Santo Domingo, RD. – La República Dominicana tiene por delante retos difíciles, como superar las «desigualdades sociales, inseguridad ciudadana, el alto costo de la vida, el desempleo y otros más», que en ocasiones nos hacen sentir «impotentes», así lo expresa la Iglesia en su Sermón de las Siete Palabras, emitido este Viernes Santo.
En la reflexión hecha por el diácono de la Parroquia Inmaculada Concepción, Blas Bonilla Morfe, de la Arquidiócesis de Santo Domingo, en la Sexta Palabra, pregunta directamente al presidente de la República, Luis Abinader: «Señor Presidente de nuestro país, usted puede decir a Jesús ¿misión cumplida?».
La Iglesia señala que Jesús llama a todos a orar para superar estas situaciones actuales que afectan a los más desposeídos, así como a no perder la esperanza y actuar de manera más comprometida y con la certeza de que «Él estará siempre con nosotros, pues así nos lo prometió».
«Jesús nos llama hoy a orar por estas situaciones actuales, nos llama a no perder la esperanza, a comprometernos más y a ser conscientes de que Él estará siempre con nosotros, pues así nos lo prometió. Es momento de valorar el sacrificio de Jesús en la cruz, permitamos que se cumpla en nosotros su Redención. Si todo se cumplió en Él, estamos ahora llamados a que también se cumpla en nosotros», expresa la Arquidiócesis en su sermón.
Dice que, pese a ser tantas las problemáticas del mundo actual, no podemos pasar por la vida sin ayudar a transformar esta realidad de desigualdades, inseguridad, alto costo de la vida, desempleo y otras incertidumbres que agobian a los dominicanos.
Señala que esta transformación que necesita la sociedad en nuestros tiempos solo se comienza a gestar con plenitud si cada uno da lo mejor de su persona en todas las circunstancias.
«La plenitud no es un punto de llegada, sino una opción de vida, una decisión de entrega permanente y total», expresa el sermón en la Sexta Palabra.
Llama a todos: «Nosotros, hombres y mujeres de Dios», a estar dispuestos y comprometidos «ante Dios a suplir amor, esperanza, justicia, alegría, salud, alimento, compañía, fortaleza y paz».
«Es momento de valorar el sacrificio de Jesús en la cruz, permitamos que se cumpla en nosotros su Redención. Si todo se cumplió en Él, estamos ahora llamados a que también se cumpla en nosotros. Señor presidente de nuestro país, usted puede decir a Jesús ¿misión cumplida?», concluye el sermón en su Sexta Palabra.