¡BAJO NINGUNOS TERMINOS!

Por CRDM

Quisqueya la bella, así le cantan a este terruño suelo patrio que vio caer en manos de traidores y enemigos, sangre noble y buena. Aquellos que la concibieron y lucharon por ella. Ese es el pedazo de isla que hemos heredado.

Isla que hemos mal cuidado por permitir su abandono en los lugares más recónditos de ella, por la falta del padre protector que es el Estado. Esos humildes hermanos han tenido que dejar sus tierras, baldías, en el olvido, y trasladarse a las grandes ciudades para proveerle un mejor futuro a sus hijos.

Siiii… la hemos descuidado, pero es nuestra, y lo que es nuestro no debe ser parte de Litis, ni dirimirse en el marco de la justicia, los tribunales, y mucho menos, en temas diplomáticos.

El rio Masacre nace en nuestras lomas. Si, en nuestro terruño suelo olvidado, “en la montaña denominada Pico del Gallo y desemboca en la bahía de Manzanillo, por lo tanto, pertenece a la cuenca hidrográfica del Atlántico”. Es nuestro, de eso no cabe duda.

Lo que si nos genera dudas y suspicacia es que, al parecer, no se trata de desviar el rio para irrigar unos simples conucos, noooo …..es más que eso, pero mucho más; de acuerdo a imágenes de hermanos dominicanos, las cuales han puesto a circulas en las redes, lo que hemos visto son enormes sembradíos. Estamos hablando de verdaderos campos, inmensos, de cultivos que requieren de millares de litros de agua para garantizar su cosecha.

Es un tema peligroso, de corte internacional, que el gobierno dominicano no le ha sabido dar respuesta adecuada y apropiada al gobierno haitiano en aras de que prime el respeto a los tratados que ya existen entorno a ese rio.

Una gran parte del pueblo bueno, nuestro, ha entendido que ya no se debe seguir dialogando entorno a un bien que nos pertenece.

Es hora de actuar, y BAJO NINGUNOS TERMINOS, no podemos seguirle cediendo ni un jarro de agua de la forma en que lo están haciendo.

El pueblo necesita, no, requiere escuchar de sus autoridades que le gobiernan, una respuesta, no a la altura de la que el Estado de Israel le ha dado a Palestina, pero por lo menos, aunque sea, una quinta parte de esta, para que entiendan, de una vez y por todas, que somos una Nación libre e independiente de toda nación extranjera.