador y miembro de La Trinitaria.

José María Serra de Castro, fundador y miembro de La Trinitaria.

Benito González, fundador y miembro de La Trinitaria.

Felipe Alfau, fundador y miembro de La Trinitaria. Luego de la independencia, se inclinó por el bando conservador-anexionista.

Juan Nepomuceno Ravelo, fundador y miembro de La Trinitaria.

Juan Alejandro Acosta, militar que comulgaba con los trinitarios.

Antonio Duvergé, militar y estratega republicano.

Eduardo Abreu.

Remigio del Castillo, militar alistado en Neyba.

Tomás de la Concha.

Cayetano Rodríguez.

Ángel Perdomo, teniente general, asumió el cargo de Jefe del Batallón de Artillería.

Marcos Rojas.

Tomás Sánchez.

Manuel Dolores Galván.

Félix Mercenario.

Manuel María Valverde, médico y profesor dominicano.

Manuel Jimenes, político dominico-cubano. 2.º presidente del país.

Mariano Echavarría.

Victoriano Díaz, emisario.

Juan Rodríguez.

Martín Girón, centinela del Baluarte del Conde que permitió el cañonazo y la izada de la bandera dominicana.

Wenceslao de la Concha.

Pedro de Castro y Castro.

José Llaverías.

María Trinidad Sánchez.

Concepción Bona.

Felix María del Monte.

Juan Bautista Cambiaso.

Juan Bautista Maggiolo.

José María Cabral.

José María Imbert.

Pedro Eugenio Pelletier.

Fernando Valerio.

Gaspar Polanco.

Francisco Saviñón y Piñeyro.

Ignacio Bona Pérez.

Juan Pina.

Josefa Pérez de Perdomo.

Rosa Duarte, hermana de Juan Pablo.

Manuela Diez, madre de Juan Pablo.

Juana Saltitopa.

Filomena Gómez de Cova

Baltasara de los Reyes.

Petronila Abreu y Delgado.

María Rosa Montas, esposa de Antonio Duvergé.

Jsefa Antonia Pérez de la Paz (conocida por su apodo “Chepita”).

Ana Valverde.

María de Jesús Pina y Benítez.

María De Las Angustias Villa

Conservadores

Tomás Bobadilla y Briones, jurista y líder del conservadurismo. Después de la independencia fue nombrado primer gobernador de la nueva Junta.

Pedro Santana, rico terrateniente de la parte este del país, partidario del anexionismo. Se impuso como primer presidente constitucional del país.

José Joaquín Puello, líder de la facción junto a Bobadilla.

Gaspar Hernández, clérigo dominico-peruano y partidario a que la nueva nación se anexionara a España.

Pedro Pamiés, clérigo que como Hernández era partidario de la anexión.

Andrés López Villanueva, militar que estaba alistado en Puerto Plata.

Buenaventura Báez, futuro caudillo de la República y partidario del anexionismo.

Manuel Joaquín Delmonte, político y diplomático con tendencias anexionistas.

Gabino Puello, músico dominicano.

Eusebio Puello, militar anexionista.

Ramón Santana.

Manuel de Regla Mota.

Micaela Antonia Rivera, esposa de Pedro Santana.

Froilana Febles Rivera, esposa de Ramón Santana, hermano de Pedro.

A pesar de sus diferencias ideológicas, estos hombres se unieron por una causa, la independencia de la parte este de La Española. Su unión fue por medio de un manifiesto donde indicaban el porqué de su separación de Haití. A este nuevo periodo de libertad se le llamó Primera República (1844-1861)

Bandera de la República Dominicana

Símbolo patrio de la República Dominicana

La bandera de la República Dominicana es la bandera que representa al país y que, junto con el Escudo y el Himno, tiene la categoría de símbolo patrio.

De acuerdo con lo descrito dentro del artículo 1233 y 1234 de la Constitución, tiene una cruz en el centro que extiende hacia las extremidades y divide la bandera en cuatro rectángulos: los de arriba son azul ultramar (en el lado del asta) y rojo bermellón; y los de abajo son rojo bermellón (en el lado del asta) y azul ultramar. En el centro de la cruz existe el escudo de armas de la República Dominicana.

Historia

La bandera dominicana se originó de los ideales cristianos de Duarte, con dos franjas blancas que se cortan formando una cruz. Las primeras banderas fueron confeccionadas por varias mujeres: María Trinidad Sánchez, María de Jesús Pina, Isabel Sosa y Concepción Bona. Juan Pablo Duarte la concibió y fue aprobada como bandera dominicana por Los Trinitarios el 16 de junio de 1838. La bandera dominicana se enarboló por primera vez el 27 de febrero del 1844 en la Puerta del Conde, en la proclamación de la independencia dominicana.

Con las primeras Constituciones de la República, quedó adoptada la Bandera Nacional como símbolo patrio y se alternó un cuartel azul por rojo y se le agregó el escudo de República Dominicana en el centro.

La bandera desde su nacimiento es única, puesto que no hay otra en el mundo que tenga en su centro la biblia y la cruz.

Los patricios utilizaron el color azul ultramarino, como protección de Dios sobre la Nación. El color Rojo bermellon como la sangre derramada por los patriotas en la lucha de libertad de nuestra nación. Y la Cruz blanca en el centro la cual simboliza la paz y la unidad de los Dominicanos. Cada detalle fue elegido a conciencia y no se usa simplemente un rojo o un azul común.

Descripción

La Bandera Nacional se compone de los colores azul ultramar, rojo bermellón y blanco, en cuarteles alternados, colocados de tal modo que el azul quede hacia la parte superior del asta, separados por una cruz blanca del ancho de la mitad de la altura de un cuartel y que lleve en el centro el Escudo Nacional.

Colores y simbolismo

A los colores de la bandera se le atribuyen los siguientes conceptos:

Rojo Bermellón: Representa la sangre derramada por los patriotas en las batallas para conseguir la independencia de la Nación.

Azul ultramar: Representa el cielo que cubre la Patria, que Dios protege la nación dominicana y los ideales de progreso de los dominicanos.

Blanco: Representa la paz y unión entre todos los dominicanos.

Reglamentación y uso

El uso de la bandera dominicana está regulado esencialmente por la Ley 210-19] que regula el uso de los símbolos patrios de la República Dominicana. Estos estipulan lo siguiente:

El lado frontal de la bandera es aquel en el cual el cuartel azul queda a la izquierda del observador.

La bandera nunca tocará el suelo.

La bandera será enhestada todos los días laborables en todos los edificios y dependencias oficiales del estado, desde la salida hasta la puesta del sol.

La bandera no debe exhibirse en mal estado (ni rasgada, ni maltratada, ni sucia…).

Es un deber de todo dominicano exhibir la bandera en los días de fiestas patrias (27 de febrero o 16 de agosto, por ejemplo).

Cuando la bandera se ice junto a otra, debe quedar siempre a la derecha (izquierda del observador mirándola de frente).

Cuando la bandera sea colocada en forma vertical, el cuartel azul de la esquina superior, el que está unido al borde grueso de la driza, deberá quedar a la izquierda del observador.

Cuando la bandera sea colocada horizontalmente sobre una pared la bandera deberá colgarse de modo que el cuartel superior azul que está unido al borde derecho de la driza, quede a la izquierda del observador.

Luto

En los días declarados oficialmente como duelo nacional, primero se iza la bandera hasta el tope del asta y luego se baja a media asta.

Los ataúdes de los miembros de las Fuerzas Armadas y de funcionarios públicos de alta jerarquía se cubrirán con la Bandera Nacional. Fuera de ello, solo podrán cubrir con la bandera los ataúdes de personas insignes que le hubieren servido a la patria y hubiesen reunido condiciones de proceridad.

Día de la Bandera

La celebración del día de la bandera consta en la Gaceta Oficial No. 5231 del mes de mayo de 1938. En ella se declaraba como día de la bandera el 24 de octubre, porque ese día nació el Generalísimo Trujillo.

Una vez finalizada la Era de Trujillo, la Ley 6085 del 22 de octubre de 1962 (Gaceta Oficial 8707 del 3 de noviembre de 1962) instituyó como día de la bandera nacional el 27 de febrero, el día de la Independencia Dominicana:

Ley Número 6085

CONSIDERANDO: que por ser la Bandera un Símbolo de la Patria, ninguna fecha es más acertada que el 27 de febrero, en que se celebra la Independencia Nacional, con lo cual se conmemorara, junto con el nacimiento de la República el día en que flotó por primera vez nuestro Pabellón, Libre y Orgulloso en el legendario Baluarte del Conde.

ARTÍCULO ÚNICO.- Se instituye como día de la bandera, el 27 de febrero de cada año, aniversario de la independencia

DADA….. Veintidós días del mes de octubre de 1962…

DADA . por el Consejo de Estado… Veintidós días del mes de octubre de 1962…

Presidente Rafael Bonnelly

Exaltaciones patri

En poesía

El poeta e intelectual Gastón Fernando Deligne compuso un poema en honor a la bandera nacional llamado “Arriba el Pabellón”, cuya última estrofa es muy popular. Nótese que las estrofas 7, 8 y 9 hablan del significado de los colores de la bandera:

¡Tercien armas! ¡como quiera!

el acostumbrado estruendo

ello es que el sol va saliendo

y hay que enhestar la bandera.

Enfilando pelotón

de la guardia somnolienta

al pie del asta presenta

arbitraria formación.

Y hechas a las dos auroras

en que cielo y Patria están

pasan de largo a su afán

las gentes madrugadoras.

Ni ven el sol de la raza

cuyos colores lozanos

tremulan entre las manos

del ayudante de la plaza.

Ni del lienzo nacional

fijo ya a delgada driza

recuerda que simboliza

toda una historia inmortal.

Pues cada matiz encierra

lo que hicieron los mayores

por el bien y los honores

y el rescate de la tierra.

El rojo de su gloriosa

decisión dice al oído,

Soy – dice – el laurel teñido

con su sangre generosa.

Es el azul de su anhelo

progresitas clara enseña

color con que el alma sueña

cuando sueña con el cielo.

El blanco póstumo amor

a sus entrañas se aferra

dar por corona a la guerra

el olivo al redentor.

Himno a la Bandera

La bandera nacional tiene su propio himno, pero tiene como escenario el ambiente escolar. este reza así:

Ya empezó su trabajo la escuela

y es preciso elevarte a lo azul

relicario de viejos amores,

mientras reine la mágica luz.

Nos sentimos arder a tu influjo

la luz viva de un fuego interior

cuando flotas alegre, besada

por los cálidos rayos del sol.

¡Dios!, parece decir, ¡oh bandera!

la sublime expresión de tu azul;

¡Patria!, el rojo de vivida llama;

¡Libertad!, dice el blanco en la cruz.

Feliz Dia de Nuestra independencia Nacional

y de la Bandera Dominicana

Que Viva La patria

Redacción
Author: Redacción

Medio digital de comunicación de República Dominicana

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